VIAJE AL PASADO

'¡Ala... Dina!', la comedia con mucho "genio" con la que TVE se acercó al género mágico

Echamos la vista atrás y recordamos esta serie protagonizada por Paz Padilla y Miriam Díaz-Aroca que se atrevió a mezclar magia y comedia.

Por Roberto Pazos El 5 de Enero 2017 | 14:23

El nuevo milenio estaba a punto de comenzar y las teorías apocalípticas se habían convertido en el pasatiempo favorito de muchos. ¿Qué pasaría el 1 de enero del 2000? ¿Se descolgarían los ascensores? ¿Fallarían los sistemas informáticos? El caso es que la paranoia pronto se disipó, dejando a su paso una estela de decepción entre aquellos que, en el fondo de su ser, aguardaban que el "efecto 2000" fuese algo así como la secuela de "Independence Day", pero esta vez con las máquinas como antagonistas. Lo que sí trajo aquel mes de enero del 2000 fue una dosis de "magia" a la cadena pública.

Inicio de la cabecera de la serie '¡Ala...Dina!'

El 4 de enero del año 2000 comenzaba a emitirse en Televisión Española '¡Ala...Dina!'. Creada por Francisco Arango, esta ficción contaba con Paz Padilla, humorista procedente de programas de éxito como 'Genio y Figura' o 'Crónicas Marcianas', como protagonista indiscutible.

La serie relataba, en tono de comedia, las peripecias de una genio que aterrizaba en un mundo muy distinto al que recordaba. Esta producción, que tenía sus referentes más directos en 'Embrujada' o 'Sabrina, cosas de brujas', nos trasladaba a un terreno prácticamente inexplorado en la ficción de nuestro país, el mágico. '¡Ala... Dina!' se presentaba como una oferta distinta, alejada de las series contenedor que acumulaban el resto de cadenas. Antena 3 y Telecinco habían optado por examinar las distintas esferas profesionales con títulos como 'Compañeros', 'Policías, en el corazón de la calle', 'Periodistas', 'El Comisario' u 'Hospital Central', entre otras. Por su parte, la cadena pública resolvió darle una oportunidad a esta comedia familiar con tintes fantásticos. Una apuesta arriesgada que funcionó eficazmente, pues se convirtió en el programa de TVE más visto en la temporada 1999-2000, llegando a acumular una audiencia media de 4.430.000 espectadores y un 24,7% de share en su primera temporada.

1 Magia y comedia, una combinación explosiva

Dina (Paz Padilla) realizando su característico movimiento

'¡Ala... Dina!' gira en torno a la figura de Dina, una genio condenada a 400 años de cautiverio por haber arruinado los planes de Felipe II y su Armada Invencible. En su afán por colaborar y ofrecer unas condiciones meteorológicas favorables a la expedición española, aumentó la intensidad del viento. El resultado de sus acciones fue el descalabro de la misión. Durante ese dilatado lapso temporal, Dina ha estado encerrada en su lámpara, ajena a los cambios que ha experimentado el mundo. Si bien, su realidad da un vuelco cuando dos muchachos, Álvaro y Bolita, encuentran en un descampado el objeto en el que permanece encarcelada.

Una vez liberada, Dina tendrá que acostumbrarse a su nueva vida. Ahora trabaja como asistenta para un "nuevo amo", Tomás, un publicista viudo con reservas respecto al uso de la magia en su hogar. Con él conviven sus dos hijos, Eva y Álvaro. Todos ellos se verán arrastrados por las equivocaciones de la genio, siendo así partícipes de las hilarantes situaciones desencadenadas a partir de ellas.

Son estos episodios, caracterizados por la falta de destreza de Dina a la hora de aplicar su magia, el objeto central de las tramas de la serie. A lo largo de sus 64 episodios, la ficción nos mostró cómo se rebelaban los electrodomésticos, cómo los clones podían resultar inoperantes o cómo viajar en el tiempo se antojaba menos apetecible de lo esperado.

Todo estos disparatados acontecimientos se servían aderezados con un humor blanco, sencillo y accesible para un público que se ofrecía muy amplio. Por así decirlo, el producto cumplía la máxima impuesta por las cadenas, aquella que obligaba a congregar tanto a niños como a abuelos frente al televisor.

2 ¡Chas! Los efectos especiales

Dina (Paz Padilla) utiliza sus poderes para hacer levitar a Eva (Lidia San José)

Con '¡Ala... Dina!' se introdujeron una serie de cambios a nivel formal. La utilización de efectos especiales y de una postproducción inusual para aquellos tiempos convirtieron en precursora a esta producción que jugaba con el empleo de cromas y otros efectos visuales.

Desapariciones, metamorfosis, objetos volantes, levitaciones... Son solo algunas de las posibilidades que se exploraron a lo largo de las temporadas. Con mejor o peor resultado, abrieron la puerta a nuevas opciones, demostrando que este tipo de innovaciones estaban al alcance de la ficción española.

3 El mundo de Dina

El equipo de '¡Ala... Dina!' en un fotograma del Making of

Los personajes, tanto fijos como regulares, brindaban grandes momentos y proponían distintas posturas frente a la anarquía que representaba Dina.

Dina Alá Alá (Paz Padilla/ Míriam Díaz-Aroca) era la gran protagonista de la historia. Cautiva durante 400 años, fue liberada por el joven Tomás, quien halló su lámpara en un descampado. Poco a poco se fue haciendo un hueco en la familia García León, principal víctima de sus desastrosas habilidades como genio y asistenta. Pero gracias a su gran carisma y desparpajo, se convirtió en un elemento esencial en sus vidas.

Tomás García León (Gary Piquer), el padre de familia, era el portavoz de la cordura. Ni la magia, ni las locuras de Dina parecían agradarle en demasía. Con todo, el paso del tiempo hizo que ambos personajes encontrasen un nexo de unión. La atracción fue creciendo entre ellos, culminando en el capítulo 47 con la celebración de la boda, cuando Dina pasó a estar interpretada por Míriam Díaz-Aroca.

Eva García León (Lidia San José), la hija mayor, era una adolescente que intentaba encontrarse a sí misma. Responsable pero con un punto de rebeldía, mantenía una relación sentimental con un joven muy tradicional y un tanto dramático, Chemita. Este último era blanco frecuente de las escasas aptitudes mágicas de Dina.

Álvaro García León (José Gonzálvez), el pequeño de la casa. Gamberro pero simpático, compartía grandes momentos con su amigo "Bolita" (Alejandro Rello), un niño apasionado por la comida.

Lucrecia García León (Mary Carmen Ramírez), era la entrometida madre de Tomás. Aparecía cuando menos se la esperaba. Recta y de ideas fijas, aleccionaba constantemente a la asistenta de su hijo. Precisamente su buena relación con Rashid, el abuelo de Dina, era otra de las tramas recurrentes de su personaje.

Paloma Velázquez (Verónica Mengod), era la compañera de trabajo de Álvaro y la mala malísima de las primeras entregas. Estaba enamorada del Sr. García León, pero jamás fue correspondida. Su enemiga directa era la propia Dina.

Fueron muchos los artistas que hicieron su aparición en esta ficción

A lo largo de las temporadas fueron surgiendo personajes que gozaron de mayor o menor relevancia. Entre otros, deberíamos destacar a Shazim (Santiago Urrialde), exnovio de Dina; Dinita (Cynthia de la Piedra), hija de Tomás y Dina; o Rosi (Nathalie Seseña), la asistenta de la familia de Bolita y mejor amiga de la protagonista.

En cuanto a apariciones estelares, la serie recibió a múltiples personalidades. Algunas llegaron para interpretarse a sí mismas. Así lo hicieron Alessandro Lecquio, David Meca o Carlos Baute, por ejemplo. Sin embargo, otros conocidos rostros de la pequeña pantalla acudieron al universo mágico para dar vida a interesantes personajes. Ana Obregón asumió el rol de la perversa prima italiana de Dina, Gina. El papel de Rey de los Genios fue a parar a manos de Chiquito de la Calzada. Y, ya en la última temporada, Anne Igartiburu abandonó su dulzura habitual para convertirse en una imponente emperatriz galáctica llamada Igartíbula.

4 Dina, ¿eres tú?

Paz Padilla y Míriam Díaz-Aroca interpretaron el mismo papel en '¡Ala... Dina!'

'¡Ala... Dina!' experimentó lo que se conoce como "Síndrome Darrin". Esto es, cuando un mismo personaje pasa a ser interpretado por otro actor. No era la primera vez que esto acontecía en la ficción española o extranjera. Sin ir más lejos, el origen del propio "síndrome" se antojaba tan "mágico" como la propia comedia de TVE, puesto que el concepto nació a raíz de que Dick Sargent reemplazase a Dick York en 'Embrujada'.

Así pues, Paz Padilla anunció que no continuaría desempeñando el papel de Dina. Su hueco fue cubierto por Míriam Díaz Aroca, con quien coincidiría posteriormente en 'Mis Adorable Vecinos' (Antena 3). Al tratarse de una serie con tintes fantásticos, no supuso un problema explicar la transformación física de la protagonista. La culpa de todo la tuvo el amor. El amor, esa fuerza incontrolable, fue la causa por la cual su aspecto se modificó radicalmente. Al parecer, algo común entre los genios afectados por ese caprichoso sentimiento.

La ficción pudo justificar la mutación del personaje principal pero fue incapaz de sobrevivir a la ausencia de su original. El abandono de la gaditana supuso un duro golpe para la serie y los espectadores empezaron a desinteresarse. La salida del rostro estrella de la sitcom vino acompañada de una modificación del formato. La "telecomedia", como era denominada por aquel entonces, cambió de duración. De los correctos 30 minutos de las primeras temporadas, paso a los 70. El planteamiento de la serie tuvo que ser retocado. Y aunque consiguieron ser la emisión más grabada, alzarse con el puesto de líderes en ese campo no contribuyó a frenar un final que ya estaba escrito. La serie se despedía de los espectadores en 2002, tras dos años en antena.

5 Rumores de un posible regreso

En 2015, Paz Padilla confirmó en una entrevista para FormulaTV.com que había existido la intención de resucitar la serie con todos sus personajes. Hubo conversaciones pero nada en firme. Unas declaraciones que suscribía más tarde otra de las protagonistas de la ficción, Lidia San José.