Carlitos Páez, sobre el "canibalismo" en los Andes: "Me arrepiento de no haberlo decidido antes"

Risto Mejide se ha sentado junto a Carlos Miguel Páez Rodríguez, conocido popularmente como Carlitos Páez en 'Chester in Love'. El escritor, agropecuario y empresario es conocido por haber sido el superviviente más joven del trágico accidente de avión en 1972 en los Andes, donde un avión militar de 40 pasajeros y 5 tripulantes, solo se salvaron 16 personas. Esta historia consiguió ser la base para la película "¡Viven!" en 1993, donde Páez fue interpretado por Bruce Ramsay. Uno de los datos más curiosos fue la confirmación de que los supervivientes practicaron el canibalismo con los fallecidos.

Uruguayo y toda una leyenda en Sudámerica, Carlitos Páez ha comenzado la entrevista con un "todos tenemos que estar acá, la vida es una prueba". Sobre su experiencia y la razón que le ha llevado a sentarse con el publicista, el uruguayo ha admitido que "es alguien que le tocó vivir una historia extraordinaria, protagonizada por gente común". El empresario ha querido recordar que "tenía 18 años y cumplí 19 en la historia. Yo era el chico pijo, malcriado, consentido, no servía para nada", además de explicar que era "hijo de una familia acomodada. Mi padre era pintor, nos daba todo para que no le interrumpiéramos".

El accidente

El día del accidente fue el 13 de octubre, "imagínate lo que era, para muchos su primer viaje en avión, y conocer la cordillera de los Andes. La nieve nunca la vimos en Uruguay". Entre risas, el invitado admitió que "uno siempre habla de la posibilidad de la caída". Tras esto, el jurado de 'Got Talent España' le ha mostrado escenas de la película basada en su historia, "¡Viven!". El escritor ha admitido que "el accidente fue exactamente así. La previa fue incluso así. La primera cosa que me acordé fue de un viaje con mi padre (...), la segunda fueron imágenes de mi vida, de mi madre... y la tercera fue estar bien con Dios".

El uruguayo recordó que "el avión se partía en medio, el griterío absoluto, la gente moría. Se detiene abruptamente y queda en un remolino de tierra". En el programa se ha podido ver una dramatización del impacto, "murieron 29 a lo largo de la historia. La mayoría nos conocíamos". Admite que "quizás en un avión de línea, no hubiéramos sobrevivido". Otro de los datos más sorprendentes de la historia es que el empresario "estuve a 20 cm de morir". Una de las anécdotas es que tras ver la muerte del comandante y el co-piloto, "nos dejó una información que habíamos pasado un lugar de Chile y no fue así", además ha confesado que la primera noche "ahí empieza la pesadilla. (...)El infierno fue esa noche".

Páez contó la traumática noche que pasaron y cómo fueron murieron más personas. "Se pasó la noche como pudimos y amaneció. Pasaron por arriba aviones de búsqueda y estábamos convencidos que nos habían visto. Pasaron los minutos, nadie venía, las horas, nadie venía, los días y nadie venía a buscarnos". Tras pasar varios días desde el aterrizaje forzoso, el escritor admite que cada persona asumió el rol que estudiaba, "los estudiantes de medicina asumieron su rol de médicos". Más tarde, se enteraron que la búsqueda había dada por finalizada. Uno de sus compañeros, le mencionó que era una buena noticia porque "ese día dejamos de esperar y cambió la actitud, empezamos a actuar y empezó a ser nuestra historia".

Canibalismo ¿justificado?

Risto Mejide ha ido directo a preguntar sobre uno de los temas más comentados sobre este caso y fue el canibalismo que se practicó. "Era una cuestión individual. El primer comentario fue cuando fuimos a buscar la cola del avión", Páez admite que uno de sus compañeros le espetó un "Carlitos, yo me como al piloto". Tras este suceso, el grupo realizó un pacto, "si alguno muere, queda a disposición de los demás". Los encargados de elegir a quiénes comerse fue a los estudiantes de medicina, "están en contacto con los muertos". El uruguayo, además, insistió en que "cualquiera hubiera actuado de la misma manera. Me arrepiento de no haber tomado la decisión antes".

Páez ha querido también recalcar que lo más importante de la historia no es el canibaismo, sino "el trabajo de grupo, la solidaridad... la evolución del ser humano". También el presentador ha querido saber si al ser católico le afectó en su fe, a lo que tranquilamente el empresario respondió: "Por creer en Dios, es que lo hice. Hay alma, hay cuerpo. Solo queda el cuerpo que es materia. (...)Nos mandó el Papa una letra de puño y letra, nos dijo que hubiera sido un suicidio no hacerlo". Sobre cómo decidistéis a quiénes se comía, "agarraron al que más cerca estaba". Risto ha querido saber a qué sabe la carne humana:

"Igual que la carne de vaca, porque todos cuando vamos a casa probamos la carne de vaca cruda".

"Uruguay se paró el mundo en dos ocasiones: cuando ganamos a Brasil en el mundial y cuando aparecimos nosotros

Rescate y fama

El uruguayo tras contar su historia, la entrevista se enfocó en la última parte, el rescate. "Mi padre dio la lista, porque estaba en la búsqueda. Fue el único familiar porque fue el único que estuvo buscando durante 70 días. En el cuartel general estaba mi padre que dio la lista al mundo entero. Uruguay se paró el mundo en dos ocasiones: cuando ganamos a Brasil en el mundial y cuando aparecimos nosotros". La repercusión que ha tenido ha sido algo que ha sorprendido al mismísimo Páez: "Hay 23 libros escrito, 9 documentales y 3 películas. No es que sea un héroe, entrenado para vivir. Es gente común".

Volviendo al tema del canibalismo, Risto y Páez han visionado la rueda de prensa donde explican los hechos. El uruguayo admite que le sorprende los argumentos que dieron pero" el mundo se quedó conmovido. Se originó un gran aplauso y se acabó la rueda de prensa". Tras este punto, se dio paso al último ponente, David Hernández de la Fuente. Aunque Páez no estuvo totalmente de acuerdo, sí quiso matizar que su canibalismo fue algo "circunstancial". Luego se río con Risto con las bromas que hicieron él y sus compañeros con respecto a este tema, "la vida hay que tomársela así, todos somos supervivientes de todo".

Para terminar, María Belón entró en escena y quiso hablar de lo que echaba de menos de esa experiencia. Páez lo tuvo claro y fue Dios, pero un Dios diferente. Belón recalcó que ella no lo llama Dios, lo llama amor. "Se prostituye tu relación, el vínculo del amor, el amor con la familia, a lo mejor estabas peleado... No es lo que debe quedar, debe quedar el querer rescatar el amor, el tema era el amor sobre el otro, no el canibalismo", concluyó el uruguayo.