Desde el pasado mes de septiembre Willy Toledo interpreta a Diego en la serie que Notro Films produce para Cuatro. Toledo se mete cada martes en la piel de un hombre al que la vida se le desmorona cuando se entera de que su mujer le ha sido infiel. Un papel que le llena de satisfacción y orgullo tras comprobar como cada semana cerca de un millón y medio de espectadores siguen la serie.
La audiencia ha respondido y aunque acabe la primera temporada, la cadena ya tiene prevista su vuelta para la próxima primavera. Según Willy Toledo una vez rodados los nuevos capítulos le gustaría volver al teatro, aunque a veces la televisión manda. "Hace un año que no piso un escenario y lo cierto es que tengo ya mucho mono de volver al teatro".
Desde "Morirás en chafarinas" (1995) su carrera en cine ha sido vertiginosa. Casi una treintena de películas en los últimos 12 años.
La verdad es que me ha ido muy bien. Además de tener suerte, me lo he currado también. Estoy muy feliz de como me han ido las cosas. Lo cierto es que no puedo quejarme.
El próximo año se estrena tu último trabajo en cine "La buena nueva", tercer largometraje de Helena Taberna. Interpreta al médico del pueblo en plena Guerra Civil, ¿cómo es ese papel?
La película empieza en los primeros días del golpe. Interpreto a un médico de la burgesía que ha estudiado fuera. Se instala en un pequeño pueblo de Navarra y es republicano. Más no puedo contarte.
Desde 'Siete vidas' no se le había vuelto a ver en una serie de televisión. ¿Por qué decide aceptar el reto de Notro Films?
Por un montón de circunstancias. En primer lugar porque me gustaba mucho el guión, el personaje, el director... La propuesta que me hicieron me pareció muy interesante, tanto por el estilo que le iban a dar como por el tiempo que iban a dedicar a grabar cada capítulo. El hecho de trabajar en una cadena que no tiene las exigencias de audiencia que tienen otras cadenas te hace ir a trabajar con mucha más relajación y sin tanta presión, y eso se agradece. Por si fuera poco, el reparto también me pareció maravilloso. Excepto con Pilar Castro, con el resto de actores no había trabajado nunca y me apetecía hacerlo. Lo cierto es que tampoco me habían ofrecido nada mejor y me pareció que era el momento oportuno para volver a hacer otra serie.
Su paso por 'Siete vidas' (1999-2002) le dio la popularidad que el cine no le había aportado. ¿Como recuerda el paso de Richard por esta comedia de Telecinco?
Lo recuerdo con alegría, porque fueron más de dos años en la serie y lo disfruté muchísimo. Me dio la oportunidad de trabajar con algunos de los mejores actores de comedia de este país. Aprendí mucho. La televisión te da muchas tablas para afrontar otros trabajos con mucha más seguridad. La recuerdo con mucho cariño y como una etapa fundamental en mi vida. En aquella época no estaba todavía muy bien visto que un actor de cine se pasara a televisión. Fue entonces cuando muchos actores se pasaron a la pequeña pantalla. Antes trabajar en la tele de alguna manera te vetaba para trabajar en el cine. A partir de ese momento empezaron a cambiar las cosas y a día de hoy se han cambiado las tornas absolutamente y ya casi es imprescindible salir en la tele para hacer una película.
El cine siempre ha tenido un mayor peso en su carrera, sin embargo, hoy día, los directores de cine tiran mucho de la TV.
La televisión nos ha dado a muchos actores la posibilidad de desarrollar nuestro trabajo y oficio. Te abre las puertas al gran público. En cine tienes que acertar a la hora de ver una película porque si te descuidas de una semana a otra te la quitan de cartel, en cambio, en televisión te puede ver cualquiera ya sean productores o directores de cástings. Es un gran escaparate.
¿En que se diferencian los personajes que has interpretado hasta ahora? ¿Qué tiene Diego que no tuviesen Richard ('Siete vidas') o Pedro ('El otro lado de la cama')?
Richard era un tipo sin responsabilidades, sin oficio ni beneficio, un caradura integral y un mujeriego, en definitiva, un pillo. Por contra, Diego es un padre de familia, con un trabajo estable, es un tipo al que no se le pasa por la cabeza acostarse con otra mujer que no sea la suya. Es un tipo bastante conservador, ya que quiere mantener las cosas tal y como están y no se imagina que la vida puede ser otra cosa. No es capaz de asimilar el cambio radical que ha sucedido en su vida. Con Pedro de 'El otro lado de la cama' puede que tenga mayores similitudes.
¿Ha habido química entre los actores?
Ha sido espectacular. Con Pilar ya sabía que iba a ser buena porque he trabajado mucho junto a ella. Aunque suene a tópico la relación con el resto de compañeros ha sido fantástica. Si me llevara fatal con ellos tampoco te lo iba a decir (risas). Realmente los rodajes son muy suaves y hay muy buena onda entre todos. Cada uno respeta la manera de trabajar de cada uno. Estoy haciendo amigos aparte de trabajar. El equipo técnico también es increíble.
Cuales son las cosas que más valora a la hora de decidir si sigue o no dentro de un proyecto?
Depende en gran medida de que la calidad de la serie se mantenga, así como el buen rollo entre todo el equipo. Es fundamental que no haya problemas, peleas o diferencias de criterios con los directores y actores. Pero, sobre todo, valoro mucho que la calidad se mantenga como al principio.
¿No tiene miedo a que le encasillen en el género de comedia?
No, ningún miedo. No me considero encasillado, otra cosa muy diferente es que el público sólo haya visto mis comedias. He hecho todo tipo de trabajos, aunque sí es cierto que mis mayores éxitos han sido comedias. Pero que conste que he hecho muchos papeles en teatro.
Tengo entendido que no le gusta nada la sensación de sentirse observado.
Al final, por supuesto, te acostumbras, pero aún así no lo pasó muy bien. Ahora haciendo 'Cuestión de sexo' he notado como mi popularidad ha aumentado mucho más. El teatro y el cine no son medios muy masivos como la tele, de modo que si no apareces en ella la gente te va olvidando. Eso me ha pasado a mí. Ahora el tema ha vuelto a resurgir con la serie de Cuatro y sigue siendo algo que no me gusta nada. Hay días que lo llevo mejor pero la sensación de entrar en un restaurante y sentirte observado es bastante desagradable para mí. Es lo que hay.
Finalmente habrá segunda temporada.
Sí, está confirmado. Empezamos a grabar a mediados de febrero y previsiblemente se empezará a emitir a mediados de marzo.
La serie ha logrado mantener cada semana a un buen número de espectadores, superando a otras series de la cadena como 'Cuenta atrás'.
Estamos muy contentos porque hemos conseguido mantener desde el primer capítulo a una audiencia fiel, no hemos bajado del millón y medio casi en ningún capítulo. Es una gran satisfacción que haya tanta gente que no se pierda la serie cada semana. Personalmente me gustaría que todas las series funcionaran igual, pero desgraciadamente más del 80% de las series que se producen acaban cayendo.
¿Cómo lleva el teatro?
Cuando terminemos la segunda temporada de 'Cuestión de sexo' me gustaría volver al teatro con un nuevo montaje de Animalario. Todavía tenemos todo por concretar. Hace un año que no piso un escenario y lo cierto es que tengo ya mucho mono de volver al teatro. A mi me crea adicción.
En alguna ocasión ha comentado que Animalario (compañía de la que es socio) es un sueño hecho función a función.
La mayoría de compañías de teatro en España son independientes. Siendo todos muy jóvenes la pusimos en marcha con mucha necesidad de actuar sin esperar a que un director de cásting te llamara para una prueba o que un director decidiera escogerte para un papel. Es un proyecto muy personal desde el principio. Le tenemos un amor muy especial. A lo largo de los años hemos logrado mantener nuestra independencia tanto en lo artístico como en lo ideológico. Es el proyecto más bonito que he puesto en marcha en mi faceta profesional.
Cuatro está realizando una gran apuesta por la ficción nacional. ¿Como actor como lo vive?
No veo practicamente la tele, así que te puedo decir bien poco. Voy a casa de mis amigos para ver 'Cuestión de sexo'. Este año parece que la temporada ha empezado bien y muchas de las series tendrán su segunda temporada. Eso es bueno para todos. Lo que no entiendo muy bien es esa competencia absurda de contraprogramarse los unos a los otros. Una cosa es intentar que tu serie vaya bien y otra muy diferente intentar que la del vecino fracase. Creo que hay espacio suficiente para todos. Hay veces en las que diferentes cadenas luchan con productos de la misma productora. Me parece un juego estúpido. El público ha dado muestras más que suficientes de que le gusta la ficción española.
Últimamente se intentan copiar fórmulas de grandes producciones sin éxito. A veces da la sensación de que se nos quiere vender gato por liebre.
Tenemos que empezar a dejar de mirar lo que se hace fuera. Me parece absurdo intentar hacer una serie de hospitales con los medios que tenemos aquí o al menos intentar copiar una serie como la hacen allí. Creo que intentar copiar una fórmula de éxito de fuera es contraproducente, porque el espectador no es tonto y va a terminar decantándose por la original. Los medios, la calidad, la factura... no es comparable. Por eso me gustó tanto 'Cuestión de sexo', porque habla de lo que nos pasa aquí, cosas con las que nos podemos reconocer, conflictos que todos hemos vividos... creo que ha sido un gran acierto dejarnos de bomberos, hospitales, policías y de investigadores científicos y centrarse en lo que nos interesa en este país.
Dice que en España no se hace buen cine, sin embargo, ha llegado a afirmar el cortometraje español está en la cúspide mundial del género.
Sí, así es. Hay muchos cortometrajista que están triunfando en el extranjero con sus películas. Son muchos los que reciben guiones para que decidan cual quieren realizar. En cambio, el cine español ni se ve ni se premia en ningún lado. Creo, sin embargo, que el cine que se está haciendo es muy loable. Hay buen cine pero es una minoría. El problema viene también de la televisión. El problema del cine es la falta de cariño. Se piensa en términos económicos y d erentabilidad. Se pone muy poco cariño al rodaje, a la historia que estás contando. Se fichan a actores muy famosos para intentar vender la película. Se ha convertido en un negocio en el que puedes ganar muchísimo dinero si va bien o mucho dinero si no va tan bien. Se hacen muchas películas que nos podríamos ahorrar. No hay que echar tanto la culpa al cine que viene de fuera. Hay que tratar al cine como un medio de expresión.
Su entrada en el mundo de la interpretación fue una casualidad. Vamos que lo suyo no era vocacional...
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Jamás había pensado ser actor. Cuando era pequeño iba mucho al cine porque me gustaba. Me apasionaba, de hecho me sabía el nombre de todos los directores y actores que salían. Estudié un año de dirección pero no convenció. Pasaron los años hasta que un buen día me metí en una escuela de interpretación y al cabo del tiempo me di cuenta de que aquello me gustaba muy mucho y que podía trabajar de ello. Acabó apasionándome.