Un suicidio adolescente, una víctima de acoso escolar y trece cintas con trece razones que explican, a lo largo de trece episodios, qué le ocurrió a Hannah Baker para acabar tomando la decisión de quitarse la vida. Netflix se adentra en las series de instituto con 'Por 13 razones', su nueva ficción original basada en el libro de Jay Asher que lleva el mismo título. Producida por Selena Gomez y su madre Mandy Teefey, está llamada a convertirse en el gran éxito adolescente de la plataforma de streaming.
'Por 13 razones' verá la luz en su totalidad el 31 de marzo, aunque en FormulaTV.com ya hemos tenido la oportunidad de disfrutar de los cuatro primeros episodios. Si en la década pasada las ficciones adolescentes se caracterizaban por elevar la carga dramática y romántica y acercarse a los culebrones para adultos, en la actualidad parecen haber encontrado un filón en el género thriller. Cuidado, la denominada generación "Touch" viene con una lupa debajo del brazo. Netflix se apunta a esta tendencia y presenta un argumento que, aunque toca otros palos -como buena serie teen- como el amor o el sexo, se mantiene en una oscuridad envolvente de la que en rara ocasión se desprende.
El suicidio de Hannah, el punto de partida
La serie comienza con un instituto marcado por la muerte de Hannah Baker (Katherine Langford), que ha decidido quitarse la vida bajo circunstancias que nadie alcanza a comprender del todo. Mientras que muchos se esfuerzan por otorgarle al incidente la gravedad que merece y otros, directamente, fingen estar más afectados de lo que realmente están, Clay (Dylan Minnette) se muestra profundamente consternado.
¿Por qué se suicidó Hannah Baker?
En el primer episodio, el protagonista masculino de la ficción recibe una misteriosa caja con trece cintas de casette grabadas por Hannah antes de acabar con su vida. Escúchalas, no comentes nada a nadie y pásalas a la siguiente persona, son las órdenes que acompañan al paquete para descubrir por qué decidió tomar tan drástica decisión. La joven dedicó cada una de las cintas a uno de sus compañeros de instituto que tuvieron que ver, de forma más o menos directa, con su suicidio.
Desde el momento en que Clay, el confidente del espectador, pulsa del botón de play, descubrimos que Hannah era una chica con problemas en el instituto, de pocos amigos, que había sufrido varios episodios de acoso escolar. A pesar de intentar plantarles cara y mostrarse fuerte, no dejaba de desear lo que toda chica de su edad: ser aceptada en el lugar al que se había mudado recientemente. Sin embargo, los diferentes conflictos que tuvo con los que parecían sus amigos y con sus efímeros compañeros sentimentales la fueron arrastrando hacia un lugar del que, al final, no supo encontrar salida. ¿O fue otra la razón verdadera?
La muerte de Hannah despierta en Clay un pasado que creía olvidado
Recibir la caja con las cintas desestabilizará desde el principio a Clay, que tendrá que aprender a controlar sus emociones y compatibilizar sus ansias por descubrir la verdad, la tristeza por la pérdida de Hannah y la rabia que comienza a sentir contra todos los compañeros de instituto que, de algún modo, tuvieron que ver con el suicidio de su amiga. Sin embargo, la joven lo deja bien claro desde el principio: si apareces en las cintas es que estuviste implicado en su muerte. Todos -y nadie a la vez- son responsables de que se arrebatase la vida.
Clay, el protagonista que recibe las cintas en 'Por 13 razones'
El sentimiento de culpa se suma entonces al torrente de emociones que sufre el débil carácter de Clay, quien, como descubrimos pronto, ya recibió medicación en el pasado para lidiar con problemas de ansiedad emocional. ¿Fue él el motivo definitivo por el que Hannah decidió suicidarse? Desde el primer momento observamos que a ambos les unía una relación que iba más allá de la amistad... al menos por parte de él. Enamorado en secreto de su compañera de clase, vio desde la barrera cómo fue tomando decisiones que, de algún u otro modo, precipitaron su trágico final.
El joven seguirá los pasos de su amiga a medida que escucha las cintas y se irá mezclando con las personas presuntamente implicadas en su muerte. Todas parecen saber algo pero nadie quiere hablar y, según avanzan los episodios, veremos cómo Clay abandona su carácter apacible para adoptar una postura más vengativa y agresiva. Su viaje hacia el rastro de oscuridad que dejó Hannah no ha hecho más que empezar.
Un complejo universo de personajes en el que todos tienen algo que decir
La angustia de Clay se acrecienta por el hecho de no poder compartir con nadie los secretos que las cintas le irán desvelando. Aquellos que nunca despertaron su simpatía parecen ahora más peligrosos que nunca mientras que Tony, su fiel amigo, sabe mucho más de lo que le cuenta. Sin saber en quién confiar, el protagonista nunca dejará de preguntar y esto le meterá en más de un lío a lo largo de los episodios.
Todo el instituto -y nadie a la vez- tiene algo que ver con la muerte de Hannah
La ficción de Netflix crea un complejo entramado de personajes en torno al suicidio de Hannah y va descubriendo las historias de tanto los que tienen más razones para estar angustiados, como la madre de la joven (interpretada por Kate Walsh), como de otros estudiantes como Justin, Jessica o Courtney. Paciencia: la muerte de Hannah no tiene un motivo claro y la explicación irá llegando a través de diferentes personas.
Una serie adolescente oscura que va un paso más allá
Basta fijarnos en el argumento para percatarnos de que 'Por 13 razones' ha elevado la crudeza de las ficciones adolescentes. El hecho de tomar un suicidio como punto de partida fuerza a adoptar un tono más oscuro que se deja sentir a cada segundo en los diálogos, la angustia del protagonista y los colores fríos que diferencian las escenas del presente de los flashbacks. Algo que, en cierto modo, se agradece, dada la gran cantidad de saltos temporales que se introducen en cada episodio.
Aunque, como comentábamos antes, introduce tramas paralelas al misterio de la muerte de Hannah, principalmente la historia de amor con Clay -la cual, a su vez, también se presenta como un pequeño misterio para el espectador, pues irá conociéndola poco a poco y no desde el principio-, la serie nunca abandona su sobriedad característica. Sí se permite ciertos comentarios ácidos sobre la muerte y el suicidio que, en según qué momentos, resultan hasta incómodos una vez te has introducido en la ficción.
Clay y Hannah estaban unidos por una relación especial
'Por 13 razones' reúne muchos de los ingredientes que han llevado al éxito a otras ficciones adolescentes. El misterio por la muerte de una adolescente y sus -escasos- puntos de frivolidad recuerdan a 'Pretty Little Liars', mientras que la enorme variedad de personajes, cada uno con su propia complejidad, y la existencia de un protagonista solitario que se abre camino entre la hostilidad del misterio evocan, para los nostálgicos, a 'Veronica Mars'.
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Como punto a favor, el argumento se encuentra cerrado y los fans tienen asegurado que el suspense no se alargará hasta el infinito... que sepamos. Quién sabe si el season finale se guarda un as bajo la manga y Hannah encuentra otra manera de comunicarse con Clay o si, finalmente, no está muerta. Tampoco es arriesgado afirmar que a los adeptos que seguro ganará la ficción no les importaría seguir los pasos de los personajes durante más temporadas.