Hace once años el panorama televisivo español se encontraba totalmente monopolizado. Una cadena pública y dos privadas se llevaban toda la tarta. Producían un tipo de televisión generalista similar, con un patrón de producción muy parecido donde la innovación, el atrevimiento y el riesgo tenían muy poca cabida. Pero todo cambió con la llegada de dos nuevas cadenas de televisión que decidieron dar un golpe sobre la mesa y revolucionarlo todo, agitar el audiovisual español y demostrar que se podía hacer una televisión diferente, atrevida y totalmente alternativa a Telecinco, Antena 3 y La 1.
Cuatro fue la primera de ellas en estrenarse, un 7 de noviembre de 2005 a las 20h44. En ese instante iniciaba su andadura una nueva privada de la mano del grupo PRISA que prometía ser diferente, que pretendía sorprender y dar hueco a un público que no tenía en el resto de cadenas una oferta dirigida a ellos. La estrategia funcionó, Cuatro logró asentarse y a día de hoy es una de las cadenas con mejor target comercial de la pequeña pantalla. Lo ha conseguido gracias a cuatro elementos que la han hecho única: el atrevimiento, la cercanía, el cuidado de su imagen y la creación de una personalidad única y arrolladora.1 El atrevimiento
Boris Izaguirre, Ana García-Siñeriz y Juan Carlos Ortega
Lo fue desde el primer día y todavía mantiene muchos coletazos de ese rasgo. Cuatro es una cadena de televisión atrevida, que desde sus inicios no ha dudado en apostar por géneros o formatos poco vistos en la pequeña pantalla, con los que sorprender al espectador. Siempre ha pretendido dar un paso más allá y experimentar. Si en su día fue una cadena innovadora en la que no importaba invertir para lanzar proyectos nuevos y diferentes, ahora es utilizada en Mediaset como laboratorio donde estrenar productos que no tienen cabida en Telecinco.
En su primera etapa optó por ser una cadena que contaba con infinidad de géneros televisivos diferentes agrupados en una parrilla que se alejaba de la estructura utilizada por el resto de televisiones. Una ficción diaria, doble prime time, informativos a una hora distinta a la del resto o mucho contenido propio los fines de semana fueron algunos de los elementos que la diferenciaron rápidamente, Cuatro se atrevía a hacer televisión de una forma diferente. Contenidos juveniles ('Cuatrosfera', '6 Pack', 'Ke No!' o 'Córta-T'), géneros clásicos llevados de una forma original ('Channel nº4', 'Noche Hache') y mucha ficción mezclada con realidad ('Chicas en la ciudad' y 'Suarez y Mariscal, caso cerrado') formaron parte de una apuesta alternativa que a día de hoy sigue con el género del reporterismo elevado a su máxima potencia con apuestas como '21 días', los formatos de Alejandra Andrade y Nacho Medina o con la estrella de la corona: los dating-shows en todas sus variantes (en restaurantes como 'First Dates', en islas como 'Adán y Eva' o de una forma tróspida en todos los que conduce Luján Argüelles).
2 La cercanía
Zona Cuatro en Colón
Otro punto que en Cuatro siempre se ha cuidado es la cercanía a la audiencia, integrarse con su público e intentar que estos sientan la cadena suya. En 2008 se logró de una forma muy significativa cuando se acabó convirtiendo en la televisión de la Eurocopa 2008 gracias a toda la campaña realizada bajo el lema "Podemos". Plaza de Colón fue invadida literalmente por todos los profesionales de Cuatro que la convirtieron en un gran plató de televisión. Presentadores, actores y colaboradores vivieron las victorias de la Roja junto a todos los españoles que allí se encontraban concentrados, el público sintió como la cadena se integraba con ellos y vivía los partidos con ellos. Incluso se utilizó la mascota 2Balls y un Casilla transformado en robot para integrarse en los partidos y pausas publicitarias.
En cuanto a contenido, Cuatro también ha apostado siempre por programas que generan un gran ruido social y eso es también fundamental para tener al público cerca. Twitter y Facebook son un hervidero de comentarios hoy en día con formatos como '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' o 'Adán y Eva' donde la audiencia opina, no duda en hablar e interactúa, y Cuatro recoge y aprovecha el tirón. El género tróspido por ejemplo nació exactamente así.
Y finalmente, la imagen corporativa es fundamental para acabar de completar ese punto. Cortinillas con un punto ácido y divertido, campañas de imagen implicando a la audiencia y guiños a momentos diarios vividos por cualquiera han hecho que Cuatro también de la imagen de cadena cercana, divertida e irónica.
3 Una imagen corporativa muy cuidada
Cortinilla protagonizada por Pablo Motos
Cuatro ha cambiado mucho a lo largo de estos once años pero hay algo que siempre ha mantenido fielmente: su imagen corporativa. Es de las pocas televisiones que ha decidido cuidarla al milímetro, apostar por infinidad de campañas diferentes, intentando sorprender diferenciándose de la competencia. Es por ello que incluso este trabajo ha recibido su recompensa con galardones como los premios Laus que se llevó por campañas de imagen como "2Ballzilla" o "Cuatrobots".
El rojo como color corporativo, dos bolas y la palabra 'cuatro' como logotipo, y una tipografía moderna y juvenil son los elementos principales que se han mantenido desde 2008. A lo largo de este tiempo las diferentes etapas vividas en la cadena han venido marcadas por diferentes campañas de imagen; algunas de acción real, otras realizadas íntegramente de forma digital y muchas de ellas contando con los rostros de la cadena como protagonistas absolutos.
Algunas de las cortinillas emitidas por Cuatro
Si en sus primeros meses de vida se nos avisaba que la cadena "estaba recién pintada", se nos saludaba en todos los idiomas o veíamos a personas enganchadas a la pequeña pantalla sin saber qué cosas surrealistas sucedían a su alrededor, más adelante vimos a sus presentadores mimetizados en entornos de fantasía, escapando de la que ya es la mascota de la cadena 2Balls, convertidos en dibujos animados o con versiones minis de ellos mismos. También descubrimos a los jugadores de la Selección Española transformados en robots héroes de su pueblo o un gran conjunto de cortinillas que a día de hoy se mantienen donde, realizadas de forma digital, se juega con la ironía y el humor de una forma poco vista en televisión.
4 Una personalidad única
Eva Hache
Algo que no suele ser demasiado habitual en televisión es que las cadenas tengan una personalidad marcada y definida, que se haya trabajado internamente en crear una imagen de marca reconocible y sorprendente. Debería ser fundamental tener claro en este punto ya que es muy importante tener un perfil muy marcado a la hora de trabajar con anunciantes, pero no es lo más común, es más, la mayoría de cadenas tienen una imagen que se ha construido a base de estrenos, cambios y trabajo diario, pero no tras una estrategia previa de posicionamiento, como en su día hizo Cuatro.
Meses antes de que la cadena naciese, Elena Sánchez y Fernando Jerez crearon un equipo de profesionales que trabajaron a fondo en crear una nueva cadena que marcase la diferencia y tuviese muchísima personalidad. Ambos han confesado en más de una ocasión que esa primera Cuatro tiene mucho de ellos, de su personalidad y forma de trabajar, lograron impregnar esa nueva televisión de sus valores y darle un aire diferente al resto de apuestas que hasta ese momento existían en nuestro país.
Cuatro nació con una personalidad muy marcada que era resultado de la suma de una imagen corporativa cuidada, un grupo de profesionales con un perfil diferente y un conjunto de apuestas que sorprendían a primera vista. El espectador entendió rápidamente que lo que ofrecía Cuatro no era lo mismo, que arriesgaba y era una cadena cómplice, que jugaba en sus cortinillas y contenidos, que iba más allá y que estaba más cerca del público urbano, social y alternativo que de un público generalista más adulto.
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