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Alejandra Andrade ('Callejeros', 'Encarcelados') vuelve a patearse las calles en busca de las injusticias y denuncias de las que el resto de medios, en muchos casos, no llega a hacerse eco. De este modo, la periodista vuelve a Mediaset para ponerse al frente de 'Fuera de cobertura', el nuevo programa de Cuatro que recorre, cámara en mano, diferentes puntos del mundo para mostrarnos la cara oculta de temas tan denunciables como la homofobia en Rusia, las armas en Estados Unidos, el acoso sexual en Egipto, la ilegalidad laboral de españoles en Marruecos o el estado de los presos en Guantánamo.
El programa llega a nuestras pantallas este lunes 7 de noviembre a las 22:00h en Cuatro. De esta manera, se suma al resto de formatos de este canal que componen el sello "Reporteros Cuatro" como 'Soy noticia' con Nacho Medina o 'Conexión Samanta'. Además, 'Fuera de cobertura' es el primer trabajo de Producciones Imposibles, la productora que ha llevado a cabo la propia Alejandra. En una entrevista concedida a FormulaTV.com, la periodista nos ha contado cómo ha sido la experiencia de realizar su nuevo programa y los problemas por los que han tenido que pasar al adentrarse en territorios tan conflictivos.Alejandra Andrade se hace eco de las denuncias sociales en 'Fuera de cobertura'
En primer lugar, enhorabuena por tu programa. ¿Por qué decidiste llevar a cabo 'Fuera de cobertura'?
Para mí este es el proyecto más personal de toda mi trayectoria y tenía muchas ganas de hacer un programa de reportajes periodísticos con un equipo al que admiro profundamente. Por una cosa que es maravillosa y no es fácil de encontrar: es gente que ama este oficio y respeta muchísimo esta profesión. Respeta a la gente que entrevistamos, a las personas que grabamos y al público al que está dirigido. Esto es un sueño que ha sido posible gracias a Cuatro y del que estoy muy orgullosa, la verdad.
¿Cómo habéis vivido el día a día en el rodaje?
Hemos disfrutado muchísimo, es un programa que está hecho con el alma y con el corazón y con muchísima pasión. Durante las grabaciones hemos llorado, nos hemos reído, hemos disfrutado y creo que todo eso está reflejado en los reportajes. Creo que hay algo que te llega cuando los ves.
Esto es un sueño que ha sido posible gracias a Cuatro
En 'Fuera de cobertura' habéis visitado territorios muy conflictivos, ¿qué complicaciones han surgido a lo largo de todo el proceso de grabación?
Hay de todo. Guantánamo para mí es la cárcel más infame y más injusta del mundo donde los presos están sin ser juzgados, sin tener derecho a defenderse y sin tener la posibilidad de un juicio justo, aparte de todas las torturas que hasta el mismísimo Barack Obama ha reconocido que se han producido en ese terrible lugar. Ha sido difícil, pero bueno, en el caso de Guantánamo es burocracia: gestiones, gestiones y gestiones. Creo que pasamos unos 6-7 meses hasta que nos dieron el permiso para entrar y, al final, estuvimos solamente ocho horas dentro de la prisión con un montón de limitaciones.
¿Qué es lo más destacable de 'Fuera de cobertura'?
Un montón de cosas. Es un programa en el que los protagonistas son las personas. En muchos casos, las personas se han atrevido a ponerse delante de una cámara para denunciar una situación injusta, una situación que nosotros creíamos que no puede quedarse fuera de cobertura. Al final yo me quedo con las personas. Por ejemplo, activistas rusos del colectivo LGTB que se juegan la vida luchando por defenderse. En muchos casos, es como si ser uno mismo fuera un terrible delito. Son personas admirables que se juegan la vida luchando por lo que son, por ser gay o por ser lesbiana. En el caso de las mujeres en Egipto, hay que ser muy valiente para defender en una ciudad como El Cairo los derechos de las mujeres. Contamos con testimonios terribles de mujeres que han sido acosadas por la masa, violaciones colectivas, que nos han contado su experiencia y que luchan por que eso acabe en sus países.
Hay que ser muy valiente para defender en una ciudad como El Cairo los derechos de las mujeres
¿Qué otras historias se te han quedado más grabadas en la memoria?
Me ha impactado mucho los programas que hemos dedicado a la crisis. Hemos puesto cara a los multimillonarios que se hicieron ricos gracias a la crisis, cómo vive ese 1%, qué piensa, cómo ve el futuro de España. También hay gente muy joven que ha terminado la carrera, con másters con matrícula de honor y, al ver que no tienen oportunidad aquí en España, se han tenido que ir fuera. Están trabajando, en el caso de Londres, como sirvientas de familias inglesas cobrando 400-500 horas al mes, trabajando 12 horas al día. Explotación pura y dura. Gente de mediana edad que podría ser mi padre o mi tío están trabajando de manera ilegal en Marruecos. El mundo al revés, la puerta giratoria del Estrecho. Gente que ha cruzado el Estrecho, al revés de lo que suele hacerse, y están trabajando por unos sueldos miserables y viviendo con una vida bastante dura, cobrando ilegalmente.
¿Qué criterios se han seguido para elegir los destinos de grabación?
He tenido la suerte de trabajar con una cadena como Cuatro que nos ha dado toda la libertad del mundo a la hora de elegir los temas. Son temas que a nosotros nos indignan, nos revuelven como periodistas y como personas, y la cadena ha apostado por ellos. Ha sido un lujo.
Alejandra Andrade se adentra en territorios conflictivos en 'Fuera de cobertura'
¿Cuál ha sido la historia que más te ha impactado personalmente?
La verdad es que uno de los que más me ha impactado ha sido el de la homofobia en Rusia porque es duro ver cómo se vive con ese miedo, cómo la sociedad te rechaza. El tema de las mujeres acosadas también ha sido muy duro. Pero también el de los millonarios de la crisis, de repente ver cómo los ricos se han hecho aún más ricos. No me podría quedar con una historia solamente. La entrevista con el ex preso de Guantánamo que nos narra las torturas que ha sufrido dentro de la prisión la verdad es que te pone los pelos de punta.
¿Has sentido miedo en alguna de las grabaciones, en la que llegases a pensar que tu vida corriera peligro?
Tuve mucho miedo en El Cairo porque fuimos en las fiestas del cordero que es cuando se incrementan los acosos y las violaciones. Después de escuchar todos los testimonios de las mujeres que nos narraban cómo habían sido víctimas de violaciones horribles sí da miedo. Pero, bueno, tenemos mucho callo y mucha calle. Al final es nuestro trabajo.
Desde el punto de vista periodístico, ¿cómo se vive el presenciar tan de cerca las historias?
A mí me encanta. Lo llevo haciendo siempre. Al final esto, ser periodista y reportera, es una forma de vida. Yo no sabría vivir de otra manera. Me siento una privilegiada por poder vivir estas experiencias, por poder contarlas y, sobre todo, por poder visibilizarlas en un programa de televisión.
Gente de mediana edad que podría ser mi padre o mi tío están trabajando de manera ilegal en Marruecos
El hecho de vivir estas historias en primer plano, ¿hace que te sientas impotente al contemplar tanta injusticia, al escuchar lo que dicen o con lo que ves?
Sí, sí. Muchas veces te cabreas, te indignas pero, bueno, al final nuestro trabajo es contarlo de la manera más objetiva posible. No pretendemos teorizar. Hemos bajado al terreno y hemos pisado, como he hecho siempre. Hemos contado historias que pensamos que son injustas y que hay que denunciarlas. En algún caso, por ejemplo en Rusia, hemos entrevistado a un tipo que está en contra de los gays y que te dice en una entrevista que los gays y lesbianas, el colectivo LGTB, son unos enfermos. Pues sí, te dan ganas de mandarle a la mierda pero al final es nuestro trabajo.
¿Te has encontrado con muchas complicaciones de producción a la hora de abordar los temas?
La verdad es que no. Son reportajes que están muy cuidados, muy bien producidos y muy pensados desde el principio. Yo creo que ha sido la vez en la que he ido con todo más hilado, digamos. Luego han podido surgir cosas: a veces se caen grabaciones o, de repente, te salen otras nuevas pero esta vez el equipo de profesionales ha sido brutal y lo ha llevado todo muy bien pensado antes.
En muchos casos, es como si ser uno mismo fuera un terrible delito
¿Recuerdas algún caso en el que tuvieras que convencer a la persona para que diese su declaración?
Sí, muchas veces. Pero, en principio, todos los programas empiezan con una persona en un rincón del planeta que coge su teléfono y hace la llamada. Lo bueno de este programa es que es gente que tiene el valor de ponerse delante de la cámara a denunciar una situación dura. Ha habido un trabajo de preproducción anterior para hablar con ellos, pero son ellos los que quieren denunciarlo. Tanto en el caso de la homofobia, como en el del acoso o como en el de las armas en Estados Unidos. Por ejemplo, una chica muy joven que está estudiando un máster en Texas y en su universidad entran armas y la chica dice "esto es una salvajada, van a entrar armas a la universidad". Ha sido la gente la que ha querido denunciar esta situación y luego nosotros hemos ido ahí a contarla y a denunciarla.
¿Cómo te sientes al volver a casa, a Mediaset?
Estoy feliz, es un gustazo. Con Mariano (dirección de programas de Cuatro) siempre me he llevado fenomenal. Con Gemma y con Olga (producción ejecutiva y delegada de Mediaset, respectivamente) ha sido un gusto trabajar porque han entendido nuestra manera de contar historias y han entendido nuestra forma de hacer reportajes. Nos han ayudado un montón.
¿Sientes que compites, de alguna manera, con tu anterior compañero, Jalis de la Serna, al haber trabajado en diferentes cadenas?
Al principio sí tenía un poco de miedo porque no sabíamos cuándo íbamos a emitir pero ahora ya no, él ha terminado su programa y yo estoy encantada de que le haya ido fenomenal. Jalís es mi amigo del alma, así que cero competencia.
¿Han sido duros los comienzos con tu nueva productora, Producciones Imposibles?
Sí, han sido duros pero, como todos los comienzos, ha sido emocionante también y ha sido un gusto poder haber vivido esto. Me siento una provilegiada, ha sido una maravilla.
En Cuatro han entendido nuestra manera de contar historias y de hacer reportajes
¿Por qué este nombre, Producciones Imposibles?
Pues la verdad es que hemos pensado mucho en el nombrecito, ya le podríamos haber puesto otro. Cuando no salían las cosas decíamos por qué no le habremos puesto otro nombre (Risas). Parecía que era imposible: trabajar sin jefes y con gente a la que quieres y admiras tanto profesionalmente. Al final tenemos jefes porque tenemos a Cuatro, pero no hemos tenido ninguna cortapisa de ningún tipo, hemos propuesto nosotros los temas. Parecía como imposible y al final lo hemos conseguido. Ojalá siga.
¿Te plantearías otro tipo de formato que no fuera el reportaje o como presentadora en un futuro?
No. Sí me gustaría desde el sello Producciones Imposibles seguir pudiendo hacer otro tipo de programas en los que yo no esté delante de la cámara pero siempre enfocado al periodismo y a los reportajes porque es lo único que sé hacer.
¿Tienes esperanzas en que haya continuación de 'Fuera de cobertura'?
Claro, ojalá vaya bien y podamos hacer una segunda temporada.
¿Algún proyecto en mente más con Mediaset?
Estamos trabajando en un par de cositas, pero hasta que no salga no puedo decir nada. Pero sí, tengo un par de cosas pendientes que tienen muy buena pinta.