Eduardo Aldán, presentador de 'Espinete no existe': "Espinete debería estar en un museo"

'Espinete no existe' saltará de los escenarios del teatro de la Gran Vía madrileña hasta los hogares españoles. Y es que tras 11 temporadas de representación teatral, Eduardo Aldán se pone al frente del nuevo programa que emitirá La 1 en el late night de los domingos.

Lo cierto es que Espinete no es concebido sólo como un enorme erizo rosa, sino también como el símbolo de la inocencia de muchas generaciones. Por ello, el presentador será el encargado de evocar la nostalgia de los espectadores a través del hilo conductor que supondrá el personaje de Espinete. Además, contará con la presencia de Flipy, Agustín Jiménez, Iñaki Urrutia y Raúl Pérez.

Las ocho entregas de 'Espinete no existe' contarán con una dosis de humor, historia y nostalgia que evocarán los recuerdos a más de un espectador. Gracias al gran archivo que posee TVE, las imágenes y sketches serán una de las grandes sorpresas. Programas como el 'Un, dos, tres... responda otra vez' o dibujos como 'Heidi' serán algunos de los platos fuertes del espacio, y todos los invitados contarán con el privilegio de revivir alguna de las escenas más especiales que vivieron durante su niñez.

¿Cómo afrontas que el formato se haya trasladado a la televisión?

Pues es una sorpresa. Primero fue el libro, ahora es el programa. ¿Qué será lo siguiente, la película? No lo sé, pero hacer el programa fue una aventura. Cada formato tiene condiciones distintas y particularidades diferentes. Al ser un programa, el contenido va variando día a día, así que debe ser algo que entre por los ojos. Yo creo que va a quedar muy bonito. Estéticamente es muy visual, y encima la comedia va en aumento. Yo creo que hemos hecho ocho programas muy divertidos donde la gente se lo va a pasar muy bien recordando su infancia y riéndose de ella, que eso es lo guay y el objetivo del espectáculo. Al fin y al cabo, lo que se mantiene es el espíritu de la "nostalgicomedia", ese género tan raro que me inventé.

¿Cómo ha sido la adaptación de la obra teatral al formato televisivo? ¿Sigue teniendo la misma esencia?

La esencia sigue siendo la misma. Contamos con el gran archivo de TVE, con imágenes de programas antiguos que vamos a rescatar, y algunas de las cosas más curiosas que había entonces. Vas a ver una imagen y vas a decir madre mía, ¿esto se emitió en su día? Es muy divertido porque encontramos cosas muy chocantes. Hay un montón de cosas que os van a sorprender un montón, cosas que no están vistas todavía en televisión. El archivo se ha usado mucho y hemos encontrado cosas insólitas.

¿Procuráis que los invitados siempre sean de diferente generación para que aporten una visión diferente a las secciones?

Eso es lo bonito. De hecho, en el primer programa, van a estar Rubén Cortada y Pepe Viyuela. Rubén Cortada es de los 80, y Pepe Viyuela de los 60. Son dos edades muy diferentes y para colmo Rubén es cubano y Pepe español, con lo cual sus infancias son tan diferentes... Contrastar esas infancias ha sido muy interesante. Sus juguetes, sus recuerdos, lo que veían en televisión... Está muy bien, estoy muy contento.

¿Cómo es contar con Flipy como director y también compañero de plató en el programa?

La verdad es que Flipy y yo somos los directores del programa y compartimos plató por primera vez desde hace muchísimo tiempo haciendo comedia, que es algo que nos encanta a los dos. Él tiene una sección que es como el Cinexin, y es una parte espectacular del programa, donde vamos a meter en el plató cosas muy extrañas: el coche original de "Regreso al futuro" o un escuadrón entero de "Star Wars"... Ese tipo de cosas. Es muy de show televisivo y yo creo que va a sorprender.

¿Por qué Espinete? ¿Qué tiene ese personaje que no tengan los demás?

Pues porque Espinete fue el emblema para más de una generación. Ten en cuenta que nacimos con él y era un niño como nosotros. Que aunque fuese un erizo grande y rosa de dos metros y pico, tenemos una empatía con él muy especial porque en el fondo era un niño y se comportaba igual que nosotros. Es decir, tenía los mismos tics, el mismo tipo de problemas que nosotros en aquella época... Este tipo de empatía con el personaje fue lo que hizo que con el tiempo perdurase y que lo sigamos recordando con cariño, como un amigo más. Un amigo muy especial, por supuesto. Espinete es solamente una excusa, un hilo conductor para traer un montón de cosas más.

¿Sabes que el muñeco original de Espinete se encuentra aislado por su toxicidad en los estudios de TVE?

Debería estar en un museo. Pero no sólo el muñeco de Espinete, sino muchas cosas más. Son símbolos de recuerdos y son históricos. Lo cierto es que en el programa hemos tratado de recuperar ese muñeco, y hay una historia detrás. Por eso hemos hecho un documental que se llama "¿Qué fue de Espinete?" que creo que os va a enganchar. Se va a emitir por entregas y tiene un final muy feliz porque conseguiremos tener a Espinete por fin en el plató del programa.

¿Tuviste claro desde el principio a qué tipo de audiencia queríais dirigiros?

Pues es nostalgia y comedia pura, con lo cual es para todo el mundo. Se ve que hacemos referencia a las generaciones de los 70, 80 e incluso 90. Es decir, las generaciones son varias, pero es un programa muy familiar. El tipo de cosas que mostramos en él va para todo tipo de gente. Habrá quienes lo recuerden y habrá otras muchos que no porque no lo vivieron como niños, sino como madres, abuelas o hermanos pequeños. Según quien lo vea lo va a entender de una manera u otra. Pero creo que el espectáculo no deja de ser multigeneracional, porque abarcamos tres décadas diferentes.

¿Cómo ves que TVE haya apostado por el programa en el late night de un domingo? ¿Te hubiera gustado otra franja horaria?

El programa desde que se gestó fue pensado para un late night. Lo que pasa es que nos ha quedado tan bonito y tan grande, que bien podría estar en un prime time. Yo creo que en otra franja funcionaría igual, pero sí que es cierto que en su origen se planteó como un late night. Lo que pasa es que se nos fue de las manos y fue creciendo y creciendo. Ahora se nos ha convertido en un erizo que cada vez es más grande (ríe).

¿Podrías adelantarnos algún objeto de los que hablaréis en el programa?

Como digo, abarcamos varias décadas de recuerdos. Hablamos desde la pulsera metálica y magnetizada que se vendió como churros en España hasta el Tamagotchi, que es un juego de los noventa. O el blandiblub, un juguete típicamente ochentero. Hay un poco de todos los palos. ¡Hasta la yogurtera! Un elemento que se puso muy de moda en los años 70-80 en España.

¿Qué sección crees que removerá más los recuerdos de los espectadores?

Yo creo que cada invitado trae un mundo particular y que cree que lo que cuenta es algo original y que sólo le atañe a él. Pero vamos a poder descubrir que cada espectador en su casa pueda sentirse identificado con eso. Con lo cual es un poco lo emocionante de todo, que la gente cuente su vivencia particular y tú en tu casa puedas decir "¡Hombre! Si eso me ocurrió a mí" o "Mira, ese juguete lo tuve yo". Es decir, no va a ser una cosa de un sólo programa, sino que va a haber momentos especiales. Y desde luego contaremos con la presencia de personajes míticos como Fofito, Espinete... Momentos muy emotivos que podremos rememorar en televisión.

¿Alguna vez te has sentido identificado con las historias que cuentan los invitados?

Por supuesto, yo el primero. Yo me lo paso pipa. Soy feliz en este programa.

¿Ha habido algún aspecto que os haya gustado tratar pero que no haya tenido cabida en el formato?

Ten en cuenta que el programa es tan variado que de un sólo programa podían haber salido cinco. Hay tanto material dentro que es increíble. Tocamos todos los palos y tiene muchísimo ritmo. No nos centramos en un tema, sino que vamos abarcando varios para que el espectador se sienta un poco identificado, para que les toque de una u otra manera. Creo que esa es una de las claves del programa.