'Anatomía de Grey' 13x09 Recap: "You Haven't Done Nothin"

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' una complicada operación ponía a prueba las facultades médicas de Grey, Hunt, Edwards y Webber, una intervención en la que la implicación emocional les recordaba la importancia de trabajar con los cinco sentidos puestos en el paciente. Sin embargo, la vida en el hospital continúa y el juicio de Karev se acerca, momento en el que por fin sabremos qué sucederá con nuestro querido pediatra, ¿conseguirá ser declarado inocente o acabará en prisión?

En este noveno capítulo de la decimotercera temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "You Haven't Done Nothin", el derrumbamiento de un edificio provoca la llegada de una multitud de herido al hospital. Mientras tanto, Karev se enfrenta al día antes del juicio que decidirá su futuro laboral. Por su parte, Webber descubre el verdadero motivo por el que la consultora ha decidido quedarse a trabajar en el hospital. Veamos al detalle lo sucedido en este nuevo episodio.

Alerta amarilla

Es el día antes del juicio que decidirá el futuro laboral de Karev, un asunto que siempre ha provocado discusiones varias entre él y Meredith, pero este problema queda en un segundo plano cuando de camino al trabajo, justo delante de ellos se derrumba un edificio. En el hospital, como directora del centro, Bailey activa rápidamente la alerta amarilla, una situación que los trabajadores del Grey-Sloan Memorial Hospital ya han afrontado en otras ocasiones. ¿Conseguirán salir airosos de esta situación?

Toda catástrofe tiene un origen y esta no debía ser menos, más que nada porque un edificio no se derrumba solo así porque así. Utilizando a Warren como confidente, el propietario del bloque de edificios confiesa que sabía que los cimientos del edificio estaban dañados y que todavía no había podido arreglarlos, por lo que es el causante del desastre. El bueno de Warren ahora carga con una gran responsabilidad y no sabe qué hacer, el hombre le confesó la verdad creyendo que era cura, ¿se lo dice a la policía o le guarda el secreto?

Por fortuna o por desgracia para él, los padres de una niña herida en el derrumbamiento han escuchado a Warren contarle lo sucedido a Edwards y ahora saben que el casero es el culpable de que la pequeña esté en quirófano debatiéndose entre la vida y la muerte. ¿Qué pasa cuando los padres se enteran de quién es el responsable de que su hija esté sufriendo? Que la rabia y la ira se apodera de ellos, y más todavía cuando los médicos les comunican que no han podido hacer nada por salvarle la vida a la pequeña.

Ya hemos visto muchas veces que una madre es capaz de hacer cualquier cosa por su hijo y, en este caso, la madre de la pequeña que acaba de fallecer necesita vengarse del hombre que le ha arrebatado a su niña. Dispuesta a calmar su sed de venganza, decide hacerse pasar por la esposa del propietario del edificio, una argucia que el bueno de Warren cree al completo. Por suerte, Ben llega a tiempo para evitar que la mujer mate al hombre, aunque nadie le libra de ser detenida por intento de asesinato. La mujer debió dejar que fuera la justicia quien le juzgara, pero se dejó llevar por el corazón, ese que quedó destrozado en el momento en el que los médicos le dijeron que su hija había fallecido.

Dentro de tanto drama en 'Anatomía de Grey' nos tienen acostumbrados a poner un toque de humor. En esta ocasión esa labor le ha correspondido a Arizona, ya que la cirujana se ha visto sorprendida por una pretendiente inesperada. En su momento le lanzó una indirecta que Robbins pasó por alto, pero ahora Minnick -que vestida con el uniforme médico y el pelo recogido tiene cierto aire a Callie- ha dejado clara su intención de intentar seducir a Arizona y esta no duda en seguirle el juego, aunque recordándole que no le gustan las mujeres con aires de superioridad. A pesar de ese corte, queda claro que Arizona está encantada de tener a Minnick detrás de ella.

Webber descubre la verdad

Alertada por las noticias, Minnick, la consultora contratada por Bailey en nombre de Catherine, acude al hospital para ayudar a sus nuevos compañeros. Aunque todavía no es el día para incorporarse al trabajo, la mujer está demostrando ser muy trabajadora y tener las ideas claras de cuál va a ser su función en el Grey-Sloan Memorial Hospital. Al encontrarse con Webber, le recuerda que tienen que hablar cuando todo el lío acabe para ponerle al tanto, un dato que desconcierta a Richard, que no entiende qué tiene que contarle, ¿al tanto de qué tiene que ponerle?

Un nuevo encuentro hace que Richard descubra que no va a trabajar junto a la consultora y esta, a su vez, se percata de que Bailey no ha sido sincera con Webber respecto a su actual situación laboral. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que Minnick ahora es la nueva directora del programa de residentes, un programa que fue creado por el propio Webber. Maggie no termina de creer que su padre se haya visto relegado a un segundo plano en una labor que él mismo desarrolló y con el que lleva tantos años formando a tantos doctores, pero lo peor de todo es que se han tenido que enterar de esa forma en lugar de ser Bailey la encargada de contarles la verdad.

Por fin Webber consigue hablar con Bailey para pedirle explicaciones. Miranda intenta tirar balones fuera y argumenta que iba a contarle el nuevo plan, pero sucedió la avalancha de pacientes y no tuvo tiempo de explicarle nada. Pero no queda ahí la cosa, intentando justificar su acción, Bailey argumenta que lo único que ha hecho ha sido separar lo personal de lo profesional, para que las relaciones afectuosas no interfirieran en el buen funcionamiento y en el progreso del hospital.

Sin embargo, con tanto excusa solo consigue enfadar todavía más a Webber, que le recrimina que si no es capaz de tomar decisiones teniendo en cuenta la implicación personal no puede ser la jefa del hospital. Richard no logra comprender la complicada labor que tiene Bailey, y menos todavía cuando desconoce que la verdadera responsable de que haya perdido su puesto como director del programa de residentes es Catherine, su propia mujer. Webber siempre ha considerado importante la implicación emocional en su trabajo, la misma implicación que sienten el resto de cirujanos, que han decidido posicionarse a su favor y luchar para que recupere su puesto.

El futuro de Karev

Aunque el lío en el hospital es tremendo, Jo no puede evitar sentirse nerviosa ante el juicio, ha sido llamada a declarar y no sabe el motivo exacto cuando le dijeron que su testimonio no era fiable al ir ebria. La preocupación es más que evidente y así se lo hace saber a DeLuca. Si le preguntan tendrá que decir la verdad, su nombre será de dominio público y su marido podría encontrarle, lo que le volvería a destrozar la vida de nuevo.

Antes de que se entere en el juicio, Jo le confiesa toda la verdad a Alex. Este no entiende que no confiara en él y Wilson le explica que fue fruto del miedo, del temor a que cometiera alguna locura y acabara muerto, metido en líos o en la cárcel. Pero Jo no ha conseguido nada callándose, más bien ha logrado justo lo que intentaba evitar. Decir la verdad a tiempo, aunque duela, siempre será la mejor solución, sobre todo porque no se puede huir eternamente de los problemas. Antes de despedirse de ella, Karev le recuerda que este es ahora su sitio, que Jo Wilson es su historia y no puede marcharse pase lo que pase en el juicio.

Desconcertado por la confesión de Jo, Karev decide recular en su decisión y, para protegerla y que no haya juicio, aceptar el trato del fiscal de declararse culpable y permanecer dos años en prisión alejado de su trabajo y de sus amigos. No es una decisión fácil, si acepta el trato va a tirar por la borda la única posibilidad de ser declarado inocente, pero Karev tiene un corazón grande y realmente está enamorado de Jo y haría cualquier cosa por protegerla. Tampoco debemos olvidar que queda una posibilidad de que todo se solucione y esa opción pasa por DeLuca. Retirando la demanda los problemas acabarían. Teniendo en cuenta que DeLuca también siente algo por Jo, al ver que lo está pasando mal por la declaración, podría ser una posibilidad y que DeLuca acabara así con el padecimiento de Jo.

Y con la gran incógnita de la decisión que tomará Karev 'Anatomía de Grey' se toma un descanso hasta enero, momento en el que regresará con la continuación de su decimotercera temporada. Hasta ahora, los nuevos capítulos han resultado bastante planos, pero este episodio abre la puerta a una segunda parte con varias incógnitas a resolver. Por un lado, Amelia ha decidido marcharse de casa pidiéndole a Owen que no se eche la culpa, por otro lado, Meredith le pide a Karev que no se rinda y por una vez piense en él y en su futuro. Además, este final nos deja un claro mensaje, de esos que nos hacen replantearnos ciertas cosas: estás bien y de repente tu mundo se puede derrumbar, pero el truco para seguir adelante es no rendirse.