'The Good Fight' 1x02 Recap: "First Week"

De forma excepcional esta semana se emitieron dos episodios de 'The Good Fight'. La periodicidad será semanal a partir del próximo lunes. Centrándonos ya en el análisis de este segundo episodio, cabe resaltar que son muchas las caras conocidas que hemos visto en estos primeros capítulos de 'The Good Fight'. Una de ellas es la de Julius Cain (Michael Boatman) integrante de varios de los bufetes que se crearon a lo largo de 'The Good Wife'. Son varios las que veremos a los largo de este episodio.

"First Week"

La llegada de Diane y Maia al despacho de Boseman supone una resituación para sus integrantes. A Lucca le cambian de despacho, la ponen junto al baño llevándose portazos similares a los que se llevaba Eli Gold en su diminuto despacho. Marissa, la hija de este, ayuda a Diane en su mudanza postulándose de paso como ayudante. Es ella la que nombra a Alicia a los seis minutos de episodio.

El bufete de Boseman asesora, pro bono, a un sindicato. Gracias a esto Maia encuentra la distracción perfecta, no deja de recibir amenazas, defendiendo a un empleado acusado de robo. Lo que parecía un caso pequeño parece ser una estrategia extendida en el mundo de calzado para abaratar salarios a base de chantaje. Aquello parece llevar a la típica "class action", es en este punto en el que Marissa, por iniciativa propia para hacerse con un puesto en el despacho, reúne a los suficientes afectados que podrían sostener a aquella demanda colectiva.

El sindicato al que Boseman ofrece sus servicios está molesto al estar en plena negociación con la patronal. No es el único escollo que encontrarán ya que tienen problemas para financiar la demanda. Son dos los inversores y basan su decisión de financiar o no en un sistema matemático que recoge todas las variables posibles en un juicio.

Lenore Rindell (Bernadette Peters) acude al bufete para visitar a Maia. Al no estar su hija habla con Diane para pedirle que ayude a su marido. Apela a la presunción de inocencia y le pide, por todos sus años de amistad, que le visite en prisión. Lockhart accede y en su encuentro Henry Rindell (Paul Guilfoyle) se declara inocente, culpando de todo a su hermano. Maia más tarde visitará a su madre. Lo hace por pena porque le han dicho que padece un cáncer que le hará morir en poco tiempo. Aquello no parece cierto y el desengaño final llega cuando descubre que su madre está engañando a su padre con su tío, presunto causante de todos los conflictos familiares.

Maia se evade defendiendo al trabajador. Es Lucca la que se encarga del caso pero le cede el puesto. La debutante se muestra dubitativa al comienzo pero termina haciendo una gran labor. Un giro de última hora hace que el juez, el peculiar Charles Abernathy (Denis O'Hare), no les dé la razón.

In My Opinion

"First Week" aparte de ser un buen episodio ha servido de herramienta de resituación. No solo lo ha sido para Maia y Diane, también lo ha sido para nosotros. Gracias a las caras familiares, el juez o Julius, y a los típicos slapsticks, golpe en la cristalera del despacho de Lucca o las gafas de sol del juez, nos hemos situado en mitad de 'The Good Fight', ha sido como lanzarnos en mitad de cualquier temporada de 'The Good Wife', sin que Alicia Florrick o Will Gardner estuvieran de por medio. Esto confirma que las tramas episódicas serán calcadas a las de la anterior serie del matrimonio King.

Este episodio también ha servido para empezar a dejar claro que el personaje principal de 'The Good Fight' será Maia Rindell y no Diane Lockhart. La serie podría haberse llamado 'The Good Daughter', ya que son muy similares las circunstancias de Maia a las que tenía Alicia en el piloto de 'The Good Wife', salvo si cambiamos el sentimiento de pena que generaba una por el de odio que genera la otra, sin ser ninguna de las dos culpables de nada. Esto es una acierto por lo gran actriz que es Rose Leslie que ha bordado en estos dos primeros episodios su complicado papel.

He leído estos días que 'The Good Fight' era una de las series más valientes de la actualidad. No estoy de acuerdo y no creo que esa sea el mejor adjetivo que la defina. Es cierto que las tres protagonistas son mujeres y que una es de color, otra es lesbiana y otra tiene edad para jubilarse. Esas etiquetas no son más que matices, no las define y en ningún momento actúan, por sí solas, como motor de ningún conflicto. Diane no tiene dinero cash, "un drama" que diría Carmen Lomana. Maia tiene una bella e inteligente pareja en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo y Lucca, a lo largo de la historia que sabemos de ella, ha tenido más problemas por ser mujer que por ser de color. In my opinion, claro.