Loreen se multiplica y muestra la evolución de la mujer en la puesta en escena de 'Statements' para Eurovisión

Tras ganar en el año 2012 el Festival de Eurovisión, la sueca Loreen regresa y lo hace dispuesta a reconquistar el conocido certamen musical europeo. La artista se ha atrevido a participar de nuevo en el Melodifestivalen, la preselección eurovisiva sueca en la que decenas de artistas se juegan una plaza para poder representar al país en Kiev en mayo. Será la tercera vez que suba al escenario del concurso; en 2011 participó pero no consiguió clasificarse para la final y un año después lo volvió a intentar y esta vez sí logró ganar.

Esta vez vuelve y lo hace convertida en una de las principales favoritas. Tras triunfar cinco años atrás con 'Euphoria', canción que acabó convertida en un auténtico hit en todo el mundo, ahora intentará revalidar su victoria con 'Statements', un tema compuesto por ella misma junto a Anton Hård af Segerstad, Joy Deb y Linnea Deb. Una canción menos comercial y alejada del que llevó en 2012 pero que sí ha logrado sorprender a muchos de sus seguidores y eurofans por ser algo muy diferencial a lo llevado por el resto de candidatos y al estilo musical habitual de la artista.

Más allá de la canción, lo que verdaderamente ha impactado a muchos de los eurofans de todo el planeta es la curiosa y original puesta en escena que Loreen presentó en en los primeros ensayos de su actuación. Mientras que con 'Euphoria' se apostó por una puesta en escena muy minimalista en el que ella y un bailarín eran los únicos protagonistas con la luz como elemento característico, la artista ha decidido ir mucho más allá esta vez, con una escenografía en la que hay multitud de referencias históricas, guiños y elementos que sorprenderán a los espectadores.

La evolución vital de Loreen en cuatro actos

En declaraciones a la cadena sueca SVT, Martin Renck, uno de los miembros de su equipo, ha explicado que la intención es mostrar la evolución de la vida de una mujer en diferentes etapas, una mujer que según él, podría ser la misma Loreen. "Todo el tema y su puesta en escena es un gran túnel del tiempo histórico en el que ella va evolucionando, cambiando y madurando", explica el responsable. Paralelamente, la artista se ha reafirmado en esta teoría explicando que "en gran medida la puesta en escena sí es su historia".

Renck ha ahondado en esta explicación aclarando que veremos a una mujer rebelde, otra víctima, una sabia y otra reivindicativa, cuatro chicas que mostrarán la evolución de la artista pero también de la mujer dentro de la sociedad sueca. "Mostraremos a una fémina mostrando su fuerza interior, su esperanza de vida y apoyando la feminidad desde el primer instante", explica.

Loreen se multiplica sobre el escenario

Para poder narrar esta historia, sobre el escenario la artista está acompañada de cuatro bailarines que la representan a ella en cuatro etapas diferentes de su vida. Todas comparten su peinado y look pero cada una es el icono de un momento existencial de la artista. Esta vez por tanto el escenario se llena de mujeres con Loreen como centro del espectáculo y sus múltiples réplicas como apoyo alrededor.

Aunque esta no es la única simbología que encontramos. Una de las réplicas de Loreen porta un característico bolso, representando el papel de la mujer en una manifestación nazi que fue captada por el fotógrafo sueco Hans Runesson en el año 1985. Esta es una clara referencia con la que se intenta enfatizar en el papel de la mujer en esa época histórica. Precisamente, en cuanto a este aspecto, Loreen explica que se quiere representar "a una mujer que supo decir que no, una activista que se atrevió a tomar una posición relevante en la sociedad", añadiendo que con esa mujer quiere "representar como hay que tomar partido por nosotros mismos, hay que empezar una lucha desde dentro".

Una bandera, tres colores: una simbología

El otro aspecto que más ha sorprendido a todos ha sido la presencia de grandes banderas sobre el escenario portadas por Loreen y sus acompañantes. En cuanto a esto, Renck no ha querido dar demasiados detalles aunque sí ha querido aclarar que el color de cada una de ellas no es casual. Loreen porta una de color blanco, símbolo de la paz, con la que se la quiere representar como "una reina, la gran princesa, un Jesucristo de la época, una mujer todopoderosa, en definitiva", explica. Por otro lado encontramos una bandera negra, representando lo peor del papel de estas y el resto mantienen el color de la indumentaria de las réplicas de Loreen, "convirtiéndose así en extensiones de su propio cuerpo", cuenta.