Por fin. 76 días de concurso, 10.944.000 minutos y 656.640.000 segundos ha tardado Miguel Vilas en desprenderse definitivamente de su peluquín en Gran Hermano 17. El gallego, harto de hacer cada semana el ritual del cambio de prótesis capilar, ha decidido tomar una difícil decisión: decir adiós a su amado tupé.
¿MIGUEL SE RAPA LA CABEZA? #GHDirecto pic.twitter.com/z4eSjyK2tY
? MS CHOP (@Ms__Chop) 23 de noviembre de 2016
La despedida definitiva se produjo en la madrugada del martes 22 de noviembre cuando el de Pontevedra se rapó al cero y cortó de raíz con su trampantojo. Frente al espejo, Miguel cogió una máquina de afeitar y decidió acabar con su drama capilar con el grito guerrero: "¡Soy libre!".
Y es que el gallego entró a Guadalix con uno de los secretos más llamativos (y menos evidentes) de la edición. Aunque hace unas semanas Miguel hiciera público frente a sus compañeros que usa prótesis capilar, esta vez Miguel se ha armado de valor para poner fin a su trampantojo y liberarse al completo en la recta final del concurso.
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Rodrigo se rapa para solidarizarse con Miguel
Dicen que las sorpresas nunca vienen solas. Tras el dramático momento en el que Miguel se rapaba, el modelo se deshizo en lágrimas y el resto de compañeros se abrazaron a él en muestra de apoyo. Sin embargo, el pontevedrés no fue el único en cortarse al cero el pelo: Rodrigo ha puesto literalmente al descubierto su amistad con Miguel y también se ha rapado el cabello en un acto de solidaridad.