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La decimotercera gala de 'Gran Hermano 17' vivió momentos muy emotivos. Uno de ellos fue el protagonizado por Bárbara, que regresó a la casa para repartir regalos navideños para los que fueron sus compañeros. Justo antes de iluminar las luces de Navidad en la casa de Guadalix, la alicantina lanzó un emotivo mensaje a su padre Cañuelo, que falleció recientemente: "Que la luz brille para siempre para ti, papá".
Bárbara no puede evitar las lágrimas tras volver a pisar Guadalix
Por su parte, Adara se quedó perpleja al ver cómo su amiga íntima se paseaba por la casa. La de Alcobendas miró atónita a través del plasma en la sala de expulsión a Bárbara, con la que luego se reencontraría en plató tras ser la duodécima expulsada de la casa y quedarse a las puertas de la final del concurso.
Bárbara, en pie de guerra con Clara
Su relación de amor-odio con Clara no parece haber cambiado en absoluto, pese al tiempo. El reencuentro en plató con la madrileña ha sido tenso y duro. El conflicto comenzó cuando Bárbara reconoció haberse quedado "corta" en muchas ocasiones: "Me he callado mucho con Fernando y con Clara y no debía. Clara ha sido peor persona conmigo de lo que yo imaginaba".
El enfrentamiento alcanzó su punto más crítico y se recrudeció aún más unos minutos más tarde, cuando Jorge Javier se refirió a Clara como una "grandísima concursante" de esta edición: "¿Lo de grandísima concursante es por su físico o por su gran maldad?", preguntó con sorna la de Alicante.