Melissa McCarthy ha triunfado de nuevo con su parodia de Sean Spicer, secretario de prensa de Trump, en el programa 'Saturday Night Live'. Desde la celebrada caricaturización por parte de la misma de dicho secretario a principios del mes de febrero, el público deseaba verla otra vez como Sean Spicer y la actriz ha saciado el apetito de humor de la audiencia con su nueva aparición en el formato de NBC.
La actriz interpretando su papel en 'Saturday Night Live'
El inicio de las jocosas imitaciones tuvo lugar con Alec Baldwin, cuando este dio vida de forma esperpéntica a Donald Trump durante su campaña a las elecciones presidenciales. La caricatura en dicho programa tuvo una mala acogida por parte del actual presidente estadounidense. Trump afirmó haber visto la parodia y criticó a Baldwin como actor.
"Visto Saturday Night Live, (han hecho un) gran trabajo conmigo. Ya es hora de quitar este programa aburrido y sin gracia. La representación de Alec Baldwin apesta. ¡Fraude electoral de los medios!", publicó el que fuera candidato a la presidencia a través de su cuenta de Twitter, aprovechando para denigrar a los medios estadounidenses, a los que acusaba de intentar desprestigiar su carrera hasta la casa blanca.
La opinión de Sean Spicer
Por su parte, Sean Spicer también emitió en su momento su veredicto acerca de la parodia interpretada por Melissa McCarthy. La primera vez que la actriz parodió al secretario de prensa de Trump, este aseguró que le pareció divertido. No obstante, aconsejó a McCarthy en su empleo del chicle en su parodia. "Necesita (tomarse) con calma (el) comer goma de mascar. Muchos chicles (metidos en la boca)", señaló el secretario de prensa.
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En cuanto a la interpretación de su jefe llevada a cabo por Alec Baldwin, Sean Spicer fue mucho más tajante. "Alec ha pasado de ser gracioso a malo... es algo lamentable", explicó. Y agregó, "'Saturday Night Live' era (un programa) gracioso. Ahora hay malicia". sin embargo, las parodias de esta índole no van a cesar hasta que Donald Trump presente su declaración de impuestos, tal y como aseveró el propio Baldwin ante las quejas de su presidente.