SUPERVIVENCIA AUTÉNTICA

7 momentos extremos de 'La Isla', el nuevo reality de supervivencia de Atresmedia

Una caída a nueve metros de altura, heridas cosidas por los propios participantes o una tormenta que despierta sus traumas ocultos: 'La Isla' promete devolver la supervivencia extrema a la televisión.

Por David Carro El 13 de Octubre 2016 | 09:50

Como ya recogíamos hace unos días, Atresmedia volverá a emitir un reality de supervivencia en una isla tras la adquisición de los derechos de 'La isla de Bear Grylls' para realizar la versión española. No obstante, en esta ocasión promete ser supervivencia "de verdad": los participantes, abandonados en una isla desierta, tendrán que sobrevivir sin apenas utensilios y sin nada de comida proporcionada por el programa. De hecho, por primera vez el abandono será real, ya que son ellos mismos los encargados de grabarse durante el mes o mes y medio que suelen permanecer en la isla.

'La Isla', el nuevo formato de Atresmedia

El reality comenzó a emitirse en 2014 en el canal británico Channel 4 y ya lleva cuatro ediciones a sus espaldas, con la quinta confirmada para el año que viene. En este tiempo los espectadores han tenido tiempo de ver de todo, desde caídas a varios metros de altura hasta heridas que los propios participantes se cosen en medio de la selva, por no hablar del hambre y el gran reto psicológico que supone la experiencia. En 'La Isla' no hay sitio para juegos de inmunidad, recompensas, nominaciones o expulsiones, ni tampoco para un ganador final: solo cabe la supervivencia más pura y más extrema y el mayor premio es sobreponerse a los obstáculos de la madre naturaleza. De hecho, a pesar de que Bear Grylls ponga su cara al programa, su aparición es apenas inexistente y no ejerce de presentador como tal.

Hemos buceado en Internet y escalado las montañas de la red para encontrar siete de los momentos más extremos del formato original, ya sea por su componente físico o emocional. Quizás muy pronto veamos en nuestro país momentos igual o más arriesgados gracias a Atresmedia.

1 La caída sobre unas rocas desde más de 9 metros de altura

Patrick Dauncey, participante de la tercera edición del programa, vivió posiblemente el momento más tenso de toda su historia. El joven de 19 años se encontraba de expedición para encontrar comida junto a sus compañeros cuando un paso en falso le llevó a precipitarse al vacío desde una altura de nueve metros, con la mala suerte de aterrizar sobre unas rocas. El equipo de emergencias acudió lo antes posible para atender a Dauncey, a pesar de lo difícil que era acceder a los acantilados en los que se encontraba tendido. Finalmente fue evacuado del programa y, afortunadamente, el chico sobrevivió sin secuelas y con apenas unos rasguños.

Dan se cosió a sí mismo los puntos de una herida

2 Coserse a uno mismo una herida

En la misma expedición en la que se produjo la anterior caída, otro concursante se hizo un profundo corte en la pierna con un machete (y sí, los espectadores vieron el desagradable momento). Dan, médico de profesión, no dudó en pararse en mitad de la selva para coserse la herida y evitar que se le infectase: "No puedo caminar durante cuatro horas por la selva con todos los mosquitos e insectos. Para cuando llegase al refugio ya estaría infectada". Así pues, cogió una aguja, un hilo y anestésicos (esterilizados y proporcionados por el programa, eso sí) y se puso manos a la obra con la única "ayuda" de Elliot, otro participante: "Estaré aquí para que tenga una mano que apretar", afirmaba.

El hambre asalta a los participantes de 'La isla'

3 La caza de un cocodrilo protegido para comerlo

En la segunda edición de 'La isla de Bear Grylls' una nueva polémica sacudió al reality. Los participantes, hambrientos, consiguieron cazar nada más y nada menos que un cocodrilo para comérselo. El problema llegó cuando después, revisando las grabaciones, el equipo se dio cuenta de que el reptil era un ejemplar de cocodrilo americano, una especie protegida que no debía encontrarse en las islas del Pacífico en las que se encontraban. Channel 4 tuvo que disculparse públicamente por no haber evitado la situación... aunque, dado el hambre de los supervivientes, posiblemente habría sido inútil prohibirles la caza de la presa.

Hannah no pudo sobreponerse al estrés postraumático de la guerra

4 Abandona tras una fuerte tormenta que le evocaba su experiencia en Irak

Sobrevivir a un paraje extremo no es solo cuestión de fuerza física, sino también de fuerza mental. En la tercera edición, emitida en abril de 2016, una mujer abandonó el programa tras sufrir una fuerte tormenta durante la noche. Hannah Campbell, de 32 años, sufría estrés postraumático desde que volvió de la guerra de Irak en 2007, donde perdió una pierna por culpa de una explosión. Los relámpagos y los truenos le evocaron a su experiencia en Oriente Medio, y fue demasiado para ella: "Eran los sonidos, los olores, la arena", explicó tras su abandono, "era como ver lo que ocurrió en Irak en forma de flashbacks". Eso sí, después afirmó que la experiencia de supervivencia le había resultado muy gratificante.

Ryan estuvo 5 horas bajo el sol sin beber ni una gota de agua

5 Un participante es encontrado deshidratado tras 5 horas vagando por la selva

A diferencia de otros formatos de supervivencia, en 'La isla de Bear Grylls' tienen libertad para moverse y encontrar comida y otros elementos que les puedan facilitar su estancia en el programa. En la primera edición, Ryan llevó esta ventaja demasiado lejos y estuvo más de cinco horas vagando bajo el sol buscando algo que compartir con sus compañeros, sin ingerir ni una gota de agua. Sus compañeros lo encontraron de regreso al campamento con temblores y sin apenas poder moverse como consecuencia de la insolación y la deshidratación de las que estaba siendo víctima. Aunque Ryan se exigía demasiado a sí mismo y no quería mostrar signos de debilidad, finalmente consiguieron obligarle a sentarse y beber agua para recuperarse.

6 Se le engancha un anzuelo en el dedo y se niega a ir al hospital

La cuarta edición del programa de Bear Grylls tuvo como protagonistas a un grupo de famosos que luchaba por impulsar una campaña contra el cáncer. Las celebrities lo dieron todo y vivieron peligrosos altercados como el de la actriz Lydia-Rose Bright, a la que se le clavó profundamente un anzuelo en el dedo anular. La artista, en lugar de optar por llamar al médico para que se lo sacasen en un hospital, decidió que fuese otra de sus compañeras, la médico Dawn Harper, la que se lo sacase. Las imágenes no dejan lugar a dudas de la fuerza que tuvo que ejercer para extirparlo y el dolor que debió producir en Lydia, además de lo aparatoso de la sangre. Eso sí, la actriz no quiere olvidarlo y meses después de tatuó un pequeño anzuelo en el mismo lugar en el que había cicatrizado la herida.

Shabir no pudo soportar que sus compañeras fueran en bañador