Que a Irma Soriano le gusta mucho hablar, es una realidad. El viernes 20 de enero, durante una fiesta que emulaba formatos como 'El club de la comedia', la también conocida como chica Hermida no dudó en demostrar sus dotes como humorista al ofrecer un monólogo sobre su siempre recordada pifia en la retransmisión de las uvas de 1994.
Irma Soriano, junto a Ema Ozores y Daniela Blume, en 'GH VIP5'
"Si lo hubiera hecho muy bien, como a mí me gusta hacerlo, pues no se hablaría todavía hoy de ello. Fueron esas Campanadas que yo di como nadie en una cadena amiga", introducía la presentadora al inicio de su discurso. "Era la ilusión de mi vida estar en la Puerta del Sol en Nochevieja", explicaba ante las risas de sus compañeros, que ya eran conocedores de lo que venía a continuación.
"Me habían enseñado el mecanismo del carrillón, de los cuartos y las campanadas. Todo ello patrocinado por un aceite de oliva virgen extra que había pagado mucho dinero", apuntaba con sarcasmo. "Estábamos en el último minuto antes de entrar, y entonces yo empiezo con todo el despliegue de medios a explicar todo y el regidor me decía que siguiera hablando. Yo me dije: 'Fíjate, si estoy en mi salsa, yo hablo hasta mañana si es menester".
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"Siempre me ha perseguido aquello de que no sé sumar"
"Parece que se había perdido el hilo con el control central de San Sebastián de los Reyes, porque ese minuto se me había hecho eterno. Pero bueno, en ese momento el tiempo no existía. De repente, me dicen que me gire y eran las 00:10 lo menos", decía con las carcajadas de Emma, Alonso y compañía de fondo. "Los patrocinadores se debieron acordar de toda mi familia. Yo recuerdo que miraba el balcón y pensaba que, o me tiraba, o allí iba a pasar una tragedia grandísima. Y desde entonces siempre me ha perseguido aquello de que no sé sumar".