'Anatomía de Grey' 13x07 Recap: "Why Try to Change Me Now"

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' el futuro de Karev en el hospital peligraba por culpa de las exigencias de Catherine Avery. Sin embargo, un descubrimiento de última hora podría suponer la permanencia de Alex en su puesto de trabajo si en el juicio sale victorioso. Para sorpresa de muchos, resulta que la raíz de todos los problemas y el fracaso del personal médico se debe al programa de residentes, un programa dirigido por Richard Webber y que pone a Catherine entre la espada y la pared. ¿Qué hará para resolver este conflicto?

En este séptimo episodio de la decimotercera temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "Why Try to Change Me Now", Catherine decide contratar a una nueva consultora para evaluar a todos los médicos. Además, los problemas matrimoniales de Owen y Amelia comienzan a ser un inconveniente y a interferir en su trabajo como cirujanos. Por su parte, April intenta volver a darle una oportunidad al amor registrándose en una aplicación para encontrar parejas. Veamos al detalle lo sucedido en este nuevo episodio.

Falta de confianza entre Amelia y Owen

Como ya auguramos en el capítulo anterior, los problemas entre Amelia y Owen no han tardado en aparecer y en hacer mella en la pareja. La falta de confianza de ella con su marido está provocando disputas de lo más absurdas, con lo fácil que sería contar la verdad y zanjar el asunto de la paternidad. Sabemos de sobra que Hunt es comprensivo y seguramente comprendería a Amelia, pero dejar pasar el tiempo en lugar de afrontar la situación solo aumentará el problema.

Lo peor de todo es que sus desavenencias comienzan a afectar a las decisiones médicas y al trato con los pacientes. Si acumulas los problemas al final acabas explotando, justo como le sucede a Amelia que, de malas maneras, le dice a Owen que no quiere tener un hijo (resulta curioso escuchar al personaje decir estas palabras cuando la actriz esconde en todos los planos su embarazo con objetos situados estratégicamente delante de su barriga).

Desgraciadamente Amelia ha perdido las formas y no ha sabido controlar la situación, lo que ha provocado una fuerte disputa entre una pareja que lo tenía todo para ser feliz. Queda demostrado que en 'Anatomía de Grey' el amor dura poco tiempo, aunque todavía no está todo perdido con Amelia y Owen. Quién sabe, a lo mejor Hunt acaba comprendiendo la decisión de su mujer cuando esta se decida a contarle la verdadera historia por la que no quiere ser madre.

Por su parte, April se ha creado una cuenta en Tinder, la aplicación para encontrar pareja. Kepner está abierta al amor y dispuesta a encontrar al hombre de su vida, algo que desilusionará a los que pensaban que todavía quedaba una mínima posibilidad de que ella y Jackson retomaran su relación. Sin embargo, parece que Avery no termina de encajar que su ex mujer quiera rehacer su vida sentimental, por mucho que intente animarla a salir con otros hombres en el fondo sigue queriéndola y desea que todo se arregle para poder recomponer esa familia que se rompió tiempo atrás.

El nuevo método

Los rumores sobre la llegada de una nueva consultora que va a observar el trabajo de los doctores para evaluar el funcionamiento del programa del hospital hacen saltar las alarmas. La mayoría de residentes creen que es por culpa de Warren y el error que cometió en la temporada anterior, pero lo peor de todo es que temen un despido masivo. Siendo el director del programa es de extrañar que Webber sea el último en enterarse de que va a ser examinado, una situación que el veterano médico no se toma muy bien.

Que te dejen hacer críticas sobre tus superiores sin que éstos se enteren siempre resulta un alivio y una forma de desahogarse, como cuando en el instituto o en la universidad te pedían que valorases el trabajo de tus profesores. Eso mismo han pensado los residentes, que rápidamente han sabido ver en Eliza Minnick, la nueva consultora, una aliada. El problema está en que los profesores, en este caso los médicos adjuntos, quieren saber qué piensan de ellos sus residentes, y no dudan en coger la libreta de apuntes de la doctora Minnick.

Aunque han robado no les importa mucho, ya que entre sus apuntes encuentran una lista con los nombres de todos los médicos adjuntos, una lista en la que Arizona no aparece por ningún lado y en la que Pierce se encuentra en última posición. La lista de la discordia preocupa a algunos, especialmente a Pierce, sobre todo después de que la consultora le haya dejado claro que ninguno de los residentes le ven como una buena profesora.

Ahora ya sabemos el motivo por el que Maggie ocupa ese puesto, pero ¿por qué no está Robbins? ¿Tan mala profesora es para no tener derecho ni a aparecer en la lista? Resulta que las cosas no son como pensaban, Arizona no estaba porque la lista simplemente era para que Minnick pudiese recordar todos los nombres y, al parecer, el de Arizona no tardó en aprendérselo porque está descaradamente interesada en una mujer como ella. ¿Será Minnick y no Murphy la persona que ocupe de nuevo el corazón de Robbins?

Mientras tanto, la consultora no duda en intervenir en la forma de trabajar de los adjuntos, diciéndoles cómo deben enseñar, unos consejos que no son bien aceptados por ningunos de los cirujanos jefe. A nadie nos gusta que se entrometan en nuestro trabajo, pero Minnick cuenta con el beneplácito de Bailey y ni Webber, como director del programa de residentes que es, puede hacer nada para que la consultora deje tranquilos a los médicos. Además, Minnick está demostrando un carácter fuerte y tampoco va a dejar que le impidan hacer su trabajo, ella está en el hospital para ayudarles a mejorar y eso piensa hacer.

Cansado de que nadie le tenga en consideración y de que Minnick le haya robado el puesto, Richard decide hablar con Miranda para aclarar la situación. Pero Bailey, mostrando su temperamento, se enfrenta a Webber y asume todas las responsabilidades de las acciones que toma la consultora. Después de cómo le trató Catherine, ¿por qué ha decidido cargar con toda la culpa? Aunque parece que Miranda tiene claro cada paso que da, a pesar de su firmeza sigue sin saber si está haciendo lo correcto. ¿Por qué no deja que sea Catherine la que dé la cara delante de Richard?

Sin embargo, Maggie parece ser la única que quiere recibir ayuda de la consultora para mejorar como profesora. Está asustada tras escuchar las opiniones de los residentes ya que ella siempre ha sido excelente en todo lo que ha hecho y ahora parece que no es tan buena como pensaba. En su propósito de mejorar y aprender, Pierce permite a Minnick tomar el mando en una operación muy importante, e incluso deja que Murphy actúe como la cirujana principal siguiendo las órdenes de la consultora.

Durante la intervención surge un inconveniente provocado por la nueva forma de trabajar de Minnick, que basa su método en dejar que los residentes tomen el control y asuman los riesgos de enfrentarse a lo desconocido. Es un método un tanto cuestionable pero nadie puede negar que efectivo. Eso mismo piensa Maggie que, aunque admite que Minnick es una metomentodo, tiene razón en lo que hace. Por su parte, Minnick está dispuesta a aceptar el puesto, pero no piensa compartirlo con nadie, solo ella será la autoridad. Lástima porque a pesar de todo Webber quiere trabajar con ella y aprender. ¿Qué decisión tomará ahora Bailey? ¿Despide al hombre que ha sido su mentor o no contrata a la mujer que podría hacer que el hospital progresara?