Sergio Soler, el youtuber más conocido como Mr.Granbomba, ha cerrado su cuenta de Twitter y ha eliminado casi todos los vídeos que había publicado en YouTube, entre ellos el que contenía la agresión que sufrió hace unos días tras insultar a un hombre llamándolo "cara anchoa". Soler denunció a este repartidor al que había humillado aunque dice que no quiere dinero sino que le pida perdón. Tanto el insulto como la agresión han generado un debate entre quienes defienden que nunca debe responderse con violencia, y aquellos que consideran que estos vídeos son una forma de provocar y humillar públicamente que puede generar este tipo de respuestas, además de poner en peligro el empleo de este hombre, que en el momento de los hechos estaba trabajando como repartidor.
Momento de la agresión que sufrió Sergio Soler tras insultar a un hombre
Enorme repercusión
Este tipo de situaciones son muy habituales entre otros youtubers bromistas de proyección mundial. Sin embargo, pocas veces se había dado una situación así en un vídeo "made in Spain". Es por ello que la repercusión ha sido enorme, tanta que el propio autor, acostumbrado a las críticas que recibe por parte de los millones de visitas que tenían sus vídeos, se ha visto desbordado.
En solo unas horas su vídeo alcanzó los 3,5 millones de visitas y ha sido uno de los temas más comentados en las redes sociales. Es decir, la tormenta perfecta para ver cómo su número de seguidores se incrementaba en varias decenas de miles de personas. Sin embargo, él niega que este fuera su objetivo: "La verdad es que no quiero estar dentro de la fama. Me importa poco, como te decía antes seguramente lo deje. Estudio, tengo mis cosas... soy un chico normal. Lo último que quiero es ser el centro de atención por algo así. Por ello pido disculpas las veces que haga falta. El último mes he cobrado 200 euros, ya no me importa decirlo. La gente se cree que gano miles de euros. Sólo busco risas. Algunos vídeos son un poco más tensos, algunos son de sustos... de todo tipo. Todo el mundo ha gastado bromas, nadie es un santo", explicó al periodista que le entrevistó para El Mundo.