La relación entre Adara y Pol en 'Gran Hermano 17' vive una constante montaña rusa. La actitud de Pol con su chica es causa de la mayoría de encontronazos entre la pareja. Además, su amistad con Miguel ha terminado de hartar a Adara. Sus celos han provocado que la chica se derrumbe en el confesionario, pues no entiende la razón por la que su novio no frena al gallego.
Por su parte, a Miguel, que está al tanto del enfado de Adara, le parece "muy triste" que su amigo le tenga que dar aplicaciones a su novia y además cree que los abucheos que ha recibido por parte del público pueden ser consecuencia de pertenecer a este curioso triángulo amoroso. En cuanto a Pol, el concursante tiene claro que no va a cambiar por nadie, ni siquiera por Adara. Aun así, deja la puerta abierta a privarse un poco de ciertos comportamientos: "Si le molestan ciertas actitudes, si las puedo evitar, mejor".
La "confesión" de Miguel y las lágrimas de Adara
A pesar de que, hasta ahora, entre los dos chicos solo hay una bonita amistad, el gallego ha comenzado a sentir algo por el catalán. O, al menos, eso ha dado a entender en el confesionario. "Hay cosas que aún me cortan. No quiero meter el pie hasta que no ve que puedo. Tengo un cacao increíble, es algo raro. Creo que me estoy confundiendo". El concursante asegura que nunca le había ocurrido algo así.
Adara se ha derrumbado en el confesionario tras un ataque de celos
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Al igual que Miguel, Adara también ha abierto su corazón en el confesionario, aunque entre lágrimas: "Estoy decepcionada, es que no entiendo nada. No sé si soy yo, que veo cosas donde no las hay". Adara entiende que la actitud de Pol no es justificable ya que le hace mucho daño porque, según ella, "siente mucho por él".