'Anatomía de Grey' 13x12 Recap: "None of Your Business"

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' comenzaba una batalla entre los doctores del hospital y la consultora Minnick, con el objetivo de lograr que Richard Webber recupere su puesto como director del programa de residentes. La unión hace la fuerza y Webber ha comprobado que sus compañeros le aprecian. Sin embargo, una última información le hacía darse cuenta de que hay alguien que le ha traicionado. Por su parte, Karev aparecía en casa de Meredith, sin darnos explicación alguna de su decisión sobre aceptar el trato del juez.

En este duodécimo capítulo de la decimotercera temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "None of Your Business", la madre de Maggie aparece por sorpresa en el hospital. Por su parte, Bailey se ve obligada a tomar estrictas medidas contra los adjuntos que se niegan a colaborar con la doctora Minnick. Además, conoceremos los motivos por los que Karev todavía no está en prisión. Veamos al detalle lo sucedido en este nuevo episodio.

Un giro en los acontecimientos

Ver a Karev descansando en casa de Meredith solo podía significar dos cosas: que era su último día en libertad o que había sido declarado inocente. Pronto descubrimos que los acontecimientos dieron un giro gracias a DeLuca. De manera sorprendente, el joven decidió declararse culpable y alegar que fue una pelea que él mismo comenzó, consiguiendo así que el juicio fuera cancelado y Karev quede en libertad.

Los guionistas han resuelto el conflicto de forma rápida y, en cierto modo, previsible. Pocos esperaban ver a Karev entre rejas, aunque habría sido interesante ver a Alex manejarse en prisión y ver si Meredith sería capaz de afrontar la pérdida de todas las personas que más le importan, pero de momento nos conformaremos con que todo vuelva a la normalidad, más que nada porque en esta serie siempre hay espacio para la tragedia y ya tocaba algo de felicidad y buenas noticias.

Pero la gran incógnita de este asunto es el motivo que ha llevado a DeLuca a proceder de dicho modo. Ninguno de sus compañeros es capaz de entender este repentino cambio de opinión, pero la clave es mucho más sencilla de lo que parece y, tal y como explica el propio Andrew ante un estupefacto Karev, el amor es capaz de hacerte actuar de cualquier forma. DeLuca se ha dejado llevar por los sentimientos que tiene hace Jo y ha optado por cargar con la culpa para librar a Wilson de revelar toda la verdad en el juicio. ¿Existe mayor acto de amor?

Ojos que no ven, corazón que no siente

Tras unos días sin verla por los pasillos, Catherine Avery regresa al Grey-Sloan Memorial Hospital, donde no tarda en descubrir la rebelión de los médicos. Los adjuntos siguen empeñados en prohibir a Minnick la entrada en quirófano e incluso se atrevieron a desobedecer las órdenes de Miranda. Viendo que la situación se le puede ir de las manos, Bailey toma la decisión de suspender a Meredith mandándola a casa. Si hace un par de capítulos veíamos a una Miranda débil y asustadiza, ha dejado de lado ese aspecto para volver a ser la mujer inquebrantable de antaño. Pero, ¿se atreverá a hacer lo mismo con el resto de cirujanos?

Desde que está al cargo del hospital, Bailey no se entera ni de la mitad de cosas que les sucede a sus médicos, ha perdido el contacto con sus compañeros y solo se ocupa de las cuestiones administrativas. No obstante, todavía da muestras de sentir afecto por los que antes eran sus amigos y deja que Karev recupere su puesto de trabajo, bajo la promesa de que no volverá a golpear a nadie.

Pero no es oro todo lo que reluce y aunque muchos pensábamos que era imposible que Meredith fuera despedida del hospital (entre otras cosas, su apellido figura en el nombre del centro médico), Bailey no está dispuesta a dar su brazo a torcer y decide nombrar a Kepner como la sustituta temporal de Meredith. Lo que en principio parecía una simple reivindicación de un grupo que lo único que quería era que se hiciese justicia se ha convertido en un pulso a ver quién tira la toalla antes.

Sin embargo, parece ser que a Minnick en realidad no le preocupa tanto su trabajo y está más interesada en conquistar a Arizona. Aunque esta trama, metida con calzador con la intención de que Robbins gane algo de protagonismo tras la marcha de Torres, no termina de cuajar del todo con los escasos segundos que le dedican. Pero le daremos una oportunidad, todo sea por ver a Arizona confiar de nuevo en el amor.

Las mentiras tienen las patas cortas y ya comenzaba a resultar inverosímil que Richard no supiera que su propia mujer le ha traicionado. Y, por fin, finalmente, Webber descubre que Catherine está del lado de Bailey. Ahora falta ver si Catherine contará la verdad o sus argumentos serán meras excusas para conseguir que Richard no se aleje de ella. Esperemos que Webber se quite la venda de los ojos y descubra que Catherine no es tan buena como a veces aparenta ser.

Construir muros

La madre de Maggie se presenta en el hospital para sorpresa de su hija porque quiere realizar una consulta al doctor Avery para hacerse unos retoques estéticos. Maggie, que siempre se ha mostrado de lo más organizada, está preocupada por este repentino cambio, por ver cómo pueda reaccionar Richard al conocer a la madre adoptiva de su hija. Pero eran preocupaciones sin fundamento, ya se sabe, muchas veces nos montamos películas en la cabeza cuando lo más normal es dejar que las cosas pasen.

Por desgracia, el verdadero motivo de la visita de la madre de Maggie al hospital es porque tiene cáncer de mama y quiere que el mejor cirujano del país lleve su caso. Las apariencias engañan y resultaba complicado imaginar que una mujer tan alegre y dicharachera escondiera una realidad tan dura. Pero la razón de su forma de actuar es que no quería preocupar a su hija, ¡lo que es capaz de hacer una madre por sus hijos!

Cuando estaba dispuesta a contarle la verdad a Maggie, una discusión provoca que la mujer se marche sin decirle nada. Una discusión sin fundamento alimentada por el egoísmo de Maggie, que solo quiere recuperar a su antigua madre y no es capaz de comprender que la mujer necesitaba comenzar una nueva vida, ya que no todos somos capaces de seguir las pautas que dicta la sociedad. Su mente cuadriculada le ha hecho perder la oportunidad de estar con su madre, que ha demostrado ser una mujer de lo más encantadora. ¿Descubrirá Maggie la verdad antes de que sea demasiado tarde?

Los casos médicos de cada capítulo tienen una justificación, en este caso, realizar una comparación entre una paciente que vivió durante años atada a los deseos de su marido y aislada del mundo, y la madre de Maggie, que se atrevió a saltar el muro y buscar la vida que ella quería. Lo mismo se puede extrapolar a Amelia, que no es capaz de afrontar sus miedos y hablar con Owen. ¿Cuándo madurará Amelia? ¿Conseguirá Hunt tener la conversación y la explicación que se merece?