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HBO España llegaba a nuestro país con una presentación por todo lo alto. Con su desembarco, se convertía en la mayor enemiga de Netflix, plataforma digital por excelencia a la hora de consumir ciertos productos. Sin embargo, lejos de competir, la convivencia de ambas se traduce en más variedad para los espectadores, que ganan por partida doble. HBO cuenta con 'Juego de Tronos' como baza principal para capturar al público, sin embargo, también ha apostado por nuevas ficciones como 'Taboo', una miniserie británica de ocho episodios con Tom Hardy ('Mad Max: Furia en la carretera') a la cabeza del reparto.
Tom Hardy como James Delane en 'Taboo'
Sed de venganza envuelta en el misterio
'Taboo', ambientada en el Londres de 1814, sigue de cerca de James Keziah Delaney, el personaje interpretado por Hardy, un hombre al que daban por muerto tras dejar de dar señales de vida durante un viaje a África. Sin embargo, 15 años más tarde reaparece justo para el funeral de su padre, fallecido en misteriosas circunstancias tras abrazar la locura. Con sed de venganza y ansias por descubrir qué se esconde detrás de este suceso, se adentra en su ciudad natal por un camino lleno de oscuridad, enemigos del pasado y presente, que no están dispuestos a ponérselo fácil.
El misterio que envuelve a Delaney, quien se encuentra totalmente cambiado en su vuelta de los confines de la Tierra, sumado a la gran personalidad de Hardy, hace que el espectador no quiera perderse ningún movimiento del protagonista. Transmite cierto magnetismo necesario a la hora de describir un personaje con tantos tintes oscuros provenientes del más allá, y es que nuestro querido antihéroe, mantiene una relación especial con aquellos que dejaron la vida terrenal. Al igual que su madre, de la que iremos conociendo más con el trascurrir de los episodios, tal y como nos dejan ver los dos primeros, sus raíces no son del todo inglesas. De momento hemos visto los primeros esbozos de la fuerte personalidad de Delaney, pero ya adivinamos que se avecinan curvas, y promete un viaje personal delicioso, todo ello mientras venga a su padre, se deja llevar por la pasión de un amor prohibido, y busca justicia a su manera.
Un reparto a la altura
A pesar de que Tom Hardy destaca por encima del resto de compañeros que lo acompañan en la miniserie, no está solo. Le acompañan unos secundarios a la altura de su interpretación. En primer lugar tenemos a Jonathan Pryce, quien de momento se postula como mayor enemigo del protagonista. Sir Stuart Strange, que así se llama su personaje, lejos de allanarle el camino, parece tener ganas de complicárselo, o directamente, borrarlo del mapa. Se encuentra como pez en el agua en este papel, haciendo que el espectador lo rechace desde el minuto uno. Aunque como cualquier villano bien escrito y bien interpretado (en esta ocasión, maravillosamente bien), también tiene cierto punto de atracción.
Oona Chaplin como Zilpha Geary en 'Taboo'
Por otro lado se encuentra Oona Chaplin, medio hermana de Delaney y de la que hasta el momento, hemos visto unos tintes dramáticos que podrán explotar durante los seis episodios restantes. Como todo Quijote, también tiene a su Sancho Panza, en este caso Brace, a quien da vida David Hayman. Uno de los pocos aliados que ha demostrado estar a la altura y saber dar la replica al gran Hardy. También destaca Leo Bill, otra de las piedras en el camino.
Como decíamos, no solo los actores están en su mayoría sublimes, gran parte del trabajo viene gracias a un guión escrito con mimo y cuidado. La serie bebe de la época en la que está ambientada, por lo que la trama está influenciada en cierta medida por ello, no solo a nivel superficial. Es cierto que lo histórico queda relegado a un segundo plano, sin embargo, al espectador le es fácil situarse en el contexto debido a algunos de los sucesos que se plantean ya en el segundo capítulo, como los conflictos entre Reino Unido y Estados Unidos, o la lealtad y devoción al Rey (en el caso de Reino Unido).
Tom Hardy en 'Taboo'
Los guionistas han sabido mezclar en 'Taboo' la realidad con la más oscura ficción, creando así subtramas y personajes con varias capas que se van descubriendo con el paso de los hechos. Así, consiguen enganchar al público desde el inicio del primer capítulo, hasta final del mismo, dejándolo con ganas de más. Lo mismo ocurre en el segundo, y tras ver el último plano, todo apunta que en el tercero, el misterio y los giros en el guion, tendrán más presencia todavía. Sin duda, han cuidado todos los aspectos y han sabido atar cabos, al menos eso parece en estas dos entregas.
Una factura visual impecable
Siguiendo el camino de lo técnico, debemos premiar la factura visual de la serie, que además de ser impecable, ha sabido conjugarse con la historia. Con una fotografía bastante sombría que juega con el clarooscuro, es capaz de crear un ambiente tétrico y a la vez creíble para los hechos que transcurren. Cada vez son más las series de ficción que apuestan por un trabajo completamente depurado, deleitando al espectador con un estilo puramente cinematográfico.
En 'Taboo' se agradece, ya que, gracias a la imagen, así como los escenarios y decorados, se consigue dar mayor credibilidad. Además del equipo de fotografía y arte, debemos mencionar también al de maquillaje, cuyo esfuerzo y buen resultado, queda plasmado en la pantalla. Por otra lado, hay que decir que el sonido y la banda sonora, ya desde los créditos, transciende en nosotros. Con más que un aprobado por nuestra parte, y con todos los elementos a su favor, recordamos que 'Taboo' se estrena este 7 de enero en HBO España.
