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En el capítulo anterior de 'Fear The Walking Dead' conocimos nuevos personajes que llegan dispuestos a dar guerra a nuestros protagonistas. Por un lado, Travis y Chris se topaban con tres jóvenes que les regalaban víveres y la posibilidad de compartir viaje, sin embargo, las cosas se complicaron cuando Chris disparó al propietario de una granja que acababan de allanar. Por otro lado, Alicia coincidía con Elena, la encargada del hotel que le tendía una mano para luchar juntos por el mismo objetivo, sobrevivir. ¿Qué sucederá ahora que Travis ha comprobado que su hijo es un asesino sin escrúpulos? ¿Será Elena una aliada o se convertirá en una enemiga?
En este undécimo episodio de la segunda temporada de 'Fear the Walking Dead', titulado "Pablo & Jessica", Madison decide cambiar su actitud y tomar las riendas de la situación para intentar que el hotel sea el hogar perfecto para todos. Por su parte, Nick vuelve a sacar a relucir su ingenio para ayudar a los habitantes de la comunidad en la que cada vez se siente más integrado. Analicemos los detalles de este nuevo capítulo.Resolver las incógnitas
Comenzamos el capítulo resolviendo una de las dudas del episodio anterior, ¿cómo consiguieron salir con vida del bar Madison y Víctor? El plan que siguieron es el mismo que tantas veces hemos visto ya, embadurnarse con la sangre y las vísceras de los caminantes y pasar entre ellos de forma sigilosa, una táctica bastante desagradable pero cien por cien efectiva. Pero las incógnitas no acaban aquí porque cuando logran salir al exterior descubren que la furgoneta ha desparecido, ¿quién se la ha llevado? Sabemos que Alicia no ha sido así que sólo nos quedan dos opciones: Ofelia o algún extraño.
Las especulaciones entre ellos también son de lo más normal, no tienen teléfono con el que ponerse en contacto y sólo les queda elaborar hipótesis sobre dónde podría estar cada uno. Antes de encontrarse gracias a los gritos de auxilio de Alicia, Strand se atrevió a opinar que Alicia se había marchado abandonándoles, mientras que Madison estaba convencida de que su hija no se iría sola, aunque en el fondo reconoce que Alicia ya es una mujer autosuficiente e incluso se siente culpable de que su hija haya madurado a marchas forzadas por la poca atención que le prestó de pequeña.
Todas las sospechas terminan cuando le escuchan pedir ayuda y logran rescatarles a tiempo en una escena que ya vimos la semana pasada. Con Alicia a su lado, ahora Madison se propone encontrar a Ofelia, en su día le hizo la promesa al señor Daniel de que cuidaría de la joven, sin embargo, Alicia les confiesa que Ofelia no estaba convencida de que fueran a sobrevivir por lo que puede que se haya marchado con la furgoneta. Sin mediar más palabras al respecto deciden olvidarse de Ofelia pero, ¿y si no se ha marchado? ¿Y si Ofelia se encuentra atrapada en el hotel o herida en algún lugar próximo a la espera de que sus amigos le rescaten?
Conseguir un hogar
Con el tema de Ofelia zanjado ahora la prioridad es encontrar algo parecido a un hogar. Gracias a Elena saben que en el hotel hay provisiones para meses y no pueden dejar escapar la oportunidad, por lo que Madison y Strand deciden hablar con Óscar para intentar llegar a un acuerdo. Madison es la encargada de tomar la palabra durante la negociación, su forma de hablar y actuar nos llega a recordar en cierto modo a Deanna, la líder de Alexandria en 'The Walking Dead' porque ambas mujeres lo único que pretenden es formar un hogar lo más seguro posible.
El discurso de Madison suena muy convincente pero Óscar sólo está dispuesto a aceptar con la condición de que Elena se marche. Sin embargo, Madison sabe que cuanta más gente sean mejor y logra convencerle a medias negociando de una manera sorprendente, con la mente clara y fría, sin perder los nervios, lo que le ha llevado a conseguir las llaves del hotel. Parece mentira que haya sido capaz de actuar así cuando hace relativamente poco estaba completamente bloqueada por haber perdido a su pareja y a su hijo, pero ver a Alicia dispuesta a sobrevivir parece que le ha despertado a ella las ganas de luchar para seguir adelante.
Finalmente, sin pedirles nada, el grupo de Óscar se une a Madison en su afán por dejar el hotel limpio de caminantes. El lugar es inmenso y se podrían tirar semanas así que Alicia propone una idea de lo más sensata: conducirles hasta el mar para que la corriente marina los aleje mar adentro. Alegra ver que no todos los jóvenes de la serie son como Chris y que todavía queda sensatez entre ellos. Actuando como líder, Madison decide que ella va a ser quien se juegue la vida llamando la atención de los caminantes para conducirles hasta el muelle.
En una escena de lo más intrigante vemos cómo el grupo es capaz de organizarse a la perfección para lograr que todos los caminantes sigan el mismo recorrido y permitir que Madison, en una muestra de valentía, provoque que todos salten hacia el mar para que la corriente haga el resto del trabajo. Con esta acción ya estamos más cerca de encontrarnos con personajes como Rick y sus compañeros, de hecho, si en la serie original tenemos a un hombre como líder del grupo, Madison tiene todas las papeletas para ser la versión femenina de Rick, un rol para el que ya apunta maneras.
Después de tal hazaña el día merece finalizar con una cena por todo lo alto, una celebración que también sirve de excusa para estrechar lazos entre ambos grupos. Sin embargo, tanto Óscar como su suegra no han acudido a la mesa y Strand opta por acudir a la suite nupcial para conversar con el chico. Óscar es incapaz de deshacerse de Jessica, su mujer, ahora convertida en caminante, continúa en la habitación a la espera de que su marido sea capaz de reaccionar y hacer algo al respecto. El apego que siente hacia ella le imposibilita actuar y Víctor decide ayudarle a matar a Jessica porque sólo así podrá seguir adelante, bien lo sabe Strand, que tuvo que hacer lo mismo con Thomas, la persona a la que más quería en este mundo.
Valiente pero sensato
Tras un episodio sin saber nada de él, regresamos a la comunidad en la que se encuentra alojado Nick. El chico está algo arrepentido por haber puesto en peligro a todos sus vecinos con su imprudencia encarándose a los hombres que les proporcionan suministros a cambio de pastillas. Sin embargo, en un nuevo alarde de su ingenio, Nick expone una idea genial: elaborar más pastillas con ayuda de leche en polvo. Gracias a esta ocurrencia podrán ganar algo de tiempo, pero no es una solución permanente y podría traerles graves consecuencias si descubren el engaño.
A pesar de todos los peligros que podría suponer, el plan de Nick obtiene el visto bueno por parte de Alejandro, ese veterinario convertido en médico y líder de la comunidad. Sabiendo que se ha ganado la confianza del hombre, Nick vuelve a hacer uso de su osadía y se atreve a preguntarle por el mordisco. Alejandro hace oídos sordos y se limita a contestar que fue un acto de fe lo que le salvó de convertirse en caminante. No obstante, finalmente, en un arrebato de sinceridad, Alejandro relata que le mordieron cuando intentaba ayudar a un adolescente drogadicto y que por eso piensa que se salvó, porque estaba realizando una buena acción.
Nick no sólo se ha ganado la confianza de la comunidad sino que saben que es una pieza muy valiosa, tiene el arrojo de salir fuera y enfrentarse no sólo a los caminantes, sino a los hombres armados, mucho más peligrosos que cualquier muerto viviente y, precisamente, por ese motivo, quieren que sea valiente y, al mismo tiempo, sensato. Por su parte, el chico quiere hacer las cosas bien y decide hacerles caso, además, tras enterarse de la muerte de Pablo, el hermano de Luciana, atisbamos cierto interés por parte de Nick hacia la chica, una sospecha que se confirma cuando Luciana acude a visitar a Nick en la nueva casita que le han facilitado y ambos terminan fundiéndose en un apasionado beso. Predecible pero no por ello menos interesante, ¿dejará de jugarse la vida ahora que está enamorado?