Misterio resuelto. El presunto autor del robo de las joyas de los premios Goya finalmente ha confesado su delito ante la comisaría. Se trataba de un técnico de iluminación de Ilunión, la empresa auxiliar encargada del montaje y desmontaje de la luz con la que contaba la gala celebrada el pasado sábado 4 de febrero.
Nieves Álvarez posando en la Alfombra Roja de los Premios Goya 2017
Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, y tal y como ha podido confirmar el diario El País, el supuesto ladrón era un varón de 50 años de edad sin ningún tipo de antecedentes policiales. Tal y como ha reflejado en su confesión, que se produjo el pasado jueves 9 de enero en torno a las ocho de la tarde, para la sustracción de las alhajas no fue necesario forzar la puerta de la sala en la que estaban guardadas, ya que se la encontró abierta.
A pesar de tratarse de unas joyas valoradas en 30.000 euros de la firma Suárez, el testimonio del caco se basa en la justificación de que, a su parecer, lo que había en la caja eran meras "baratijas". Por su versión, la intencionalidad del acto delictivo no era otra que llevarse "un recuerdo" de la noche, y que al ser consciente del posterior revuelo causado y de la cuantía del objeto de robo, decidió contar lo sucedido a sus responsables para, inmediatamente después, entregarse a los cuerpos de seguridad del distrito de San Blas.
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Acusado de hurto, con una posible condena de hasta 18 meses de cárcel
Con el obstáculo de la inexistencia de cámaras de seguridad en la zona de investigación siempre presente, la labor policial se inició llevando a cabo un exhaustivo listado de los trabajadores que podían tener en sus manos el acceso a la habitación antes mencionada, dentro del hotel madrileño Auditorium Marriott. Por no haber empleado la fuerza y con el atenuante de la confesión, el detenido será acusado de hurto. Siguiendo el artículo 234 del Código Penal, la condena debería ascender a un periodo de prisión de entre seis y 18 meses de duración.