Seguimos repasando la nueva temporada de 'How to Get Away with Murder', esperando saber más sobre el incendiario incidente producido en casa de Annalise y el misterioso cadáver. En este segundo capítulo hay un caso que parece imposible de resolver, mientras los alumnos lidian con el drama usual. Veamos lo sucedido.
En defensa propia
La acción comienza con fuerza en esta entrega, pues Keating escucha el mensaje que le dejó Frank en su buzón de voz al matar al detective. Presenciamos cómo lo hizo, y cómo pretende hacerlo pasar por un truculento accidente de coche. La abogada no duda en destrozar el móvil desde el que estaba operando para encontrar a su ex-empleado.
Connor tendrá un rol vital en este capítulo
En cuanto al ámbito académico, Annalise pretende que sus alumnos la ayuden a conseguirle la libertad condicional a una mujer que asesinó a su marido muchos años atrás, tras recibir palizas y vejaciones durante su tiempo juntos. La misma mujer será la que elija al alumno que quiere que la defienda, y el encargado acabará siendo Connor.
La brillante idea que tiene el chaval para que la mujer confíe en él y se abra (que Keating, como no podía ser de otra manera, acabará desaprobando), es confesarle que él también mató a una persona. Pero la cosa funciona, y la convicta le cuenta al tribunal lo mal que lo pasó, y que si no hubiese matado a su marido hubiese tenido que soportar ese infierno durante toda su vida.
La clase conoce al nuevo integrante del equipo Keating: Oliver
Keating tenía sus esperanzas puestas en que la hermana del difunto testificara a favor de la condenada, pues ella también había sufrido sus abusos, pero, finalmente, no da su declaración. Aunque al tribunal no parece hacerle falta, y le concede la libertad a la mujer, que no puede creerse que por fin vaya a ser libre. Connor y su profesora se han quitado un enorme peso de encima.
Sin embargo, la alegría le durará poco a la abogada, ya que para la universidad es un problema tremendo la mala publicidad que están suponiendo los carteles con la cara de Annalise. De hecho, queda suspendida por el momento, y ella amenaza con una demanda millonaria.
El caso del día se pone difícil para Connor y Annalise
En otro orden de cosas, lo que tenía que haber sido una celebración acaba en momento incómodo y discusión, y Connor se marcha de casa de Oliver. Acude a la de Michaela, y descubre que está acostándose con Asher. Por su parte, Laurel, que había estado mucho tiempo dejándole mensajes de voz a su querido Frank, le deja otro pidiéndole que vuelva y diciéndole que le quiere. No obstante, parece haberlo hecho por petición de Annalise y Bonnie.
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Dos meses después, seguimos presenciando la desgracia que parece estar viviendo Keating. Pero la abogada siempre tiene un as en la manga, y le da su teléfono móvil a un preocupado Oliver, con la intención de que lo limpie. Tras esto, la policía arresta a la avispada profesora.