Parece que los lectores de FormulaTV.com tienen muy claro quien será el concursante que se llevará el premio de 'Gran Hermano 17'. La casa de Guadalix de la Sierra tiene tres inquilinos, pero solo uno de ellos conseguirá convertirse en el ganador del concurso. Según los resultados de la encuesta, una mujer saldrá de Telecinco con el maletín bajo el brazo.
Resultados de la encuesta en FormulaTV.com
Con el 54,1% de los votos, la ganadora indiscutible para los usuarios es Meritxell. "La pantera" ha sido la concursante que más apoyos ha conseguido en la encuesta, un dato que saca bastante ventaja al resto de los finalistas: Beatriz y Rodrigo. Su amistad con Adara y la relación que mantuvo con el francés Alain podrían convertirla en la favorita del público.
Mientras, el segundo puesto ha sido para Bea con un 39,3% de los votos, muy por debajo de su compañera y ganadora de la encuesta, Meritxell. Por último, Rodrigo ha sacado 6,6% de los votos. Los usuarios de la web también han sentenciado que el madrileño no ganará esta edición de 'Gran Hermano 17', sino que se quedará con el último puesto del ranking.
Pelayo la lía en 'Gran Hermano 17'
Uno de los estilistas de 'Cámbiame' protagonizó un desencuentro con Meritxell y con Clara. El cuarto semifinalista del reality se ha mostrado durante toda la noche del domingo 18 de diciembre bastante altivo con sus excompañeros, contraatacando y rebatiendo cada opinión que se verbalizaba en plató. Pelayo Díaz ha comentado que le hubiese gustado ver a Miguel "tan chulito" dentro de la casa, además de opinar acerca de su calvicie: "No hay que intentar ganar un concurso a costa de crear un complejo".
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En su enfrentamiento con el gallego, Clara se ha metido por medio. Según ella, el estilista de 'Cámbiame' ha opinado en alguna ocasión sobre ella en Twitter, algo que a la concursante no parece haberle sentado muy bien ya que, según la madrileña, él no la conoce de nada. Por su parte, Pelayo le ha contestado que a ella la conoce toda España "por ser una maleducada" y Clara no se ha querido quedar callada: "Eres un pintas. No tengo nada que ver contigo, ni quiero. Eres un ridículo". Más tarde, tanto uno como el otro se han pedido disculpas mutuamente.