"El norte es el mejor destino para un miembro de la Guardia Civil que quiera servir a su país". Esta es la premisa en la que se sustenta 'El padre de Caín', la nueva miniserie que lanza Telecinco el 6 de diciembre. Enmarcada en "los años del plomo", la historia nos traslada a la frialdad del San Sebastián de los 80, a una época en la que la fuerza de ETA era devastadora.
FórmulaTV.com ha tenido la oportunidad de entrevistar a Patxi Freytez, una de las auténticas revelaciones de la ficción. Y es que en esta ocasión, el actor se enfrenta al Sargento Delgado, uno de los compañeros del protagonista que llegó a Euskadi en 1976 y fue asignado al cuartel de Intxaurrondo. Casado y con dos hijos, este burgalés ha convertido su lucha contra la banda etarra en la única forma de autoafirmarse como individuo y de justificar ante su mujer todos sus excesos: la adicción al tabaco y al alcohol y sus violentos arrebatos. El terrorismo se ha llevado a muchos de sus compañeros y aunque el riesgo de morir sea elevado, está decidido a combatirlo.
Patxi Freytez, en una conversación con Quim Gutiérrez en 'El padre de Caín'
¿Cómo llegó a tus manos un proyecto tan potente como 'El padre de Caín'?
No me lo ofrecieron. Pasé por el cásting como muchos, y no fue un papel que conseguí en dos semanas. Salva, el director, sí que me dijo que desde que hicimos la primera prueba apostaba por mí para hacer el Sargento Delgado. Es un papel del que estoy orgullosísimo, tanto por haberlo hecho como por lo que me costó conseguirlo. Por otro lado te digo que este es ese personaje que todos los actores sueñan con que algún día les toque. Para mi ha sido un sueño hecho realidad. Y desde el primer momento, cuando leí los guiones, me prometí a mí mismo que esto lo iba a hacer muy bien.
Como tú bien has dicho, el del Sargento Delgado es un papel de lo más complicado. ¿Cómo lo afrontaste?
Evidentemente es un personaje tremendamente complejo. Es un hombre que está con el síndrome del norte en las venas, centrado en acabar con el enemigo como sea, pero a costa de que parte de sus afectos los pierda para siempre. Pierde a su familia, que es el mayor tesoro que cualquier Guardia Civil de Intxaurrondo podría tener, y se refugia en el alcohol y otras adicciones. Es un personaje muy complicado, y lo que intenté sobre todo fue buscar la parte más humana, la parte que fuese mas fácil de reconocer por parte del espectador y poner el énfasis en su dureza y en sus debilidades.
Una miniserie ambientada en "los años del plomo" tiene sus complicaciones, y supongo que tratar con perspectiva una época tan convulsa no fue nada sencillo.
De momento, para empezar no se rodó en Euskadi. Bien es cierto que eso es una balsa de aceite comparado con lo que era. Yo como me crié en el norte, he pasado en Euskadi algunos de los momentos más felices de mi vida, y ahí hemos crecido con los bombazos y con tu entorno hablando del tema. Pienso que es un gran paso adelante el que de por sí nos atrevamos a hablar de este tema. Los mismos vascos lo hicieron en clave de humor con 'Vaya semanita'.
Hay que dejar claro que esta es una historia de amor ambientada en aquel momento tan convulso. Yo creo que el autor intenta, desde el punto de vista de los bandos, hacer un fresco lo más cercano a la realidad de lo que sucedía. Y en mi opinión, en gran parte lo consigue.
Eloy y el Sargento Delgado, tras una dura jornada de trabajo en 'El padre de Caín'
Tu carrera siempre ha estado muy ligada a la televisión. ¿Cómo afrontar la evolución que está viviendo nuestra ficción en los últimos años?
Yo creo que es evidente que estamos viviendo una edad de oro de la ficción española, precisamente cuando la crisis más nos aprieta. Estamos haciendo las mejores cosas que hemos hecho nunca. Desde mi humilde punto de vista, series como 'Vis a vis', que me pareció un drama carcelario absolutamente extraordinario, hasta 'El Ministerio del Tiempo' o 'Mar de plástico', donde se afronta una trama policíaca complicadísima en pleno Almería. Me parece que estamos dando unos pasos hacia delante estupendos. Sobre todo me da la impresión de que el espectador está empezando a entenderlos y disfrutarlos.
Pienso que 'La fuga', a pesar de que no tuvo mucho éxito, fue la primera que se atrevió a tirar unas paredes que en este país nadie se había atrevido a derribar. Estamos en un momento estupendo, tenemos unos actores y unos guionistas maravillosos, y lo mejor de todo: que no se puede hacer más con menos dinero.
¿Crees que el hecho de haber dejado a un lado la tendencia de contentar a todo tipo de públicos está favoreciendo este cambio a mejor?
Es evidente. Y junto al riesgo, también está la calidad. Probablemente las mejores series americanas son las que se ven en los canales por cable. Está muy bien hacer productos que gusten a todo el mundo, pero siempre hay determinados límites que no se pueden pasar. Si haces algo dedicado a un determinado tipo de público te puedes arriesgar mucho más y alcanzar las metas que estamos alcanzando que, desde mi punto de vista, son extraordinarias.
Patxi Freytez es el Sargento Delgado en 'El padre de Caín'
Y en cuanto al hecho de que sea una miniserie. ¿Es más fácil conseguir un producto de calidad cuando es una historia cerrada, con un principio y un final claros?
Pues sí. Cuando haces una serie que se alarga en el tiempo, siempre tiene un decorado fijo que se repite, que aunque a lo mejor cada dos temporadas se le de una pincelada y se ponga un poco más moderno, sigue siendo el mismo. Sin embargo, en una miniserie te puedes permitir el lujo de buscar escenarios reales, encontrar sitios que se adapten lo mejor posible a lo que quieres contar, y el resultado es magnífico. A mí me daba la sensación de estar haciendo cine.
También tengo que decir que Salvador Calvo es uno de los mejores directores con los que he trabajado jamás. Luego lo he tenido todo muy fácil con Quim Gutiérrez que, a parte de ser un chaval extraordinario, es un actor de otro planeta. Aunque le saque un montón de años, yo aprendí muchísimas cosas trabajando con él.
Ahora que están tan de moda los reencuentros, ¿te gustaría formar parte de un remake que retomase las tramas de una serie tan mítica como fue 'El comisario'?
Sinceramente, no me gustaría. El recuerdo que guardamos todos de aquella serie mítica es el que tiene que quedar. Primero de todo, si se hiciese, jamás lo haría yo. Es el trabajo que más llevo en el corazón, entonces que no me toquen 'El comisario'. Allí no es que dejásemos ocho años de trabajo, dejamos una familia. Yo empecé soltero y terminé casado, y allí tuvimos bodas, bautizos y comuniones. Fue toda una vida.
