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Tras su ausencia en las temporadas 4 y 5 de 'Tu cara me suena', la artista Mónica Naranjo vuelve al formato para juzgar a los nuevos concursantes, pero, esta vez, en la versión de anónimos que lleva el nombre de 'Tu cara no me suena todavía'. La cantante afirma estar encantada con este regreso porque es un programa que le recuerda a los que veía con su familia.
Mónica Naranjo en 'Tu cara no me suena todavía'
Es un nuevo reto. Igual que empezamos con 'Tu cara me suena' con famosos, ahora lo empezamos con anónimos y eso me ha encantado. Me parece un reto fantástico porque hay mucha gente con talento en nuestro país. En 'Tu cara no me suena todavía' vamos a ver unas imitaciones únicas. Fíjate si me ha hecho ilusión este reto que estoy de gira en México y he partido la gira para poder estar en 'Tu cara no me suena todavía'. Yo siempre voy a estar a favor de los programas familiares porque son con los que yo crecí y eso mantiene unida a la familia.
Tenemos que seguir siendo un programa familiar y en el que reina el buen humor y la misma energía
¿Qué diferencias vas a encontrar entre valorar a los famosos, a los que ya podías conocer anteriormente, y valorar a los anónimos?
Lo bueno que tiene cuando trabajas con celebrities es que son compañeros. Hay mucha más confianza y mano ancha aunque te puedes encontrar con el caso de mi amigo Santiago Segura que se enfadaba de verdad cuando se le valoraba mal, aunque se le pasaba rápido.
Tenemos que seguir siendo un programa familiar y en el que reina el buen humor y la misma energía. Con los anónimos vamos a hacer que se sientan como en casa, de eso se trata.
Cuando te han imitado en el programa, hemos notado que te da bastante pudor. ¿Va a ocurrir lo mismo con los anónimos?
Espero que no me imiten porque cada vez que lo hacen me muero de vergüenza. Intento valorar lo positivo siempre, tanto cuando imitan a otro compañero como cuando me imitan a mí, aunque esto último es mucho más difícil de valorar. No sé qué decir y se me hace incómodo porque no soy objetiva.
Àngel Llàcer es mi exmarido televisivo y vamos a saco el uno con el otro
Ya has compartido silla con Àngel Llàcer, pero es la primera vez que lo haces con Chenoa y con Miki Nadal. ¿Qué destacas de cada uno?
Chenoa estuvo de invitada en la primera temporada y lo hizo de maravilla. Con ella siempre he tenido muy buen trato, es una gran compañera y siempre le he tenido mucha estima. Adoro a Miki, es maravilloso. Al que más manía le tengo es a Llàcer por todo el tiempo que hace que trabajamos juntos. Es mi exmarido televisivo y vamos a saco el uno con el otro. Espero que no me sienten a su lado.
Mónica Naranjo en 'Tu cara no me suena todavía'
Has dicho que quieres que los anónimos se sientan como en casa, pero ¿vas a ser más dura con ellos que con las celebrities?
Cuando estoy con famosos soy muy estricta. Con los anónimos seré más técnica. También va a depender mucho de la química que tenga con los anónimos.
Esther Arroyo ha hecho unas imitaciones preciosas, me encantó la que hizo de "La vie en rose"
En más de una ocasión has dicho que hay voces que son inimitables, pero ¿qué imitaciones te gustaría ver sobre el escenario?
Hay muchísimos famosos a los que se les puede sacar mucha punta por su genialidad y singularidad escénica. En esta temporada, Esther Arroyo ha hecho unas imitaciones preciosas, me encantó la que hizo de "La vie en rose" y lo hizo maravillosamente. Yo quiero ver una imitaciones a Sade, a Muse... Hay muchos artistas que aún no se han tocado. El mundo de la música es muy amplio.
Acabas de mencionar a Esther Arroyo en 'Tu cara me suena' y, no queríamos acabar la entrevista sin preguntarte por tu favorito para ganar esta edición del programa
Blas Cantó. Es magnífico. Es brutal. Al trabajar en anteriores ediciones, sé el trabajo que hay detrás de una buena imitación. Las anteriores ganadoras de 'Tu cara me suena' invertían muchas horas en lograr la perfección durante una semana, no es algo rápido. La imitación a Diana Navarro, que además es mi amiga y es única, fue brutal. Cuando vi esa actuación flipé. Blas es una bestia. Cuando lo he visto, no ha dejado nunca de sorprenderme.