¿Cuántas veces hemos deseado que Martes y 13 volviera a la televisión en fin de año? Entre 1988 y 1997 los especiales de Nochevieja eran exclusivamente suyos, exceptuando uno, aunque su primer gran sketch, el de Encarna y la empanadilla de Móstoles, se vio en el último día del año 1985. De todos los humoristas que han tenido fama en nuestro país, sin duda Martes y 13 son memorables, los favoritos para una generación entera que deseaba despedir el año solo para ver su nuevo especial. Quizá, aunque no los vieras en su día, sabes por qué se desquiciaba Encarna, por qué nadie quiere cambiar su detergente Gabriel o conozcas la mejor imitación de Mocedades de la televisión. Es porque Josema Yuste y Millán Salcedo, es decir, Martes y 13, han sido muy influyentes en la cultura popular española.
Millán Salcedo y Josema Yuste en la actualidad
Martes y 13 fueron quienes convirtieron, de alguna manera, la Nochevieja en un sinónimo de humor. Su estilo era único, contenía muchos juegos de palabras, entresijos lingüísticos, muecas, conversaciones absurdas, la desesperación de alguno de los personajes y, sobre todo, muchas parodias y caricaturas. Recogemos sus 12 mejores momentos, aunque hay muchos más que nos gustaría recordar con vosotros.
1 Encarna de Noche
Sin duda, no podemos decir el nombre de Martes y 13 sin que recordemos el gag de la empanadilla y Encarna de Noche. Imitando el programa de la famosa presentadora de radio, una oyente conseguía sacar de quicio a Encarna con un soliloquio que por momentos iba perdiendo más el sentido. Martes y 13 reproducía este sketch por primera vez en la Nochevieja del 85, por lo que no nos extraña que a partir de 1988 fueran ellos los encargados de hacer el especial humorístico de Fin de Año. El momento de "¡Encannaaaa!" se ha coronado como uno de los gags de humor más famosos de la historia de nuestro país, para mucho y muchas, el mejor. Además, sale un jovencísimo Dani Martín haciendo del botones del hotel.
2 Detergente Gabriel
En 1989 se emitía en Nochevieja otro de los sketches más memorables de Martes y 13, el del detergente Gabriel. Un presentador de televisión le ofrecía a un ama de casa 3 paquetes de detergente Gabriel a cambio del que la señora llevaba en el carro, pero ella decía que estaba muy contenta con el suyo. "¡Pero si es lo mismo!" le decía el ya desquiciado hombre, y ella respondía con esa frase tan típica de: "Pero no es igual". Un momento hilarante donde Josema Yuste nos hacía retorcernos de risa con su impecable actuación.
3 El Festival de Chorravisión
Martes y 13, como sabemos, también imitaba a algunos artistas famosos, y en su versión personal del festival de Eurovisión se atrevieron con algunas de las actuaciones más emblemáticas del festival: Massiel, Salomé, Julio Iglesias, Mocedades y Azúcar Moreno fueron algunas. Su interpretación de Bandido, de las hermanas Salazar, es incluso más grotesca que la realizada por los Chunguitos en 'Tu cara me suena'.
4 ¿Digamelón?
Tan solo unos segundos bastaron para reírnos con este juego de palabras tan tonto, así fue que muchos comenzaron a coger el teléfono diciendo: "digameloooon". La canción que Millán Salcedo cantaba mientras cortaba el melón tampoco tiene desperdicio.
5 Las campanadas de las uvas
En la Nochevieja de 1990 Martes y 13 nos enseñaban cómo eran las campanadas y en qué momento debíamos de tomar las uvas. Para ello, hicieron uso de un montón de campanas de diferentes tamaños y nos explicaban qué significaba cada una, ¡pero ningún momento tenía que ver con las campanadas de Nochevieja! La risa que les entraba a ellos era contagiosa.
6 Sor Teo de la Lotería del Niño cantando Dominique
Era 1987, y tras el sketch del soliloquio del cura en el sketch de "Ella no quería", también un clásico protagonizado por Josema Yuste, le tocaba a Millán Salcedo salir vestido de monja para cantar una versión de Dominique animando a la selección española. Pero, antes de ello, este personaje se partía de risa ante el micrófono, contagiando a todo el mundo. Inolvidable.
7 Isabel Pantoja y Encarna Sánchez, el especial más polémico
El especial de 1992, llamado 'El 92 cava con todo', llevaba como hilo conductor la recreación de unas vacaciones entre Isabel Pantoja y Encarna Sánchez (de nuevo). Entre sketch y sketch, salían escenas del turbulento viaje de la cantante y la periodista, que por aquella época se rumoreaba que mantenían una relación sentimental, y por eso el programa fue muy polémico. Es más, Martes y 13 levantó la ira de la propia Encarna. Eso sí, lo gracioso que fue desde un principio, ya pasando el detector de metales en el aeropuerto, hace que mereciera la pena la polémica.
8 José María García y Pablo Lizcano
Este sketch de 1988 también es uno de los mejor recordados del dúo de humoristas. En él, Millán Salcedo imita al periodista Pablo Lizcano, que después de varios contratiempos con el teléfono en directo recibe la llamada de José María García. Pero la comunicación empieza a fallar y ambos solo pueden oírse entrecortados, llegando la situación a ser un auténtico caos lingüístico, como era común en los gags de Martes y 13.
9 Avance Telediario
Ver a Martes y 13 imitando algún programa de televisión, telediario o el avance de la programación era mítico, y entre todos ellos nos quedamos con este del telediario, en el que Josema tenía que interpretar por lengua de signos lo que decía su compañera. Ya los gestos que hace cuando ella habla son para morirse, pero cuando se pasa un rato haciéndolo mientras la otra está en silencio, no sabes cuándo parar de reír.
10 Linda Wendsley, cantando en Jazz entre Amigos
Este sketch, además de gracioso, está muy bien trabajado, ya que Millán Salcedo tenía que salir todo pintado de negro y cantar. Pero es tremendamente desternillante la manera en que canta jazz, los gestos que hace, y cómo se queda "atascada" al final de la canción, que tienen que darle un empujón para que arranque. Es una caricatura muy buena de este género musical, y no lo olvidaremos nunca. Era la Nochevieja de 1990.
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12 Café Tacilla
Josema Yuste anunciaba Café Tacilla, una marca cuyo eslogan era "El último grito en café", y es que esos vasos donde se sirve el café no hay quien los coja, ¡porque si el café está caliente te quemas las manos!