Juan Diego Botto ('Buena conducta'): "El reto era hacer que un malo cayera bien"

¿Alguna vez has querido hacer borrón y cuenta nueva? ¿Has deseado huir de un lugar o incluso de ti mismo? ¿Has querido enmendar un pasado lleno de errores con un presente de buena conducta? Esta es la premisa en la que se basa 'Buena conducta', la nueva serie que TNT lanza este martes 15 de noviembre a las 22:30 horas de forma simultánea con Estados Unidos.

Junto a Michelle Dockery, popular por su papel de Lady Mary en la aclamada 'Downton Abbey', este thriller cargado de altas dosis de seducción y de engaños contará con Juan Diego Botto como protagonista. Así, tras una larga trayectoria tanto en cine como en teatro, el argentino se estrena en la televisión americana como Javier Pereira, un asesino a sueldo que atesora todas las cualidades necesarias para sobresalir en su profesión. A pesar de la alargada sombra de Dockery, Juan Diego logra marcar su terreno gracias a un papel que no deja indiferente y que permite entrever en su mirada impenetrable un pasado repleto de sufrimiento.

¿Quieres saber cómo ha afrontado este reto? ¿Si ha tenido química con Michelle a la hora de trabajar? ¿Cómo valora la ficción que se está haciendo en España? FormulaTV.com ha podido entrevistar al actor y aquí tienes todas estas respuestas.

'Buena conducta' ha supuesto un doble reto para ti al darte tu primer papel protagonista y permitirte al mismo tiempo meterte de lleno en el mercado americano. ¿Cómo lo has afrontado?

La verdad es que ha sido una experiencia maravillosa. Desde que leí el texto e hice la primera prueba hasta ahora todo ha ido genial. El creador de la serie, Chad Hodge, es un tipo realmente fantástico que ya había hecho una serie antes, 'Wayward Pines', y la relación entre él, Michelle y yo ha sido estupenda. Ha habido mucha colaboración, nos hemos divertido mucho y teníamos la sensación de que estábamos haciendo algo que nos gustaba, y eso es estupendo.

Los protagonistas son dos malos que te tienen que gustar

En un momento en el que se está haciendo tanta ficción de calidad, ¿qué ofrece 'Buena conducta' que la distinga del resto?

Yo creo que ya en el punto de partida es un éxito original. Tenemos una mujer con problemas de alcohol y drogas, que es una ladrona, que se cruza con un asesino. Estos son los protagonistas de la serie y te van a caer bien. Son dos malos que te tienen que gustar. Creo que la serie tiene una suerte de thriller que va llevando la acción, tiene mucho drama, y una especie de historia de amor singular y retorcida que inician los dos personajes principales.

No es muy común ver a personajes como el de Javier Pereira protagonizando series de este tipo. ¿Fue muy complejo hacer de él un hombre con el que poder empatizar?

Parte del reto era ese. De hecho yo cuando empecé a leer el guion me dije: "Lo normal es que muera al final del capítulo". Es el malo, es presentado como eso. Y sin embargo al final ves que parece que se queda. Y el reto era hacer que ese tipo cayera bien, que eventualmente pudieras entender qué se esconde detrás de Javier, qué otras facetas de su personalidad son interesantes para sostener esa relación y que el espectador tenga ganas de que estén juntos.

A lo largo de la temporada tendremos la oportunidad de descubrir el porqué de la forma de actuar de Javier, ¿no?

Iremos conociendo el porqué, qué hay detrás de la decisión de Javier de dedicarse a esta vida, qué le lleva a hacer esto, y luego también iremos conociendo la forma de comportarse de él con ella, algo que va a ser determinante para la serie.

Con Michelle me he entendido bien desde el primer día

Uno de los puntos fuertes es la evidente química entre Javier y Leticia. ¿Cómo ha sido poder trabajar con una actriz como Michelle Dockery?

La verdad es que nos hemos entendido muy bien desde el primer día. Esto de la química es como las amistades, hay veces que no sabes por qué con una persona a la que conoces desde hace 20 años no te llevas, y alguien al que acabas de conocer sabes que va a ser tu amigo para toda la vida. Pues en el curro pasa lo mismo. Hay compañeros con los que de repente conectas, con los que tienes una forma similar de trabajar, que te entiendes, que te llevas bien, y que hay una conexión de la que siempre aprendes algo. Nos llevamos muy bien tanto rodando como fuera. Además ella venía de una situación muy difícil, su prometido se acababa de morir de un cáncer, y yo creo que la serie le vino muy bien para eso.

Ahora que has tenido la oportunidad de trabajar tanto en España como en Estados Unidos, ¿qué crees que deberíamos de aprender de la forma de hacer ficción al otro lado del charco?

Ocurren dos fenómenos. Por un lado está el dinero, que eso es evidente. Luego Estados Unidos es un país de casi 400 millones de habitantes donde una tele de pago con 15 millones, que es un mercado pequeñito, es un montón de gente, lo que le permite innovar y sostenerse mucho. España es un país de 40 millones de habitantes y no todos ven la tele. Hay prácticamente dos cadenas, tres si contamos con la pública, frente a un mercado americano que tiene mogollón de cadenas y la posibilidad de innovar desde televisiones de cable que no están pendientes de la audiencia, que es realmente lo que ha marcado la diferencia con respecto a la ficción en la última década. Esto aquí no existe. Aquí tenemos generalistas que nacen por abarcar todos los espectros de público, para gustar a adolescentes y viejos, por lo que al final todas las series están lastradas por ese hecho. Pero es la base en la que nos movemos, tenemos que asumir que así es la estructura televisiva de España.

En España es posible estar haciendo una serie durante cinco temporadas y llegar a no conocer al guionista

En la presentación de la serie has comentado que la figura del guionista ha sido fundamental. ¿Crees que esta es una tarea pendiente que debemos asumir en nuestra televisión?

Sin duda alguna, una de las cosas que más me llamó la atención es que el lugar que ocupan guionistas y actores allí, por lo menos en el proceso televisivo, es muy distinto de lo que ocurre aquí. En nuestro país ni los ves. Es posible estar haciendo una serie durante cinco temporadas y llegar a no conocer al guionista. No ocupan para nada el mismo espacio, porque allí se convierten automáticamente en productores ejecutivos de la serie y son entendidos como aquellos que realmente conocen el ADN de la serie. Los directores vienen y van, pero el guionista está ahí siempre. Es como el que va dando unidad a todo el proceso.

Al estar bajo la sombra de un canal de pago, ¿es más fácil de llevar la preocupación por el dato de audiencia?

Relativamente sí. De momento nosotros estamos pendientes. Imagino que lo que marcará la decisión será la audiencia o las críticas. Este tipo de productos pueden tener dos recorridos: que vayan muy bien de audiencia, entonces eso es lo que les mantiene con vida, o que puedan optar a darle un caché a la cadena, que le den alguna nominación a algún premio, algún tipo de estatus que den garantía de calidad. Están esos dos contrapesos. Ojalá los dos se cumplan.

Tienes pendiente de estrenar otra serie, en esta ocasión para España. ¿Qué nos puedes contar de 'Pulsaciones', el proyecto en el que has participado para Antena 3?

Ocurrió justo antes de que me fuera a grabar esto. Me llamó Emilio Aragón, me contó la historia, me pareció muy buena, y como yo no podía participar en toda la serie me ofreció un personaje que solo sale en el primer capítulo. La propuesta me pareció muy chula y bueno, también era una forma de colaborar en un proyecto aquí y en una serie en la que, de no haberme tenido que ir, habría continuado.

En el caso de continuar con 'Buena conducta', ¿cuáles son tus perspectivas de futuro?

Si la serie tiene segunda temporada, tendré que pasar cinco o seis meses en Estados Unidos y el resto aquí. Ahora mismo estoy escribiendo teatro, con un guion al que estoy queriendo dar una vuelta, por lo que de momento estoy pendiente de generar mis propios proyectos aquí en ese tiempo que me quede libre.