Madrid últimamente es noticia, ya sea por la peatonalización parcial de la Gran Vía o por la omnipresencia de Esperanza Aguirre en los medios, pero es que además la ciudad se ha tenido que enfrentar a un sinfín de personas colapsando la Plaza de Callao. Así es, la plaza se ha quedado pequeña debido a la gran quedada que han protagonizado los seguidores de Miguel Vilas, que se han echado a las calles para pedir el voto por el gallego a dos semanas de la final de 'Gran Hermano 17'.
Entre los asistentes podemos ver a Clara y a Markus, concursante de la cuarta edición de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' y supuesta expareja de Miguel. La muchedumbre agitaba pancartas mientras gritaba entusiasmada: "Miguel te queremos, Miguel ganador". Desde fuera, el expretendiente más heterosexual de la televisión, megáfono en mano, controlaba a la avalancha de fans del concursante.
El aluvión de fans del gallego colapsando la madrileña Plaza de Callao
Clara, Rebeca y Simona tampoco han querido perderse el gran acontecimiento y han decidido acudir para dirigir esta aglomeración y así hacerse las fotos de rigor con los allí presentes. No sabemos si Miguel ganará esta edición pero no cabe duda que ha conseguido reunir cientos de apoyos que seguramente lucharán con uñas y dientes para ver al gallego haciéndose con el maletín.
Miguel Vilas, ni un pelo de tonto
Nadie sabe si Miguel entró en el concurso con la lección bien aprendida o únicamente se trata de una persona sensible y vulnerable que ha lidiado con todo tipo de situaciones a lo largo de su vida. El concursante ya se hacía un flaco favor con una imagen en su vídeo de presentación demasiado artificial e incluso se definía a sí mismo como "un chico de mentira" y cuesta creer que todas las discusiones que ha protagonizado hayan surgido de forma casual.
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Dentro de la casa ha protagonizado momentos muy polémicos ya que supuestamente nadie de su entorno conocía plenamente su homosexualidad ni su problema capilar. Miguel ha pasado como un huracán por 'Gran Hermano' y, a un paso de hacerse con el maletín, aún nos queda averiguar si ha podido convencer a la audiencia de la misma manera que ha conseguido convencer a la mayoría de sus compañeros.