'The Walking Dead': Un sobrecogedor estreno que deja sin palabras y estremecido al espectador

Nunca imaginamos que llegaría a su punto más álgido en su séptima temporada. Pero 'The Walking Dead' es una superviviente, no solo del apocalipsis zombie, también de sí misma. La ficción de AMC, que emite Fox España, ha sufrido varios altibajos, con algunas temporadas flojas y capítulos soporíferos, pero su sexta temporada llegó pisando fuerte desde la season premiere. Tras dieciséis episodios, fuimos testigos del mayor cliffhanger televisivo de los últimos tiempos. Ahora, el arranque de la esperada y temida séptima temporada nos ofrece la sangrienta resolución. A partir de aquí incluye devastadores spoilers. No sigas leyendo si todavía no has visto el 7x01.

Los espectadores hemos tenido que esperar seis largos meses para descubrir quién era el elegido por Lucille, el sádico bate de Negan (Jeffrey Dean Morgan), para morir al ritmo de una atroz canción infantil. 'The Walking Dead' ha regresado con la resolución de su cliffhanger en el capítulo más salvaje y gore que la pequeña pantalla ha presenciado. El impactante arranque sienta las bases de la séptima temporada, una temporada que tiene nombre propio: Negan. Sin duda, él es la clave del capítulo "The Day Will Come When You Won't Be" ("El día llegará cuando tú no estés"). Se trata de un personaje kubrickiano, despiadado y cruel, pero sádicamente educado. No era fácil. Durante la sexta temporada generaron enormes expectativas sobre su figura, hasta que entró por la puerta grande gracias a ese desolador final abierto.

Aunque ya habíamos esperado bastante, los espectadores hemos tenido que esperar 13 minutos más hasta conocer la resolución de la primera muerte: Abraham (Michael Cudlitz). Una víctima poco impactante para una audiencia que ha sufrido la agonía de la espera. Pero, gracias a esta primera muerte, la siguiente nos ha pillado totalmente desprevenidos. Entre lágrimas y con el corazón en un puño, hemos sido testigos del brutal asesinato de Glenn (Steven Yeun), uno de los personajes más icónicos de la ficción de Frank Darabont. Eso sí, el sentimiento más desgarrador para los espectadores no lo generan las muertes, sino el sufrimiento sobrecogedor de Rick Grimes (Andrew Lincoln). La ausencia de diálogos del protagonista es un paralelismo con cómo nos sentimos como telespectadores: sin palabras y conteniendo la respiración.

Angustia desmesurada

La excelente sexta temporada de 'The Walking Dead' puso el listón muy alto a su regreso, pero lo han conseguido. El estreno de la séptima nos ha regalado uno de los episodios más bestiales, salvajes, violentos y perturbadores de toda su historia. Desde el minuto uno, el espectador se queda sin palabras para expresar lo que está viendo: una sucesión de secuencias de tremenda carga emocional y sobredosis gore, repleta de sesos y vísceras. Los roles han cambiado, Rick ya no es el líder y, junto a él y los suyos, vamos a sufrir su decadencia en las próximas entregas. Si eres de los que criticaba la monotonía en la serie, se avecinan curvas. 'TWD' ha vuelto a nacer. Por el momento, nosotros necesitamos una semana para reponernos del susto, demasiadas emociones en un solo capítulo.