El famoso directo del final de 'Velvet' ya contaba con muchas expectativas de antemano. Muy pocas veces se ha hecho algo similar en nuestra televisión, y menos en un dramedia de estas características. Sin embargo, a pesar de las complicaciones, Antena 3 logró reflejar en pantalla el evento televisivo que estaba buscando. Un broche de oro mágico en vivo y en directo.
Un despliegue técnico sin precedentes
Independientemente de los rótulos que anunciaban el arranque del esperado directo, la diferencia entre las escenas en vivo y las grabadas era más que visible. Pero eso también está bien. Un despliegue técnico y humano como este no podía pasar desapercibido para el gran público.
Despliegue de medios para el directo de 'Velvet'
El peso argumental de esos más de diez minutos de secuencia era escaso, casi inexistente. Y quizá aquí estaría una de las pocas pegas de este ansiado acontecimiento. Es cierto que la decisión de poner en marcha el directo se tomó una vez terminada la grabación de la serie, por lo que no había otra opción que meter con calzador unas escenas que, quizá en alguna ocasión, llegaron a hacerse pesadas.
A pesar de este pequeño detalle, es imposible desmerecer el trabajo de todo un equipo que ha demostrado darlo todo para sacar adelante un reto que de primeras se presentaba como un imposible. Movimientos de cámaras, cabezas calientes, subidas y bajadas de escaleras y un patio exterior son algunas de las sorpresas con las que Bambú y Antena 3 demostraron que se puede llevar a cabo una apuesta de tal magnitud sin tropezarse en el intento.
Sobredosis de emoción
Tanto en pantalla como detrás de las cámaras, la euforia era más que palpable. Todo el reparto demostró su devoción por la serie con unas interpretaciones que estuvieron cargadas de nostalgia y emotividad. Los ojos empañados de Paula, Cecilia o Marta dejaban entrever lo que estaba suponiendo para todos ellos despedirse de una serie en la que se ha forjado una familia.
Así, además del encuentro entre Rita y Ana o la romántica declaración de Alberto a lo "Romeo y Julieta", uno de los momentos más especiales fue el de Echevarría con Sacristán. El veterano intérprete finalmente ocupó el hueco que se merecía con una profunda conversación con su sobrina ficticia que logró condensar en unos segundos su protectora relación paterno-filial.
Guiños que acaban por romper la cuarta pared
Por último, y esto ya para los más avispados, el hecho de tratarse de una emisión en directo hacía de la secuencia algo completamente impredecible. Cualquier cosa podía pasar. El primer momentazo lo protagonizó Asier Etxeandía cuando, con su estado de nerviosismo habitual, no lograba colgar un vestido de novia en una percha que en cuestión de segundos acabó tirado en el suelo.
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El actor que da vida a Raúl de la Riva, en la última secuencia en vivo, volvió a demostrar su evidente sentido del humor cuando, al abrir una botella de champagne, el líquido salió disparado hasta empaparle todo el cuerpo. Fue entonces cuando, tras una incontenible carcajada, Asier decidió romper la cuarta pared, mirar a cámara y lanzar un guiño a todos aquellos espectadores que observaban con atención el desenlace de la ficción. Además, otra de las frases que confirmaba que la emisión en directo la pronunció José Sacristán al decir la hora exacta en la que se estaba retransmitiendo.