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'Anatomía de Grey' se convirtió por derecho propio en el drama médico por excelencia de la televisión. Protagonizada por Ellen Pompeo, la ficción superó los 10 años en emisión, una hazaña al alcance de pocos, más de una década en la que crecimos junto a Meredith Grey, compartiendo sus éxitos, sus fracasos, sus alegrías y sus sufrimientos.
Todas las vivencias de los integrantes del hospital Grey-Sloan Memorial Hospital sirvieron para que personajes y espectadores aprendieran varias lecciones. Desde FórmulaTV nos hemos propuesto repasar las seis cosas que hemos aprendido con 'Anatomía de Grey'.
1. Nunca pierdas la esperanza
Muchos son los casos médicos que hemos visto a lo largo de tantos episodios, algunos de ellos con final feliz y otros, por desgracia, con un trágico desenlace. No obstante, la mayoría de los pacientes que acuden al hospital nos terminan ofreciendo un mensaje esperanzador, mostrándonos que nunca hay que tirar la toalla porque hasta el peor de los problemas acaba solucionándose.
Los doctores del Grey-Sloan Memoral Hospital también han experimentado en sus propias carnes la necesidad de seguir luchando por seguir adelante aunque las fuerzas y el estado de ánimo dijeran lo contrario. El caso más recordado es aquel episodio en el que Meredith cae en el agua por un contratiempo cuando acuden a socorrer a las víctimas del accidente de un ferry. La doctora no hizo intento alguno por salvar su vida y dejó que el agua la engullera. Por fortuna, Derek llegó para sacarle del agua, aunque los síntomas de la hipotermia eran más que evidentes. Sufrimiento fue el que padecieron Shepherd, Cristina y compañía, un mal trago que acabó con Grey despertando del repentino letargo.
Y como olvidar el capítulo musical, aquel evento especial centrado en la pareja de Callie y Arizona después de que ambas sufrieran un accidente de coche. La vida de la doctora Torres, así como la de su bebé, que tuvo que venir al mundo de manera prematura, pendió de un hilo durante todo el episodio; momentos en los que Robbins, Sloan y el resto de compañeros trabajaron a fondo sin perder nunca la esperanza, sabiendo que madre e hija iban a salir adelante, tal y como al final sucedió.
2. El orgullo no sirve para nada
El ser humano a veces tiende a la arrogancia, un defecto que muchos demuestran con un exceso de orgullo. Algunos pensaréis que el orgullo no tiene nada de malo, pero si lo utilizas para demostrar que eres mejor que los demás o que tienes el derecho de decidir por otra persona, el asunto se complica. Esto mismo les sucedió a April y a Jackson, su matrimonio se vino abajo cuando su bebé falleció horas después de nacer por una grave enfermedad, pero esa tragedia se sumó a que ambos antepusieron el orgullo a la persona a la que querían, consiguiendo que los desencuentros formaran parte de la rutina diaria.
Otro de los casos más reciente lo encontramos en Bailey y Warren. El matrimonio se las prometía feliz; de hecho era la única pareja que continuaba su historia de amor sin problemas pero, en la última temporada, el nuevo cargo de Miranda como directora del hospital y el trabajo de Ben como residente, que le llevó a cometer un grave error con una paciente, propiciaron varios desencuentros entre la pareja. Menos mal que al final se dieron cuenta de que el amor que sienten el uno por el otro es más importante que el orgullo o cualquier otra cosa.
3. Una amiga puede convertirse en una hermana
Nada más se conocieron en el primer episodio ya supimos que Meredith y Cristina iban a hacer muy buena pareja juntas. Con el paso del tiempo quedó demostrado que la unión de ambas superaba los lazos de la amistad, convirtiéndose en algo como hermanas. Cada una ha estado en los momentos más difíciles de la otra -imposible olvidar a Grey ayudando a Yang a quitarse el vestido de su boda con Burke- y en los éxitos, compartiendo todas las vivencias. La frase "eres mi persona" se popularizó gracias a ellas, demostrándonos que los amigos son la familia que uno elige.
Además, a lo largo de las temporadas, Meredith también ha estrechado lazos con Karev, la persona que se ha convertido en su gran apoyo tras la marcha de Cristina y la muerte de Derek, una relación que se ha visto reforzada por todas estas circunstancias. La buena química entre ambos es más que evidente, sin embargo sería imposible que ambos llegaran a tener una relación romántica porque han pasado a ser como hermanos. Alex ha sabido corresponder a Meredith e incluso Jo ha llegado a sentir celos de Grey por el excesivo apoyo que Karev siempre le ha brindado, pero hay que entender que Karev es el hermano que Meredith nunca ha tenido, la persona idónea a la que confiar todos sus secretos.
4. El amor llega cuando menos te lo esperas
A veces no es necesario buscar para encontrar lo que tanto deseas, lo mismo sucede con el amor y, cuando menos te lo esperas, en el lugar más inhóspito, aparece esa persona que cambia tu mundo por completo. Si no lo creéis sólo hace falta echar la vista atrás hasta el primer capítulo de 'Anatomía de Grey', momento en el que Meredith y Derek se conocen en un bar cualquiera y pasan una noche apasionada juntos sin saber que, al día siguiente, se convertirían en compañeros de trabajo. El tiempo hizo el resto y, tras superar numerosos obstáculos, lograron formar una bonita familia.
Hasta una persona de apariencia recia como Karev tiene sus sentimientos. El hombre de acero sacó a relucir su lado más romántico con Izzie, una relación que se vio empañada por la enfermedad de ella, una situación que les llevaría al límite y que finalmente, terminaría de manera tortuosa. Pero como el amor es algo que no se puede predecir, Cupido le regaló una segunda a oportunidad a Alex de mano de una nueva residente, Jo Wilson. De esta forma, las puertas del amor volvían a abrirse para Karev y esta vez gracias a una mujer que le robó el corazón por completo con su semejante forma de ser.
Lo mismo le sucedió a la doctora Torres, tras casarse con George O'Malley. La experta en ortopedia encontró a su media naranja en Arizona Robbins. Probablemente Callie nunca habría imaginado que una mujer pudiera convertirse en su pareja soñada, pero así sucedió con la pediatra. Como ya sabemos, esta historia finalizó de mala manera pero Torres volvió a encontrar el amor en Penny, una mujer que le hizo ver que el corazón puede volver a latir cuando encuentras a la persona indicada.
5. Aprender a perdonar
Todos cometemos errores en algún momento dado, en el trabajo, en los estudios, en nuestro día a día e incluso con las personas que más queremos. Sin embargo, equivocarse es de humanos y pedir perdón es de valientes. Owen y Rigs nos mantuvieron en vilo durante la duodécima temporada porque no alcanzábamos a entender cómo dos amigos que eran como hermanos terminaron convirtiéndose en enemigos. Finalmente comprendimos que un mal entendido del pasado fue la clave que originó esa situación. Con el tiempo, una sincera conversación logró que ambos dieran el brazo a torcer y aceptaran trabajar juntos, pero estamos convencidos de que la mala relación continuará por un tiempo.
Otro ejemplo de ello son Callie y Arizona, la pareja tuvo que superar muchos obstáculos como el accidente de coche y el de avión, rupturas temporales o que Torres tuviera una hija con Sloan; pero también aprender a perdonarse para poder continuar con sus vidas. Lástima que finalmente todo acabara como el rosario de la aurora, aunque la última escena de la 12ª temporada nos recordaba, una vez más, que perdonar es necesario porque nos ayuda a liberarnos emocionalmente de esa persona, consigue quitarnos ese lastre de encima y nos permite pasar página.
6. Comenzar de cero es buena opción
A veces la vida nos pone a prueba con situaciones que creemos imposible de superar, pero no hay que olvidar que cuando una puerta se cierra todavía queda abierto un mar de posibilidades. Volver a comenzar de cero es una buena opción, tal y como hizo Arizona cuando perdió una de sus piernas en el accidente de avión de la octava temporada. Exactamente lo mismo sucedió con Meredith tras la trágica muerte de Derek. La cirujana vio cómo su mundo, ese que tanto le había costado construir, se venía abajo de la noche a la mañana por culpa de un fortuito accidente que le arrebataba la vida a nuestro querido doctor Shepherd.
Huir fue la decisión que Grey tomó por aquel entonces, alejarse de todo y de todos para poder encontrarse así misma en el nuevo camino que le brindaba la vida. A pesar de todo, tiempo después Meredith regresaba a Seattle con un nuevo miembro en la familia, la pequeña Ellis, una decisión que también le llevó a vender la casa que con tanto esfuerzo y esmero construyó Derek para regresar a su antiguo hogar y comenzar una nueva vida de cero junto a sus tres hijos. Volver a empezar fue el mejor camino que pudo tomar.
