En la novela de George Orwell "1984", Winston Smith es un empleado del Ministerio de la Verdad que se dedica a manipular la Historia: destruye las noticias del pasado para que no sean recordadas, y construye el presente siguiendo las instrucciones del partido que gobierna, el Partido Único. A Smith lo vigilan en el trabajo, y cuando llega a casa sabe que también lo están espiando... a través de su televisor.
La CIA puede infiltrarse en las televisiones Samsung y captar sonido e imagen
La caja tonta no era tan tonta
La organización de Julian Assange ha publicado casi 9.000 documentos que detallan los métodos utilizados por el servicio secreto norteamericano para hackear los móviles y las televisiones de casi cualquier ciudadano del mundo. Entre esos métodos está el programa "Weeping Angel", que permite a la CIA entrar en las televisiones inteligentes de Samsung (SmartTV) tras haberlas infectado con un virus. Llegados a este punto, los espías pueden utilizar los micrófonos y la cámara de estos televisores incluso aunque estén apagados y no conectados a internet.
Según informa The Guardian, el modelo afectado es el Samsung F8000, puesto a la venta en 2013. Un año después, en junio de 2014, la CIA y el MI5 (el servicio secreto británico) celebraron un taller para investigar de qué manera podrían infiltrarse en estos dispositivos, según se recoge en los documentos aportados por Wikileaks. Cuando Samsung lanzó este modelo de televisores, el manual de instrucciones ya advertía de que "el dispositivo puede capturar órdenes orales" que Samsung puede "transmitir (junto con información acerca del dispositivo, incluyendo la identificación de éste) a terceros", incluso en el caso de que sea "información personal o sensible".
Lee los mensajes de Whatsapp o Telegram mientras se escriben
Pero la CIA te puede espiar no solo a través de tu televisor. También ha logrado infectar los sistemas operativos de los ordenadores (Microsoft, Apple y Linux), tabletas y móviles (iOS y Android). Una vez que ha introducido el virus, el servicio secreto de Estados Unidos tendría que esquivar el sistema de encriptación que garantiza (entre comillas) la privacidad de los mensajes que se envían a través de Whatsapp, Signal o Telegram. Y como no puede sortearlo, la CIA se beneficia de una circunstancia que convierte en inútil cualquier protección: no puede leer los mensajes cuando se han enviado, pero como ya está dentro de los móviles, sí puede leerlos mientras se están escribiendo. Además, la CIA ha diseñado otro programa que le permite borrar sus huellas y hacer parecer que los ataques han sido perpetrados por otros servicios secretos.