Cuando pensábamos que tras la emisión de 'Gandía Shore' se les había acabado el chollo a Esteban y compañía, descubrimos que con el programa 'MTV Super Shore' se han convertido en todas unas celebridades. Tras arrasar en las discotecas españolas Abraham, Esteban y Arantxa emprendieron un nuevo viaje para participar en el nuevo reality de MTV.
'Super Shore' es todo un éxito en el país americano y es que las salas de ocio de allí se rifan a las estrellas del programa, siendo los mejor parados los concursantes españoles. Según publica Bluper, el que fuera ganador de 'Supervivientes: Perdidos en Honduras' Abraham García y el exconcursante de 'Campamento de verano', Esteban Martínez, cobran entre 1.500 y 2.400 euros por bolo.
Los concursantes de 'Super Shore' se hacen de oro
Tras sacar esta rentabilidad a su paso por el reality han decidido establecerse en México de manera indefinida. En el caso de las concursantes femeninas el beneficio es algo menor ya que Mane, Elettra Lamborghini y Karime cobran entre 1.000 y 2.000 euros por noche. La participante italiana y heredera del imperio Lamborghini habla claro y expresa que "cobrar menos de 1.500 euros es hacer el tonto".
Arantxa por su parte prefiere no salir de España. A pesar de que aunque sus compañeros se estén haciendo de oro en el continente americano, ella prefiere cobrar entre 300 ó 400 euros por fotografiarse junto a los clientes de las salas españolas. Debido al éxito de 'Super Shore' todo parece indicar que los concursantes se seguirán forrando yendo de bolo en bolo.
La enorme rentabilidad de los bolos
Antes del boom de los realities la única manera de que una discoteca te contratara para hacer un bolo era ser hijo de algún famosillo o aparecer en algún plató de manera esporádica, pero la llegada de 'Gran Hermano' cambió todo esto. Edición tras edición han sido muchos los concursantes que han decidido ganar dinero a través de las salas de fiestas.
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Y después de 'Gran Hermano', llegaron 'Gandía Shore' y 'Mujeres y hombres y viceversa' para competir por las tarimas de las discotecas. Parece ser que mientras haya televisión, habrá salas de fiestas capaces de dar auténticas millonadas a estrellas que en cuanto a la fama son bastante fugaces.