La semana pasada en 'The Walking Dead' se produjo la muerte del joven Benjamin, lo que propició que el rey Ezekiel acepte participar en la guerra contra Negan. Además, Morgan y Carol también decidieron cambiar de opinión y unirse a la lucha. Ahora todos están decididos a trabajar juntos para conseguir la tan ansiada paz. Sin embargo, tras lo sucedido en este nuevo episodio las cosas podrían cambiar por completo.
En este decimocuarto capítulo de la séptima temporada de 'The Walking Dead', titulado "The Other Side", los Salvadores acuden por sorpresa a Hilltop reclamando a uno de los miembros de la colonia para llevarlo hasta el Santuario. Mientras tanto, Maggie y Daryl tienen que esconderse para no ser descubiertos. Además, Rosita y Sasha deciden entrar en acción para llevar a cabo su plan de venganza. Veamos al detalle lo sucedido en este nuevo episodio.
El entrenamiento en Hilltop
Desde la última visita de Rick no habíamos vuelto a saber gran cosa de los habitantes de Hilltop, pero hoy regresamos a la colonia en la que se encuentra Maggie, donde todo sigue viento en popa. El entrenamiento para todos aquellos que quieran luchar contra Negan ha comenzado y, poco a poco, empiezan a ser más duchos con las armas. Además, el embarazo de Maggie evoluciona bien, una buena noticia que alegra a todos y que es motivo de esperanza.
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Por su parte, Sasha sigue empeñada en vengar la muerte de Abraham junto con Rosita. La preparación de su plan está siendo bastante minuciosa, pero parece increíble que puedan llegar a pensar que ellas dos solas van a poder con decenas de personas. Una vez más, Jesus intenta hacerle cambiar de opinión explicándole justo lo que todos pensamos, pero resulta imposible lograr que Sasha llegue a razonar cuando es el corazón el que manda y no la cabeza.
Sasha está convencida de lo que va a hacer, pero también sabe que no va a regresar con vida. Aunque vaya a ser lo último que haga, Sasha no parece nerviosa o temerosa, todo lo contrario, está más decidida que nunca. Ya ha perdido todo lo que más quería en este mundo, a su familia y al hombre al que amaba, no le queda nada por lo que luchar y ejecutar su venganza es la forma que tiene de marcharse en paz. No obstante, le pide a Enid que cuide de Maggie, sabe que las dos son el futuro de Hilltop y, en el fondo, les ha cogido aprecio y matar a Negan también va a servir para que ellos puedan seguir adelante.
Una visita inesperada
Sin previo aviso, algunos de los Salvadores han acudido a Hilltop en busca del médico para llevarlo con ellos al Santuario. Como Negan mató al anterior médico, que era el hermano de este, ahora necesitan a alguien que cuide de ellos y qué mejor que arrebatárselo a los de Hilltop. Siendo un cobarde como ya ha demostrado, no es de extrañar que Gregory no haga nada por evitarlo, y eso que sabe que tener a un doctor en su colonia es esencial para los suyos.
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Sabíamos que Gregory es un egoísta y un miedoso, pero en este episodio hemos descubierto que además es un vendido. Sabiendo que sus vecinos están cada vez más a favor de Maggie y Jesus, Gregory no ha dudo en contarle a Simon que alguien podría sublevarse contra él, lo que le ha servido para conseguir la dirección del Santuario y lograr que le dejen entrar en el caso de que lo llegara a necesitar. Ahora que cuenta con el apoyo de los hombres de Negan ha recuperado la valentía e incluso se atreve a amenazar a Jesus, pero se olvida de que la fidelidad de unos buenos amigos es mucho más importante que tratos con hombres a los que no les importa si vives o mueres.
Mientras tanto, no podemos olvidarnos de Daryl y Maggie. Ambos han tenido que esconderse, si son descubiertos solo saldrían con vida para ser llevados hasta Negan, lo que igualmente supondría su muerte o esclavitud permanente. Eso de esconderse no va con ninguno de los dos, pero han tenido que hacer el gran esfuerzo de no asesinar a uno de los Salvadores, sobre todo por el ansia de venganza de ambos y porque Maggie se ha llegado a percatar de que el hombre tenía el cuchillo de Enid y que la joven podría haber sufrido algún castigo.
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Finalmente, los Salvadores se marchan sin haber ocasionado ninguna pérdida humana, aunque sí que les han dejado sin doctor, es decir, sin nadie que cuide de ellos y que controle el embarazo de Maggie. Pero la visita nos ha servido para conocer lo rastrero que puede llegar a ser Gregory y para que nuestro arquero favorito haya compartido con Maggie su sentimiento de culpabilidad por la muerte de Glenn, una escena de lo más emotiva recordando que todavía queda buena gente en ese mundo por la que merece la pena luchar.
Los planes de las chicas cambian por completo cuando comprenden que va a ser complicado tener a Negan a tiro desde tanta distancia puesto que siempre va rodeado de sus hombres. Además, han descubierto el nuevo rol de Eugene en el Santuario, algo que no terminan de entender. Aprovechando la oscuridad de la noche, Rosita y Sasha intentan entrar, pero Eugene se niega a ayudarles, como ya hemos visto, ahora siente que ese es su sitio, que allí está protegido y que le valoran por todo lo que sabe.
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Mientras tanto, Rosita ha dado marcha atrás para no ser atrapada, quedando totalmente destrozada por lo que acaba de suceder. Pero las sorpresas para ella no acaban aquí, ya que descubre a alguien vigilándole. Solo llegamos a ver la silueta de alguien que porta una ballesta, lo que nos deja varias posibilidades. Por un lado, podría tratarse de Daryl ya que había descubierto la ausencia de las dos mujeres. Por otro lado, podría tratarse de Dwight, que tiene en su poder la vieja ballesta de Daryl y se siente atrapado en las garras de Negan. Pero solo podemos elaborar hipótesis a la espera de que nuestras dudas sean resueltas en el próximo episodio.