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Que Donald Trump haya pedido la cancelación de 'Saturday Night Live' en varias ocasiones es motivo más que suficiente para que el programa siga haciendo pequeñas sátiras sobre sus medidas. Pequeñas en cuanto a su brevedad, porque en el fondo contienen una crítica brutal hacia el nuevo presidente de Estados Unidos.
La última píldora de humor y mala leche ha tenido como protagonistas a Alec Baldwin, el veterano imitador de Trump; a Beck Bennet, como Vladimir Putin; y al invitado estrella John Goodman, que encarnó a Rex Tillerson, el recién elegido secretario de Estado, uno de los empresarios más importantes de Estados Unidos y quizá el más próximo a Putin. El trío se preparaba para ofrecer una buena ración de ironía.Vladimir Putin y Donald Trump, imitados en 'SNL'
Los regalos de (a) Putin
¿Se ha portado bien Trump con el presidente Ruso? Pues parece ser que sí, o al menos eso se deduce del sketch de 'SNL'. En él, Vladimir Putin, descamisado como siempre, se deja caer por la chimenea de la casa de Trump con un saco lleno de regalos. Y no solo regalos; Putin se deshizo en elogios al hablar del republicano, al que describió como "el mejor candidato", "el más inteligente" y "el mensajero del miedo".
En definitiva, el mejor embajador que Rusia pueda tener en Estados Unidos, dejó entrever Putin. Trump parecía confuso ante tanto halago: "No sé lo que todo esto significa, pero suena muy bien". Sin embargo, el presidente norteamericano tuvo que disculparse: "Vladimir, lo siento. Yo no sabía que tu vendrías, así que no tengo un regalo para ti", algo a lo que Putin respondió con más buenas palabras y con la frase que resume toda la intencionalidad del sketch: "Por favor, Señor Trump, usted es el regalo".
En ese momento, apareció en escena otro de los "regalos" que Trump ha hecho a Vladimir Putin, Rex Tillerson, encarnado por el actor John Goodman. Tillerson preside la compañía petrolera Exxon Mobile y ha sido elegido como nuevo secretario de Estado. Además se caracteriza por su buena relación con Putin y por los intereses económicos que su empresa tiene en el subsuelo ruso. Entre esos intereses, un negocio de 500.000 millones de dólares que Exxon Mobile no pudo invertir en Rusia por las sanciones que Obama impuso al país por invadir la región de Crimea, en Ucrania. Evidentemente, el empresario criticó esas medidas.
Y, evidentemente, la presencia de Tillerson en 'Saturday Night Live' estaba cantada. Desde que apareció en escena se puso hombro con hombro a negociar con Putin. "Chicos, ¿de qué están hablando?", preguntó Trump. "No te preocupes", le respondió el presidente ruso con desdén.