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La histórica enemistad entre dos de las mayores estrellas del cine de los años 40, Joan Crawford y Bette Davis, fue mucho más interesante que algunas de las películas que protagonizaron. Muchas cosas han cambiado en la industria del cine y en Hollywood desde entonces, sobre todo la inaccesibilidad de las estrellas. El aura de las divas del Hollywood clásico, siempre altivas y perfectas, desprendía un halo de misterio que, en 2017, gracias a los móviles con cámara, Twitter y webs como TMZ suena a prehistoria.
Susan Sarandon y Jessica Lange son Bette Davis y Joan Crawford en 'Feud'
El comienzo del rodaje de la magnífica película de Robert Aldrich es el punto de partida de 'Feud: Bette and Joanne' (a partir del lunes 6 de marzo en HBO España, pocas horas después de su estreno en USA en el canal FX), la nueva serie antológica de Ryan Murphy que cada temporada contará la historia de rivalidad y enemistad entre dos celebridades.
La irregularidad es la marca de la casa en los productos de Murphy, capaz de lo peor y de lo mejor en una misma serie e, incluso, en un mismo capítulo. En 'Feud' siempre está bordeando la comedia bufa, lo camp, pero nunca traspasando la línea y siempre evitando la parodia. Y lo logra, en gran parte, gracias al magnífico reparto del que se ha rodeado: Jessica Lange compone una contradictoria y frágil Joan Crawford por la que el espectador no siente otra cosa que lástima; al igual que hizo con Lange en 'American Horror Story', Murphy también recupera a una Susan Sarandon a la que el cine ha dejado de lado y que imita con acierto las expresiones, la voz y ese desdén tan característico de Bette Davis. Junto a estas dos grandes, Alfred Molina, Stanley TucciStanley Tucci, Judy Davis (con una caracterización algo chanante), Kathy Bates o Catherine Zeta-Jones completan uno de los mejores repartos que hemos podido ver una serie de televisión.
Huyendo de la sutileza
La historia de Bette y Joan, exagerada y hasta grotesca en ocasiones, no puede contarse desde la sutileza. Murphy lo sabe y no escatima en primeros planos, música conscientemente exagerada que parece sacada de melodramas de serie B de los años 50 y unas protagonistas que hasta se lavan la cara por las mañanas con vodka.
Jessica Lange en 'Feud'
Los cinéfilos más conocedores de los entresijos de la industria del Hollywood clásico disfrutarán la serie casi tanto como volver a ver algunas de las películas que se nombran en ella. Los neófitos la disfrutarán igualmente pero no le podrán sacar tanto jugo a la historia. Eso sí, después de verla serán pocos los que no tengan ganas de descubrir o volver a ver '¿Qué fue de Baby Jane?'. Porque 'Feud' es una buena serie que cuenta cómo se hizo una obra maestra gracias a la envidia que se profesaban dos de las mejores actrices del Hollywood dorado.