'Mi vida con 300 kilos: ¿Qué pasó después?' llega a la parrilla de DKiss para analizar el antes y el después de las personas que participaron en la primera entrega de 'Mi vida con 300 kilos'. Durante un año, gente como Melissa, Christina, Olivia y James trabajaron muy duro para combatir la obesidad mórbida y poder llevar una vida más sana y saludable.
En el caso de James, llegó al programa pesando 340 kilos. Gracias a la ayuda de los especialistas consiguió adelgazar en un año 170 kilos en una increíble historia de esfuerzo y superación. El nuevo James está abierto a nuevos desafíos y se encuentra vivo para tener una rutina mucho más activa. El participante cuenta en una entrevista a FormulaTV.com cómo se encuentra ahora y habla del estrés y las amistades tóxicas.
El antes y después de James, participante de 'Mi vida con 300 kilos'
¿Cómo es ahora tu día a día?
Mi vida es mucho más fácil, no me lo puedo creer. Puedo andar mucho mejor y me siento más ligero. He hecho cosas que no podía hacer desde hace mucho tiempo como, por ejemplo, bailar. Voy al supermercado por mi propio pie. Antes, pedía la compra de forma online o le pedía a otros que fueran por mí. Ahora puedo hacer todo eso sin ayuda.
¿Qué tipo de ejercicios o actividades realizas para alcanzar tus objetivos?
Dado que me estoy recuperando, me lo estoy tomando con calma. He estado haciendo ejercicio en el gimnasio entre tres y cinco horas diarias, de lunes a viernes, y gimnasia acuática durante tres horas al día. En el agua quemas muchas más calorías y es mucho más divertido que estar solo en una sala de gimnasio levantando pesas. Cuando le cuento a la gente de clase lo que he conseguido siempre quieren saber más.
¿Qué o quién es tu mayor motivación para seguir perdiendo peso?
Mi máxima fuente de motivación es la gente que me rodea. Están impresionados con mi cambio y quieren que siga así. La chica con la que he estado quedando, Summer, me está apoyando mucho. Mi madre también está ayudándome.
¿Cuál es el mayor obstáculo a la hora de seguir perdiendo peso?
El mayor obstáculo es el estrés. He estado llevando una vida muy estresante y quiero cambiarla. La gente quiere verme por ahí y me llama y me insiste para salir. Suelo estar disponible, siempre he intentado estar ahí para ellos. Pero ahora van a tener que empezar a amoldarse a mí, tengo que saber decir "basta".
¿Cómo han reaccionado tus familiares y amigos ante tu pérdida de peso?
Ellos me dicen que siga trabajando y se alegran de verme hacerlo. De hecho, están abrumados con que alguien haya podido perder tantísimo peso. Sin embargo, he tenido que romper vínculos con algunos amigos porque no podían aceptar el cambio. Se enfadaban porque no hacía lo que ellos querían, así que he cortado la relación con las amistades tóxicas.
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Mi objetivo final es intentar conseguir ayuda para abrir un gimnasio de gente con sobrepeso. Los gimnasios normales suelen estar hechos para gente delgada y yo quiero ayudar a aquellas personas que no pueden hacer ejercicio allí. En cuanto a mi cuerpo, me gustaría quedarme en unos 110-130 kilos.