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La semifinal de 'MasterChef Junior' se planteaba de lo más complicada. La competición estaba en su punto más álgido y todos los pequeños querían ganarse una plaza en la tan ansiada final. Los abuelos de los concursantes fueron los protagonistas de la prueba de plató mientras que en el exterior lo fueron los cómicos andaluces.
¡No llores amor! Eres un valiente, un campeón y has llegado muy lejos. Escucha los consejos de los jueces y tu abuelo #MCJunior pic.twitter.com/vy0rbGrYEJ
— MasterChef (@MasterChef_es) 10 de enero de 2017
En el primer tramo del programa hubo un nombre que se llevó más atención que los demás, Jefferson. El recién repescado no pudo evitar emocionarse al ver que su plato no salía como se esperaba. Hecho un mar de lágrimas, fue el que acaparó el corazón de los espectadores y consiguió, incluso, ser uno de los temas más comentados en las redes sociales. El pequeño, además, se llevó unas bonitas palabras de Samantha Vallejo-Nágera y conseguía emocionar también a sus compañeros, que así se lo expresaban.
Si Jefferson @JeffersonMcj4 llora, todos lloramos ???? @MasterChef_es #MCJUNIOR pic.twitter.com/g7jTP8yFsR
— PalomaMCJ4 (@PalomaMCJ4) 10 de enero de 2017
Paloma tuvo que abandonar la prueba de exterior
Córdoba fue el lugar elegido para desarrollar la prueba de exterior que diera paso a la tan temida prueba de eliminación. El calor de las cocinas pudo con Paloma, la capitana del equipo rojo, y la pequeña tuvo que quedarse fuera del cocinado grupal y volviendo aparecer, ya recuperada, para el veredicto.
Ánimo @PalomaMCJ4, esto le puede pasar a cualquiera y tú te lo has currado mucho #MCJunior pic.twitter.com/b3BEeoDZBT
— MasterChef (@MasterChef_es) 10 de enero de 2017
Los equipos, entonces, tuvieron que recomponerse y el jurado decidió intercambiarlos y volver a mezclarlos para sacar el servicio adelante. En esta ocasión tocaba dar de comer a unos cuantos destacados cómicos andaluces, como Álex O'Dogherty y Santi Rodríguez entre otros, que alabaron el trabajo de los pequeños.
Los jueces también recalcaron el buen hacer de los pequeños chef, pero sin contentar a todos. Mientras Jefferson no terminaba de entender las razones por las que le daban tres puntos ("me dicen cosas buenas y me dan solo tres puntos"), José Enrique no pudo evitar llorar al recibir tan solo un punto.