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'Las chicas del cable' también cuenta entre su elenco con un destacado plantel de rostros masculinos. Supeditados a las tramas de las protagonistas, algunos nombres como Yon González, Nico Romero, Borja Luna o Sergio Mur sirven como contrapunto de esas cuatro mujeres con ansias de libertad cuya meta es luchar contra el machismo y hacerse un hueco en el mundo laboral del Madrid de los años 20.
Yon González y Martín Rivas conversan en el rodaje de 'Las chicas del cable'
Así son 'Los "chicos" del cable'
En esta ocasión, Yon González se aleja del estereotipo de veinteañero rebelde al que nos tiene acostumbrados para encarnar a Francisco, el director de la compañía, "un tipo estirado, un chavalito apasionado y entregado al mundo, interesado en vivir la vida pasional con el amor de su vida". Sin embargo, al igual que en su faceta personal, "los años pasan para todos", y una década después, coincidiendo con el momento en el que arranca la serie, su personaje vira de repente hacia "un hombre totalmente recto, cerebral, que ha cambiado la dirección a donde iba".
Sergio Mur: "Esperamos que todos los personajes sorprendan y gusten"
El papel de Nico Romero es el del risueño Pablo, un chico de provincia que, al igual que sucede con el personaje de Nadia de Santiago, llega a Madrid con la ideas muy claras para ocupar el puesto de contable. "Es un chico tímido, que no tiene mucha experiencia en cuanto a relacionarse con gente, que ha tenido la misma pareja toda su vida y es un poco cuadriculado en este aspecto. Él no está acostumbrado a todo lo que supone irse a la gran capital, algo que en un principio le sobrepasa un poco hasta que encuentra a una persona con la que conecta y que, al igual que él, es un poco niño en cuanto a relaciones de amor". Según los define, ninguno de los dos "tiene estrategia, son personas muy puras que no saben manejar sus propios sentimientos".
Mario, el rol para el que ha sido escogido el actor Sergio Mur, se presenta como el más complejo hasta el momento. Padre de una niña de cuatro años y casado con el personaje de Ángeles (Maggie Civantos), su personaje representa a la perfección a un hombre de la vieja escuela. "Contamos la historia de un matrimonio de 1929 y hablamos acerca de los derechos de la mujer, las sensibilidades que tenían, la necesidad de emanciparse de la protección masculina y de cómo el hombre siente eso como una agresión", relata. "Creo que en ese sentido la serie es muy actual porque probablemente en España esté habiendo un repunte llamativo de todo lo machista, y en ese sentido nos hacemos eco de esa situación".
Borja Luna y Ana Fernández escuchan atentamente las directrices del director de 'Las chicas del cable'
Borja Luna, por su parte, habla de Miguel como "el contrapunto a cómo afrontar una relación con respecto a la de Mario y Ángeles". Para él, su personaje es "una visión muy moderna y plantea nuevas fórmulas, con todo lo complejo que es el amor y el querer ser libre dentro y fuera de él; una búsqueda interesante y muy contemporánea". En cuanto a su papel dentro de la compañía, el joven trabaja como el ingeniero encargado de diseñar unas máquinas que abaraten los costes de la empresa. Si este avance llegase a producirse, el puesto de las chicas del cable podría correr peligro al no ser necesarias a la hora de lincar las distintas llamadas telefónicas. "Ahí es donde entra en conflicto su gran amor o su pasión, que es su trabajo".
La puerta al mercado internacional, más abierta que nunca gracias a Netflix
El hecho de formar parte de la primera producción de Netflix para España supone todo un reto que ninguno de los componentes de su equipo han querido dejar pasar. "Es el mejor escaparate al que nos podemos enfrentar junto a HBO", defiende Yon. "Las series que por suerte he hecho antes eran para Antena 3 y eran más nacionales, aunque luego se han vendido fuera, pero esta, que se ve directamente en 190 países, permite que la gente sepa que existes. A alguno de ellos les gustarás, y el trabajo pasará de ser nacional a internacional".
Yon González: "Netflix es el mejor escaparate al que nos podemos enfrentar"
Aunque, tal y como confesaron sus compañeras, no notaron grandes diferencias a la hora de trabajar, Sergio Mur asume que son conscientes de estar poniendo en marcha "una forma de hacer televisión diferente". "Hay que cambiar un poco el chip. No estamos haciendo una serie para competir con el prime time de Antena 3. Ellos están haciendo sus proyectos y esto es una plataforma nueva que está ajena a nosotros. Vas para un público global". A pesar de todos estos elementos, los cuatro actores tienen claro que su "objetivo es trabajar" y poder ganarse "la vida de esto". "Unas veces será aquí, otras veces en otro sitio, unas veces lo verán dos personas y otras veces cien", afirma Borja Luna.
Contra todo pronóstico y en un gesto de sinceridad, Yon González se deja de rodeos para desvelar que una de las razones por que las que dijo que sí al proyecto "fue que era para Netflix". "Aparte de que ya he hecho otras series con Bambú y del hecho de que se extienda, yo que ya tengo mi casita pagada, la idea es contar buenas historias", asume. "Con Netflix, a la hora de que se extienda a todo el mundo, va a haber más productos que, aunque alguno sea una puta basura, otros serán una maravilla. Al final, en España, las cadenas no te permiten hacer productos exactamente como la productora quiere. Hay muchas normas, porque no puedes hacer un 'Breaking Bad' o un 'Black Mirror' porque, por desgracia, no va a funcionar, y te has dejado una de pasta que luego no tiene sentido. A la hora de aspirar a algo realmente interesante, tenemos que recurrir a esta plataforma".
Sergio Mur en la grabación de una de las escenas de 'Las chicas del cable'
¿Llegará más pronto que tarde el momento en el que las generalistas sean capaces de apostar más fuerte por el riesgo en sus ficciones? "Poco a poco, sobre todo cuando las generaciones vayan pasando", contesta un Yon no muy convencido. "Quedan un par de generaciones de señoras ahí que son las que mantienen todas estas series de Antena 3 que, cuando todo esto evolucione y ya no estén, los que somos ahora jóvenes y pasemos a otra edad, por cojones, cambiará. Pero eso requiere un tiempo". Para Borja, la respuesta es aún más clara si se tiene en cuenta que "son dos plataformas diferentes". "Se llaman generalistas por algo. No pueden hacer el mismo producto. Los canales tradicionales son para todos y tienen que hacer productos que gusten a todos, y a partir de ahí, los productos de uno y otro son diferentes".
El machismo, una realidad en la profesión
Después de un encuentro con sus compañeras en el que no perdieron la oportunidad de reivindicar el puesto que ocupa la mujer en nuestro audiovisual, ellos tampoco han querido quedarse atrás. "Me parece maravilloso, porque el mundo de las mujeres en este trabajo es muy complicado, mucho más que para los hombres. Esta serie porque es 'Las chicas del cable', pero en general, antes, las actrices hacían de hijas o de madres, había una parte intermedia en la que se quedaban vendidas un tiempo, y lo sé por compañeras. Me alegro que todo lo que sea positivo para ellas, mejor", sentencia con seriedad.
Aunque el machismo sea una realidad, especialmente en el sector de la interpretación, Sergio Mur se muestra optimista al defender que "estamos viviendo una época muy especial para la mujer". Y es que analizando la oferta de plataformas como Netflix, parece que el lugar que está ocupando la mujer en la ficción es cada vez de un peso mayor. "A mí se me escapa, pero estoy seguro de que habrá estudios importantes detrás que avalen eso, y que hay un interés creciente de la mujer que demanda una televisión de calidad protagonizada por mujeres, no como la mujer que acompaña al hombre al que le ocurre la historia, sino como la historia que le ocurre a ella". Según su experiencia personal tras dos años trabajando al otro lado del charco, "México tiene una historia de la telenovela en la que el personaje principal es la mujer -explica- Y eso sucede porque hay un público potencial que mayoritariamente es femenino y que reclama una historia con la que identificarse. En esta historia sí percibo que la cámara se sitúa en el punto de vista de ellas".