Azúcar Moreno en 'Mi casa es la tuya': de la chabola al éxito y las razones de su separación

Doble entrevista en 'Mi casa es la tuya'. Bertín Osborne se ha traldado hasta la casa de Toñi Salazar para entrevistar a dos de las artistas y hermanas más queridas de nuestro país: Azúcar Moreno. Tras unos comentarios sobre el escote más o menos largo de la anfitriona de la noche, ha comenzado por sus más humildes comienzos: "Somos nueve hermanos, llegamos a Madrid al barrio de Vallecas y vivimos en una chabolita que mis padres construyeron".

La mala situación económica, ha explicado Toñi, la llevó a vender Lotería en la Puerta del Sol junto a su hermana: "Era mas importante comer que ir al colegio". "La necesidad obliga", ha apuntado Encarna, aunque dejando claro que ninguna de las dos quiso ser analfabeta: "Despues de trabajar nos daban clase".

Fueron Los Chunguitos los primeros en encontrarse con su vena artísitica a través de la música aunque ellas ejercieron de coristas de sus hermanos con su primer éxito, "Me sabe a humo". Precisamente cuando comenzaba su fama, llegó la desgracia a la familia Salazar con la muerte de Enrique, el tercer chunguito. "Tuvo un bulto en la garganta", ha relatado Antonia, "le dijeron que no era nada, lo celebramos y a los cuatro dias murió, con 24 años. Tenía un tumor que no vieron". Pero las desgracias no llegan solas y a los dos años murió su madre de pena, a la que siguió su padre de un infarto. La droga también entró en sus vidas para destrozarlas, llevándose a su hermano Carlos con tan solo 29 años.

Gitanas atípicas en Eurovisión

Si algo ha caracterizado a Azúcar Moreno a lo largo de su dilatada carrera artística ha sido su manera de vivir pese a ser gitanas. "Los gitanos nos decian que pareciamos payas. Nuestra forma de vestir y de vivir era un pecado, pero nos daba igual", ha confesado Toñi. Sin embargo, su familia siempre las apoyó: "Nuestros padres no decian que teniamos que vivir la vida como sintiéramos. Hemos sido unas gitanas atipicas".

"Fueron una revolución en nuestro mundo", han comentado sus hermanos, José y Juan a través de un vídeo. Tal es así, que ninguna ha tenido miedo de ser madre soltera. La primera en pasar por la maternidad fue Toñi, que sin tapujos se negó en su juventud a pasar por la prueba del pañuelo. "Si el mundo se enfada, que se enfade", ha afirmado muy orgullosa.

Quizás ese desparpajo las hizo idóneas para viajar hasta Eurovisión en 1990, cuando comenzaba su carrera. De su paso por el Festival es muy recordado el fallo de sonido que las obligó a interrumpir su actuación, "Bandido", para empezar de nuevo. "Fuimos muy valientes", ha reconocido Encarna. Zagreb las coronó con un quinto puesto y les abrió las puertas de Europa y del mundo. Toñi lo ha dejado claro: "Eurovisión nos vino genial, sobre todo a nivel económico, pero nunca se nos ha ido la cabeza por el dinero o la fama".

El cáncer de Encarna y las razones de la separación

Tras décadas de éxito, 2007 les esperó con un nuevo golpe, año en el que a Encarna le diagnostican un cáncer de mama. "Cuando me entero de la enfermedad de mi hermana, sentí que la perdía", ha recordado Toñí con dolor. Fue entonces cuando, según ella, más lágrimas ha derramado: "Ver cómo rapaban a Encarna... No he llorado más en mi vida".

Encarna, por su parte, no ha tenido palabras para describir aquel trance: "No se puede explicar lo que se siente cuando te dicen que tienes cáncer". Después de un año en tratamiento, logró ganarle la batalla a la enfermedad, de la que ha sabido sacar algo positivo: "La enfermedad me ha hecho ver la vida de otra forma. Yo siempre he sido una mujer muy estricta, ahora vivo de otra forma".

Después de superar el cáncer, Toñi y Encarna tuvieron que superar una serie de diferencias que las llevaron a disolver Azucar Moreno. En 'Mi casa es la tuya' han confesado que aquello se debió a juntar el trabajo con la familia. Toñi ha dado las razones que las llevaron a permanecer seis años separadas: "Hubo enfretamientos entre su marido y mi pareja de aquel entonces. Pero desde que desaparecieron de nuestras vidas, somos muy felices y artísiticamente estamos más tranquilas".

Involucradas en una nueva gira, las dos admiten estar en un momento muy feliz de sus vidas y más unidas que nunca. Para despedirse, ambas se han dedicado bonitas palabras. Antonia, confesando que no se arrepiente de nada, ha definido a Encarna como "muy noble e inocente", reconociendo, no obstante, que "todo lo se lo calla y se lo deja para dentro", lo que le hace sufrir. Encarna así lo ha reconocido: "Ella es pa' fuera y yo soy pa' dentro, pero nunca dejaremos de ser hermanas y gitanas".