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Nuevo canal y nuevo programa. DKiss ha presentado en el marco del FesTVal de Vitoria su gran apuesta de la temporada: 'Algo pasa con Ana'. El éxito del docureality en torno a personalidades famosas ha dado lugar al asentamiento de este género y nuestro país ha querido subirse al carro. Después de 'Las Campos', la siempre incombustible Ana Obregón ha abierto su vida (más aún) para meter las cámaras en su día a día.
Como ella misma ha confesado, toda su vida ha sido un docureality pero ha prometido sorprender con el nuevo programa producido por Globomedia. Después de 35 años expuesta a los focos, esto resulta prácticamente imposible y, por desgracia, 'Algo pasa con Ana' no lo consigue. Ana Obregón es un personaje, pero un docureality (o mejor dicho, personality) debería servir para mostrar el lado desconocido, humano e íntimo. Oportunidad desaprovechada.
'Algo pasa con Ana', nuevo docureality de DKiss
La Anita de siempre que tanto nos gusta
Sin lugar a dudas, Ana Obregón es uno de los personajes más queridos de nuestros país. Divertida y desinhibida, reina del posado veraniego y de portadas de revista, forma parte del imaginario social de todos. El mayor problema de 'Algo pasa con Ana' es que se esfuerza en seguir siendo esa reina cuando lo que realmente queremos es conocerla más allá del papel couché. A pesar de esto, las risas están aseguradas ya que el carisma de la que fuera presentadora de '¿Qué apostamos?' traspasa la cámara. Ella sabe cómo comportarse delante de la cámara.
En situaciones cotidianas, Anita es capaz de ofrecer situaciones divertidas, es capaz de reírse de sí misma y enseñar sus excentricidades sin ningún tipo de pudor. Ella es infantil y artificial y nos encanta de esa manera. Tendrá que seguir gustándonos de esa forma porque no vamos a descubrir ninguna faceta nueva.
En aspectos técnicos, 'Algo pasa con Ana' cumple las expectativas. La cabecera visualmente es muy llamativa abarcando todos los aspectos de la vida de Ana, incluyendo aquellos con los que se ha hecho chascarrillo a lo largo de los años.
Ana Obregón en su programa
Sobreactuación de una vida ideal
El empeño en retratar una vida ideal se nota desde el minuto uno. Ana Obregón es una madre perfecta, una actriz perfecta y con un hijo perfecto. Todo resulta demasiado impostado. Tanto, que llega a perder interés. Se trata de autobombo a golpe de sonrisa perfecta. En el primer episodio no se ve ningún tipo de preocupación o conflicto. No hace falta espectáculo gratuito, simplemente naturalidad, la cual brilla por su ausencia.
Ana Obregón es sobreactuada, pero podría haber cambiado parte de esa faceta para ofrecer algo de sinceridad. 'Las Kardashian', 'Las Campos' o 'Alaska y Mario' ofrecen algo real. 'Algo pasa con Ana' se convierte en una ficción y es que sólo falta una barra de pole dance para parecer que estamos viendo 'Ana y los 7'. Esperábamos algo real.
