Jordi Évole se ha convertido en uno de los invitados favoritos de 'El Hormiguero'. El que fuera conocido como "El Follonero" ha vuelto a visitar a Pablo Motos y sus hormigas para dar paso a la segunda parte de la última temporada de 'Salvados'. Ya triunfó en la pasada etapa con el político más deseado del momento, Pedro Sánchez, o con el que fuera enemigo declarado de laSexta, Juan Luis Cebrián, con los que llegó a dispararse hasta el 20% y 12'2% de share respectivamente.
Jordi Évole y Pablo Motos en 'El Hormiguero'
Siempre dispuesto a repartir a diestro y siniestro a las formaciones políticas, el periodista ha asegurado que "el PP se quedó a 5 casos de corrupción de conseguir la mayoría absoluta", mientras que Podemos se ha llevado su parte a raíz de la crisis Errejón-Iglesias. "Este país no puede soportar otra ruptura de jóvenes después de lo de Auryn", y es que, tal y como ha afirmado, en un año la política ha cambiado mucho. Mientras la menor de las reflexiones ha sido para Ciudadanos "porque ha desaparecido", el catalán se ha mojado con el PSOE puesto que "Susana tiene toda la maquinaria detrás pero cuidado con las bases que son muy rebeldes", señalando que aunque cuando consiguió a Pedro Sánchez para 'Salvados': "era como entrevistar a un concursante que sale de 'Gran Hermano', el exdirigente tiene muchos apoyos.
Respecto a la polémica creada tras su discurso en un concierto en defensa de los refugiados, Évole no ha tenido problemas en reivindicar sus palabras: "asumía que hay un problema de competencias pero que eso no quitaba que no fuera un problemas de incompetencias. No puedo estar contento mientras cada día muere gente en el Mediterráneo. Ni con la política del gobierno central ni con las políticas de mi comunidad. Quien no lo quiera entender que no lo entienda".
"Hacer rumorología no es hacer periodismo"
Consciente del problema social generado por las nuevas tecnologías, Évole se enfrenta a la adicción a los móviles: "Es un programa que puede interesar mucho a la gente joven que está con los móviles como si fuera su apéndice, a sus padres porque después de comprar el móvil a sus hijos están desesperados o a sus profesores. Es un programa en el que muchísima gente va a poder decir, "eso me pasa a mí".
Reconociendo su propio problema con los smartphones ha asegurado que la dependencia a los móviles te hace "además muy maleducado porque estoy comiendo, en reuniones y estoy con el móvil". Una relación con su teléfono que 'El hormiguero' le ha mostrado con imágenes tomadas por su equipo, y que han dejado boquiabierto al reportero.
Lo más leído
La nueva relación entre la sociedad y las tecnologías preocupa al presentador más allá de la adicción, donde la nueva forma de hacer periodismo obliga al público a hacer un búsqueda más exhaustiva de la verdad: "Hacer rumorología no es hacer periodismo. La posverdad es la mentira de toda la vida", señalando que tras las suspicacias levantadas tras su falso documental "lo que pudo molestar es que nosotros avisamos de que era mentira, y en muchos periódicos no avisan de que es mentira".