Cada año, la Academia del Cine Español prepara su cita anual para premiar a lo mejor del séptimo arte nacional. Los nervios, la esperanza, la alegría y sobre todo, la ilusión se palpan en el ambiente. Todos hemos sido espectadores, por lo menos alguna vez, de la ceremonia de los Premios Goya, y aunque no son un espectáculo televisivo como los Oscar o los Emmy, no podemos negar que nos ha dejado momentos para la posteridad. Presentadores nerviosos, invitados sorpresa y mucha, mucha emoción cuando empiezan a mencionarse los nombres de los ganadores.
Actuación musical de los Premios Goya
Pero no todo lo que reluce es oro. La gala de los Premios Goya también ha dejado algún que otro momento un tanto vergonzoso, que ha hecho que nos preguntemos si era necesario. En algunas ocasiones, ha sido fruto de los nervios y del directo, mientras que en otras, estaba claramente preparado. Desde FormulaTV.com hemos querido recordar esos momentos que fueron un poco "tierra, trágame", pero que al fin y al cabo, también nos sacaron una sonrisa, aunque fuese por no llorar. ¿Cuándo tendremos una ceremonia a la altura de nuestro cine?
1 Adriana Ugarte y los sobres
El premio al momento más vergonzoso de los Premios Goya no podía ser para otra que para nuestra querida Adriana Ugarte. La actriz de 'El tiempo entre costuras' vivió uno de los momentos más bochornosos de la entrega del cabezón de toda su historia. Al mencionar al ganador a la Mejor Canción Original, en los premios de 2013, se equivocó de tarjeta y pronunció el nombre de "Los niños salvajes". Según iba bajando el equipo de dicha película, Ugarte tuvo que reparar el error y acabó entregándoselo a "Blancanieves". Imagínate el enfado de los "ganadores" efímeros. Pobre Adriana...
2 El Muletilla, el Jimmy Jump español
Lo de colarse en las galas de los premios está a la orden del día, no son pocos los espontáneos que intentan hacerse con su minuto de fama, pero si consiguen llegar hasta el escenario y ponerse junto al ganador de turno, hay un problema. "El Muletilla" fue el protagonista de los Premios Goya 2012. Mientras Isabel Coixet recogía su premio al Mejor Documental, este hombre se coló a lo Jimmy Jump en el escenario y le pidió la palabra a la realizadora, al grito de "'apretacocreta', me tiro al ruedo". ¿La razón? Buscar hacer ruido para rodar una película western en Extremadura. Impagable.
3 Dani Rovira y su flirteo con Penélope Cruz
En los últimos años ha recaído el trabajo de maestro de ceremonias en Dani Rovira. El actor y humorista ha gustado y ha sido criticado a partes iguales, aunque en 2016 obtuvo muchos comentarios negativos. Uno de los momentos que menos gustó al público fue el peloteo (demasiado notorio) hacia los Bardem y, como no, a nuestra actriz más internacional, Penélope Cruz. Si ya la comedia que hace Rovira gusta a algunos y a otros no tanto, ese intento de hacer reír con el supuesto flirteo a la oscarizada actriz terminó de sentenciarlo: no hizo demasiada gracia y encima dejó demasiado al descubierto su intento de agradar a los actores.
4 Número musical de Alex O'Dogherty
En 2017, se ha mencionado que los números musicales van a ser más discretos y en un número reducido, y no nos extraña... Durante galas anteriores, algunos números han sido muy vergonzosos y un auténtico show bochornoso. En algunos, han participado los propios actores, o algunos nominados, que han hecho que nos preguntemos qué hemos hecho para merecer esto. Pero si tenemos que quedarnos con uno, no podemos obviar el número de Alex O'Dogherty en los premios de 2014. Pese a su intención de hacer reír, la extensión de la actuación, la falta de ritmo y el cliché de su comedia hizo que creará animadversión. ¿Era necesario?
5 El Rap de Antonio Resines
En los Premios Goya 2012, parece ser que quisieron modernizarse, pero ni la presencia de Melanie Griffith hizo que algunos números musicales fueran capaces de ser algo más discretos. ¿Alguien ha podido olvidarse del rap protagonizado por Javier Gutiérrez, Juan Diego y Antonio Resines? No. Imposible hacerlo. Sus rimas, ese intento de convertirse en los nuevos protagonistas de 'El príncipe de Bel-Air' y ese lenguaje que no pegaba nada con ellos. El colofón final llegó con la parte del rap de Antonio Resines, que fue tan bochornoso que es la parte más recordada de los Premios Goya y no de forma positiva.
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6 El cumpleaños feliz de Almodóvar
En el año 2000, los Premios Goya tuvieron la suerte de tener al prestigioso Pedro Almodóvar. Nominado por "Todo sobre mi madre", finalmente acabó llevándose el cabezón a la Mejor Dirección y no nos extraña. Hasta aquí, todo bien y un premio muy merecido, pero entre la cara abnegada de Antonia San Juan y su enfado notorio y que el espíritu de Marilyn Monroe invadió al director, dejó un cuadro curioso. El director de "Volver" se lanzó a felicitar al entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, pero también a cantarle el "Cumpleaños feliz" delante de todos los asistentes. No nos extraña que la realeza se piense dos veces venir a la entrega de premios.