Han sido 116 capítulos de 'Águila Roja'. Nueve temporadas de aventuras, amor y traiciones. De muertes, de odios, de giros dramáticos y de mucha acción. Después de más de siete años en antena, la serie de TVE se ha despedido, y lo ha hecho sin grandes sobresaltos. Los creadores de la serie han apostado por un final feliz. Por un final donde triunfó el amor.
'Águila Roja' se despide para siempre con la muerte de uno de sus personajes principales
Águila Roja' ha llegado a su final y con él decimos adiós (por fin) al Cardenal Mendoza, interpretado por Jose Ángel Egido. El personaje más odiado por muchos seguidores de la ficción de La 1 se ha ido dejando un gran alivio. Manipulador, hipócrita y adúltero, el Cardenal Mendoza se ha ido dejando momentos únicos. Bien es cierto que los guionistas de la serie guardaban un final poco arriesgado, un final feliz y con muertes previsibles.
Con la muerte del Cardenal Mendoza supimos que tanto Águila Roja, como el Comisario y Sátur salvan sus vidas, aunque los tres han estado cerca de la muerte durante todo el capítulo. El primero fue Sátur. El fiel escudero del héroe a punto estuvo de morir por un disparo de Alonso, el hijo de Gonzalo. Más tarde, tanto el Comisario como el maestro de la Villa casi son ajusticiados, pero Águila Roja aún se guardaba una de las hazañas más épicas que se le recuerdan. Al galope, a lomos de un caballo con Margarita a las riendas, Gonzalo de Montalvo escapaba sano y salvo.
Reaparición de Margarita
El último capítulo también nos ha traído sorpresas agradables. La vuelta de Margarita, personaje al que da vida Inma Cuesta, vuelve para reencontrarse con los espectadores pero, sobre todo, con Gonzalo de Montalvo. El reencuentro nos ha invadido de nostalgia, de amor y de sorpresa. La reaparición de Margarita nos desvela que espera un hijo de Gonzalo, por lo que pareja se dispone a ser padres.
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Y sí, fueron felices y comieron perdices. El final, ya conocido por todos, no impidió que el amor triunfase. El cuento acabó. El final fue cerrado. Y padre y marido. Águila Roja y Margarita se casaron, tuvieron a su hijo y envejecieron sanos y salvos.