La colaboradora de 'Cazamariposas' ha pasado una noche complicada en 'Sálvame deluxe'. María Lapiedra llegaba a plató para contar su supuesta historia de amor con el paparazzi Gustavo González, casado y padre de cuatro hijos. Sin embargo, se desencadenó una guerra en el espacio de Telecinco.
María Lapiedra en el plató de 'Sálvame Deluxe'
El origen del asunto se remonta cuando Paz Padilla decía que uno de los colaboradores había vuelto a casarse. Tras varíos días de rumores, finalmente se destapó que se trataba de Gustavo González, que acababa de celebrar sus 25 años de casados. María Lapiedra aprovechó esta noticia para recordar en el programa 'Cazamariposas' la presunta relación de siete años que mantuvo con el paparazzi.
De hecho, en el plató del programa, María afirmó entre lágrimas que se sentía engañada por Gustavo: "Estaba súper enamorada y me hubiese gustado tener una relación con él". "Él fue el amor de mi vida. Pero al ver ahora que se ha vuelto a casar con su mujer, eso me ha dolido mucho. Por eso decidí hablar en 'Cazamariposas', porque soy muy impulsiva y me sentí engañada", añadió.
¿María Lapiedra en 'Gran Hermano VIP'?
Las afirmaciones de María crisparon los nervios de los colaboradores de 'Salvame Deuxe'. Tanto el presentador Jorge Javier Vázquez como los asistentes al espacio de Mediaset, criticaron el daño que había hecho tanto a Gustavo como a su familia, pero Lapiedra se defendió: "¿Y lo que yo he sufrido todo este tiempo, qué? Con Gustavo nos hemos seguido viendo, porque nos seguimos queriendo".
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Entre risas y bromas, los colaboradores del espacio de Mediaset criticaron a María de "estar haciendo un papel". Por su parte, Kiko Hernández opinó que todo esto era una estrategia, de la actriz y su marido, para participar en la próxima edición de 'Gran Hermano VIP', una afirmación que ella sentenció: "No voy a estar en 'GH VIP' ya lo veréis cuando empiece". Ataque tras ataque, la colaboradora se defendía como podía en un "territorio hostil", en palabras de María. El programa terminó con el abandono voluntario de la colaboradora, del que se marchó visiblemente enfadada y sin despedirse de ninguno de los colaboradores.