Nadie supo cómo ocurrió. Pero, sin hacer mucho ruido, llegó a nuestras vidas. El 22 de octubre de 2001 se estrenó en TVE un programa que marcaría un antes y un después en la historia de la televisión. 'Operación triunfo' nos presentó a dieciséis jóvenes talentos, entrañables y carismáticos, pero, principalmente, cercanos y reconocibles. Su espontaneidad e ingenuidad fueron la clave de uno de los mayores fenómenos de masas de nuestro país. Ahora, 15 años después, ellos vuelven a reencontrarse. Pero no son los únicos, nosotros nos reencontramos con aquella etapa de nuestras vidas que, sin darnos cuenta, estuvo marcada por la hipnótica magia que desprendía la primera edición.
Los concursantes de 'Operación triunfo'
El sello Gestmusic
Más allá del efecto nostálgico, revivir el recuerdo del fenómeno que emocionó a todo un país no es tarea sencilla. De hecho, los documentales podrían haber caído en lo fácil y obvio: una sucesión de refritos con imágenes de archivo. Pero el equipo de Gestmusic ha estado a la altura, como ya lo estuvo con 'Operación triunfo', y ha dado un paso hacia delante. La productora, junto a la directora Nia Sanjuán, ha sabido tocar las teclas necesarias para retrotraernos a aquella mágica época sin grandes artificios, solamente con verdad. Entre canciones y recuerdos, el tiempo se detiene y, por unos minutos, tanto los inolvidables concursantes como los espectadores, regresamos hasta 2001.
El primer documental intercala la reunión de los triunfitos en una casa rural con las historias de ciertos concursantes. Con Noemí Galera como maestra de ceremonia, junto a Manu Guix, reviven el mítico repertorio que nos enamoró en las galas y conciertos, fundiendo el presente con el pasado. En esta entrega, cinco de ellos profundizan en su experiencia y nos cuentan su situación actual, un presente marcado por aquel fenómeno mediático que cambio sus vidas. La evolución de la tecnología ha permitido a Gestmusic dar un excelente empaque visual. Su cuidada fotografía y su atractiva selección de planos, incluso aéreos, hacen que 'OT. El reencuentro' sea un regalo para la vista y no solo para nuestros oídos.
La cara oculta de 'OT'
Por primera vez, los concursantes de 'Operación triunfo' hablan sin filtro. No hay duda de que el talent show marcó sus vidas, pero no todo fue positivo. Desde sus vivencias, relatan la parte negativa que hay detrás de las luces de los focos y el éxito, sin importar que sean críticos con Gestmusic. Evidentemente, no todas las historias funcionan igual. Dependiendo del interés del triunfito, encontramos algunos altibajos en la narración. Pero el poder y la fuerza que desprenden todos juntos, cuando los dieciséis aparecen en pantalla, va hilando toda la trama, realizando un viaje emocional por todas las experiencias y canciones, manteniendo el interés del documental gracias a su ritmo. Además, no se trata solamente de un viaje sentimental, el humor está muy presente gracias al carisma de los cantantes, los surrealistas estilismos que sufrían en el programa y las simplonas coreografías.
Las chicas cantando "Lady Marmalade" en 'OT. El reencuentro'
Han pasado 15 años, pero la química entre estos dieciséis jóvenes, ya más maduritos (como todos nosotros), sigue latente. No lo negaremos, no todo es igual. Sus carreras han seguido rumbos muy dispares, algunos han permanecido unidos, pero otros se han despegado algo más del grupo. Aunque la magia de aquella experiencia les mantiene unidos, algunos parecen mostrarse menos espontáneos y genuinos que antaño, con menos complicidad con el resto. La imparable carrera de Bisbal parece haber afectado a su relación con el resto, no parece ser uno más de la pandilla.
Bisbal y Chenoa, el foco de atención
Evidentemente, el foco de atención mediática está puesto en el esperado reencuentro de David Bisbal y Chenoa. Su historia de amor nos hizo vibrar hace década y media. Todos nosotros les vimos enamorarse, y nosotros con ellos. Nos emocionaron con "Escondidos". Incluso, sufrimos su ruptura como si fuese la nuestra. Ahora, vuelven a verse las caras en televisión y, por mucha naturalidad que quieras darle al asunto, no es fácil. Sus gestos, sus miradas, o la ausencia de ellas, serán analizadas al milímetro y ellos son conscientes de ello. ¿Quién puede ser natural ante tal panorama? La primera entrega omite cualquier comentario relacionado con ellos, no hay canciones, no hay conversaciones, pero la tensión se palpa en el ambiente. Eso sí, como toda buena historia, va in crescendo y las próximas entregas prometen poner el alma en pie.
Pero 'OT. El reencuentro' va mucho más allá del cebo telenovelesco de la historia de amor, el vello vuelve a ponerse de punta al escucharles cantar clásicos como "Lucía", "Sueña", "Vivo por ella" o "Adoro". Han pasado 15 años, ya no somos adolescentes, pero nos sentimos igual. No importa que pase el tiempo, su música seguirá siendo nuestra voz.
