David Beriain se define como un "navarro cabezón" que siente verdadera pasión por Argentina, el país en el que creció como periodista y el país que le hizo crecer como persona. Pero el amor que siente por Argentina se extiende a toda América Latina, rompiendo esas fronteras que no son capaces de contener el empuje de los ríos, la selva del Amazonas o la sonrisa de los latinos.
David Beriain en la nueva temporada de 'Clandestino'
Pero hay cuestiones menos amables que tampoco pueden frenar las fronteras, y una de ellas es el narcotráfico, en el que se ha fijado Beriain para la nueva temporada de 'Clandestino', que se estrena el lunes 6 de febrero a las 22:30 horas en DMAX. La droga, las armas, la violencia, la falta de justicia y la complicidad de las autoridades son una mezcla explosiva que este periodista compara con el "capitalismo más salvaje" en el que a nadie le importa cuánto sufrimiento contiene cada dosis de heroína.
¿Por qué cree que el cartel de Sinaloa le ha permitido grabar estos reportajes?
El mundo del narcotráfico, especialmente en Sinaloa, es muy machista y brabucón. Es un mundo que incluso paga a sus cantantes en narcocorridos para que canten sus gestas, sus aventuras. Si apelas a su ego puede que te abran sus puertas. Tienen la pulsión de convertirse en leyenda, de llegar a ser alguien en la vida. Tienen la imagen del hombre que se hace a sí mismo, al estilo Pablo Escobar.
Dice que ha habido partes de la grabación que los propios narcos no le han permitido emitir, ¿cuáles?
Cuestiones de seguridad, identificación de lugares, identificación de personas o métodos que no son cruciales para la historia. Nosotros nos comprometemos a mantener la seguridad, pero nunca comprometemos la integridad periodística. Si yo no puedo hacer la entrevista que como yo creo que la tengo que hacer, mi libertad periodística no la voy a ejercer.
David Beriain entrevista en una iglesia a un criminal
Hay un momento en el que da la impresión de que un hombre va a agredirles. ¿No cree que en realidad es un teatro que se ha montado él solo por la presencia de la cámara?
La sensación que tuve en ese momento es que había estado con gente mucho peor que este tipo, que en realidad es un macarra, pero que a lo mejor me mata este. ¿Por qué? Porque no tiene la suficiente inteligencia o visión de grupo como para darse cuenta del follón en el que se puede meter si mata a un periodista español. Ese es el peligro. El que ha llegado hasta arriba sabe lo que se juega y mide lo que hace contigo. Pero al intentar contar con este muchacho cómo es esa nueva generación de chicos que ha nacido en los lujos, a los que sus papás se lo han dado todo, las mejores pipas... Necesitábamos contarlo a través de un inconsciente así. Nos cagamos. No se ve en pantalla, pero hubo un momento que dijo: "¡Tú, la cámara ahí!", e hizo un ademán de reventar la cámara de un tiro.
¿Y cómo recondujo la situación?
Hablando. Diciéndole que no me he reído de él. Cómo comprenderás no voy a hacer eso. Intenté calmarlo porque él tiene el control de la situación. La cámara es un elemento disruptivo y puede salir por cualquier lado. Hay gente que es natural, los hay que se ponen nerviosos y otros que piensan que hay que sobreactuar. Hay que saber manejar esas situaciones. Decidimos poner esa parte (en la que se siente amenazado por un hombre) porque a veces también es bueno que la gente se dé cuenta de que no está todo controlado. Nosotros habíamos hablado con ellos previamente, porque no puedes llegar a un narco poniéndole la cámara en la cara, pero se producen este tipo de situaciones, y la mayoría no las controlas tú.
¿Quiénes son responsables de la violencia y el dolor que generan el narcotráfico?
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Si te ves todos los episodios, en el segundo te das cuenta de que ahí está metido hasta el apuntador, políticos, policías... todo el mundo. Y en el tercer capítulo te darás cuenta de que las armas vienen de Estados Unidos, que hay un tráfico de ida y vuelta: suben las drogas y bajan las armas. Ves eso y dices: a lo mejor los que tienen que construir el muro son los mexicanos, porque las armas con las que están muriendo en México son de Estados Unidos. Pero de eso nadie habla. Habla Trump y dice que los mexicanos son unos narcotraficantes, pero las armas las compran practicadores norteamericanos en armerías legales.