Ya lo venía anunciando laSexta en la última semana, 'Pesadilla en la cocina' traería consigo un evento sin precedentes. Por primera vez en cinco temporadas, Alberto Chicote abandonaba un restaurante sin llegar a la reapertura final por diferencias irreconciliables. El televisivo cocinero dejaba el delantal ante la díscola dueña del Café Zamora, Sole, quien no daba su brazo a torcer ante las reprimendas del cocinero: "¿Quieres que me vaya ya? Yo te dejo tranquila enseguida, no tengo problema", aseguraba Chicote. "No te voy a decir lo contrario", sentenciaba la zamorana, desencadenando la marcha final del presentador.
En declaraciones a 20minutos, la dueña del restaurante ha dado su versión de los hechos y ha desmentido que el programa finalizase en ese momento: "Hicieron la reforma, mal hecha pero la hicieron, fue una chapuza, pero la hicieron. El local dio un cambio", señala.
Sole hablando con Chicote en 'Pesadilla en la cocina'
"Se grabó hace justamente un año. Entre el 21 y el 26 de noviembre. Tal día como hoy estarían con la reforma", comenta Sole, "es mentira si dicen que no acabó el programa. Hay una secuencia en la que hablan con el cocinero y se ve que lleva puesta la ropa que le dio Chicote para la reapertura".
La dueña del Café Zamora asegura que fue el programa quien la buscó para realizar su 'Pesadilla en la cocina' tras observar la gran cantidad de comentarios negativos acumulados por el restaurante en un portal: "Yo no llamé al programa, ellos me llamaron a mí. Supieron del local por TripAdvisor", asegurando que no da transcendencia a ese tipo de webs: "Lo de los comentarios es relativo".
"Yo no entro al trapo con cosas que veo que son intratables"
Respecto a sus enfrentamientos con Chicote, Sole asegura que su relación "fue de indiferencia, que no es igual que tensa", aunque confiesa que no le puso las cosas fáciles al cocinero, "¿Que Chicote se fue por la puerta falsa conmigo? Por supuesto, porque yo no entro al trapo con cosas que veo que son intratables. Con eso ya digo bastante". Un cambio, el de su restaurante, al que accedió por conocer el mundo televisivo: "Hice el programa por saber la realidad, porque soy una persona muy curiosa y no me fío de lo que me dicen, quería vivirlo, saber cómo se hace".
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La propietaria se muestra indignada con el paso del reality de laSexta por sus cocinas, puesto que asegura que ha afectado negativamente a su restaurante: "Los empleados sufrieron las consecuencias del programa. La cocinera quedó tocada. Cuando vio los resultados de su aportación como persona al trabajo se vio tan mal, tan incapacitada, que cuando se quitó el gorro el segundo día de la grabación, antes de la inauguración, dijo 'Dios bendito, que yo haya podido sola con cincuenta personas y que con dos personas en cocina no hayamos podido con veintiséis...'. Fíjate la tensión que se podía crear".