Detrás de todo programa hay alguien que supervisa que todo se cumpla a la perfección, que tenga capacidad de reacción y estructura de la trama sobre la marcha. En 'Streetviu', el programa de #0 junto a Molinos de papel, es Álvaro Martín como director el que se encarga de esta ficción.
Álvaro Martín es el director de 'Streetviú', formato de #0 y Molinos
En FormulaTV hablamos con él para conocer más detalles sobre cómo ha sido el rodaje, si las redes sociales es un factor que tienen en cuenta y descubrimos hasta que punto se planifica, por ejemplo, los diferentes días de rodaje: "Hay mucho de estar horas y horas en la calle en busca de historias". Y gracias a eso se han topado con numerosos rostros que descubren las peculiaridades de sus lugares, de sus casas.
¿Qué puede aportar de diferente 'Streetviú'?, ¿cómo lo definiríais?
Es un programa que combina, sobre todo a nivel de imagen, mucha modernidad. Su esencia es la gente de verdad el alma de las calles. Con ellos recorremos sitios que todo el mundo conoce, probablemente de los más visitados de España, ahondando en quién vive allí, algo que como turista no se hace. Hemos intentado ver a través de ellos el sitio de forma diferente, con aspectos que quizás nadie conocía.
¿Cómo se plantean los rodajes?, ¿qué porcentaje hay de espontaneidad y cuánto de guion?
Hay ciertos contenidos que se tienen, obviamente, que preproducir. Hemos centrado todo ese esfuerzo en el contenido histórico y arquitectónico. Queríamos, de hecho, contar con gente que fuera experta pero que hablara de forma comprensible, que no fuera excesivamente técnico y a la vez didáctico y atractivo.
Otros, sin embargo, los tienes que ver en la calle, no tienen sentido producirlo. Si lo haces con determinadas secuencias, como cuando te están contando una historia, pierde la esencia. Solo tienen sentido si lo pillas de improviso y te lo cuentan con la naturalidad de casi ni ser conscientes que hay ahí una cámara. Es aquí donde radica la esencia del programa. Hay mucho de estar horas y horas en la calle en busca de esas historias.
Imagen del programa 'Streetviú' en San Sebastián
¿Qué dificultades os habéis encontrado en los rodajes? Hablábamos con Carolina Cubillo, directora de Molinos de papel, de que las obras han sido el principal escollo
Sí, en el caso de algunas localizaciones hemos tenido que descartarlos por eso. En Santiago de Compostela, por ejemplo, cuando quisimos hacer la Plaza del Obradoiro hubo que dejarlo porque toda la fachada estaba en obras y queríamos que estuviera en plena efervescencia, llena de peregrinos y vida.
Además de cada programa hay piezas extras en el mundo virtual. ¿Habéis decidido más apostar por este universo?, ¿qué puede aportar?
De entrada estamos hablando de que #0 es una cadena vanguardista en el uso de las redes sociales. La gente que ya consume la televisión de pago, en este país con alto porcentaje de público joven, ya no solo lo consume en directo sino que más seguro a posteriori, a la carta. No se puede dejar a ese público de lado.
¿Crees que el 360º y este tipo de tecnología puede convertirse en una moda en cuanto a hacer televisión se refiere?, ¿va a terminar triunfando?
Puede tener futuro pero dependerá del uso que se le de. Si este es más artificial, donde no aporta nada extra y se queda en un simple recurso visual, pues no terminará triunfando. Si por el contrario colabora, se convierte en contenido y da un plus sí que podrá.
Lo que se puede destacar, a diferencia de un formato más tradicional, es la nula presencia en cámara de un reportero
¿Podría funcionar en otra cadena el formato?, ¿qué ha aportado #0?
Creo que es perfecto para esta cadena porque refleja sus características: innovación, autenticidad, positividad... En un solo año se ha consolidado en cuanto a calidad y creo que es un programa que aporta ese buen rollo y ganas de vivir. Es la cadena perfecta para ello.
Muchísimos, tenemos la suerte de tener un país con un patrimonio arquitectónico e histórico espectacular. Me parece que estamos en una zona donde por nuestro clima y la forma de entender la vida, se vive en la calle. Tenemos todo para elegir cualquier destino posible y que sea fácil que funcione.
Siendo la gente protagonista, y la espontaneidad también, es muy posible que aparezcan personajes peculiares. ¿Cómo crees que va a recibir esto el público en la era de lo virtual?, ¿van a conectar con las historias?
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Todas estas personas de las que hablamos, que son muy protagonistas, lo aportan. Por ejemplo tenemos la historia del último sereno de Madrid que pasea con su nuera y discuten en medio del programa porque son muy opuestos de ideas. Eso es la naturalidad y se agradece porque no están viendo una secuencia guionizada y preparada con tres cámaras, un plano general y dos cortos. Es algo que pasa y si no lo pillas se va, algo que seguro funciona.